Capítulo 1: Huevo de Pascua

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Todo comenzó en un apartamento... uno en particular, el de una niña... una niña ya conocida por todos nosotros... un poco metiche como sus amigos, pero en el fondo una amiga que siempre está para nuestros protagonistas, de cabello negro y ojos azules, llamada Ayumi. Ella estaba viendo una película de vampiros, muy entretenida, expectante porque en ese momento un vampiro iba a morder a una muchacha... pero en ese momento llegó su madre.

—Ayumi-chan, es hora de dormir, toma un baño. —dijo suavemente a su hija, debido a lo tarde que era.

—Sólo un poco más, está en la mejor parte... —pidió con un ligero berrinche, quería saber cómo terminaba la película y todavía el sueño no la vencía.

—¿No vas mañana a la piscina? —respondió queriendo convencer a su hija de dormir.

—Sí. —contestó desanimada al querer ir a la piscina, pero igual ver la película.

Ella quería ver la película, pero también quería ir a la piscina mañana, así que mientras caminaba hacia su cuarto seguía viendo la película de reojo, debido a que, según ella, esta estaba en la parte más emocionante.

Sin embargo, en otra parte, cerca de allí, se encontraban dos patrullas persiguiendo un ladrón fantasma... un ladrón fantasma muy bien conocido y alabado por... bueno, casi todos en Beika y todo Japón, con la luz de la luna atravesando el lugar, igual que su extravagante traje.

Ayumi, en su cuarto, dispuesta a dormir, debido a que, sí quería ir a la piscina más que ver la película, apagó el foco y se acomodó, estaba por dormirse cuando por la ranura de sus cortinas ve una sombra, se acerca a su ventana y la abre, asombrándose de lo que veía... 1412... también conocido como Kaito Kid, el mago bajo la luz de la luna, ella se sorprende al verlo allí, pero debido al sueño no era capaz de diferenciarlo bien o si estaba soñando.

—¿Eres... Drácula? —preguntó sin ser realmente consciente del hombre que se encontraba frente a ella.

—No —contestó suavemente a la niña, saltando desde el barandal donde estaba al balcón, agachándose y acercándose más a la niña.

—Estaba descansado mis alas después de volar tanto... señorita. —dijo de manera suave y lindo, hipnotizando a la niña con su voz y palabras, tomando suavemente su mano, que a comparación con la de él, era bastante pequeña, dándole un delicado beso en los nudillos, ella no pudo evitar sonrojarse ante la repentina acción del ladrón.

De pronto todo se iluminó con una resplandeciente luz que los cegó por unos segundos, así como en la calle se podía ver al Inspector Nakamori, como siempre gritando a los cuatro vientos.

—¡Por allá! ¡No lo dejen escapar! ¡Kaito Kid debe ser atrapado! —vociferaba Nakamori enojado, mientras tanto Kid volvía al barandal preparándose para volar nuevamente.

—Adiós, señorita. —dijo haciéndose aún más el misterioso, dicho esto saltó del edificio para abrir su ala-delta e irse del sitio, mientras que Ayumi veía como se iba aun sonrojada y sorprendida.

Escuela primaria Teitan

Cinco niños reunidos en las puertas de su escuela, 5 niños muy bien conocidos por todos, especialmente dos, esos dos que se ven muy maduros para su edad. Uno gordito moreno obsesionado con la comida, Genta Kojima; otro demasiado alto para su edad y con pecas adornando su rostro, Mitsuhiko Tsubaraya; junto a la niña ya descrita el día anterior, Ayumi Yoshida; y por último los dos niños maduros; un niño de saco azul y pajarita roja, de lentes que cubrían casi toda su cara y ojos azul eléctrico característicos de él, Conan Edogawa, por otro lado, está la niña seria y apodada de ojos malvados, cabello rubio-fresa y ojos verdes brillantes, Ai Haibara.

El último mago del sigloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora