Me sentía mal por haberle mentido de esa manera a Eileen. Pude ver en sus ojos el dolor que sintió cuando le mentí tan descaradamente en la cara, también pude ver como mordía su labio inferior con tanta fuerza para no llorar, Eileen era tan orgullosa que no me iba a permitir verla en ese estado.
Quería pensar que lo que hice fue por una buena causa, ella me importa tanto que no sería capaz de verla triste, aunque sabía que la había lastimado de la peor forma posible.
Cuando te gusta alguien no mides lo que haces y crees que tus acciones sólo la protegen cuando en realidad la lastiman. Si, Eileen me gustaba desde el inicio del año y quería mantenerlo en secreto para no dañar nuestra amistad, al menos por ahora porque para la tristeza de muchos cuando en una amistad uno de los dos se enamora y se confiesa abiertamente, la amistad se destruye por completo y no quería el mismo destino para nosotros.
—Por favor firme aquí. —Me indica la señora que se encuentra detrás del mostrador.
Después de la discusión con Eileen decidí venir a la embajada para terminar los trámites de mi VISA. Para mi suerte había sido aceptada y me llegaría en tres semanas. Estaba a unos meses de poder cumplir mis sueños para poder ser un ingeniero aeronáutico.
Firmo el papel, le agradezco a la señora y salgo del lugar con el papel en la mano. Estaba tan feliz que quería llamar a los chicos para celebrar, pero sé que probablemente no me contestarían porque estarían estudiando para los exámenes, cosa que yo debería estar haciendo, pero tenía mi cabeza demasiado ocupada en otras cosas.
— ¡Mamá ya llegué! —Exclamo para ser escuchado por mi mamá. Ella sale de la cocina con un delantal puesto y con sus manos llenas de restos de chocolate. Al verme sonríe ampliamente.
— ¿Cómo te fue? —pregunta mientras sacude sus manos y se sienta en una de las sillas del pequeño comedor, yo repito su acción y pongo mis codos encima de la mesa para luego apoyar mi barbilla en una de mis manos.
—Dentro de poco tendremos que hacer video llamadas. —La miro y ella chilla de emoción, su alegría es contagiosa, tanto como su entusiasmo.
—Sabía que iba a ser así, esto tiene que ser celebrado. Hice un postre de chocolate para la cena y tengo una pequeña sorpresa para ti —dice y se levanta de la silla para volver a la cocina, evitando así que pueda ser interrogada por mí. Me quedo unos minutos más sentado en la misma posición y luego me levanto para ir a mi cuarto.
Al llegar meneo la cabeza al ver el desorden que hay esparcido en toda la habitación. Mañana es sábado así que tendré tiempo para arreglarla, pero por ahora debo intentar estudiar para los exámenes que se vienen o de lo contrario el curso en Greenwich será anulado. Me lanzo en la cama y miro el techo por unos segundos para después sacar mis apuntes y empezar a estudiar.
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NO SEAS OTRO ERROR [EN EDICIÓN]
Teen FictionEileen Calwell había dedicado gran parte de su vida a ser una chica aplicada, incluso aprendió a vivir en la monotonía para no arruinar todo aquello que se había empeñado en construir durante años. Pero, todo esto cambia cuando una enfermedad se atr...