-Mierda, mierda, mierda- dijo Milen cuando recuperó la conciencia, supuso que se había dormido ya que Camile e Iñaki lo estaban.
Poco a poco Camile e Iñaki fueron despertando. Ambos estaban dormidos en la cama abrazados. El despertar ambos sonrieron hasta que vieron un gran charco de sangre inundando la habitación. El primero de los dos en reaccionar fue Iñaki.
-La puta que lo pario- susurró - ¿Qué pasó?
-No recuerdo con exactitud, pero estoy muy segura de que Camile le cortó el cuello porque trató de abusar de ella - les contó Milen.
- ¿Qué hora es?- preguntó Iñaki.
-Son las 20:04- contestó Milen señalando el reloj que había en una pared.
- ¿Siempre estuvo ese reloj en ese lugar? Nuestra habitación en Mendoza no lo tenía y habían más camas el espacio era...- Iñaki interrumpió la descripción de Camile.
-Perfecto, los chicos deben saber que hacer. Aunque deberíamos ocultarlo de Mili- aseguró.
-No podemos decirle a nadie, este es nuestro problema - negó Milen. - Si alguien se entera nos van a sacar de aquí. Terminaríamos muertos. ¿Realmente confiarían sus vidas en esos amigos suyos?
-Nos han salvado la vida antes. Si les explicamos lo van a entender- respondió Camile.
Los chicos se dirigieron a su habitación, pero solo encontraron a Manuel y a Mili tirados en una de las camas. Iñaki lo llamó y le contó lo ocurrido, también le pidió que se asegurara de que Mili no saliera a buscarlos. Luego se dirigieron a la habitación de Axel donde encontraron a Alexa y a Valentín. Camile decidió lidiar con ellos o, mejor dicho, solo con Valentín y Alexa ya que no confiaba en Axel. Les contó todo, desde el principio; que se drogaron, que él había entrado con malas intenciones y que ella se había defendido. Ella aseguró que Axel podría ayudarlos. Valentín fue el designado para que hablara con Lucía. Simplemente le dijo que la necesitaban en otro lado y ella aceptó. Una vez todos en la habitación de Milen empezaron a planear cómo ocultar un cadáver.
-Deberíamos tirarlo afuera. Atraerá algunos zombis y luego nadie podrá reconocerlo - opinó Lucía.
-Es muy arriesgado, tendríamos que subir escaleras con un cadáver, la gente podría notarlo- negó Alexa.
-Entonces debemos ocultarlo aquí, podemos taparlo con algo de ropa. De todos modos duermes sola, nadie lo notaría- propuso Valentín.
-Tampoco, las personas entran y salen de mi habitación muy seguido. Podrían olerlo a partir de mañana- negó Milen.
-Entonces, básicamente, debemos encontrar un lugar que esté completamente vacío y donde las personas no entren. Además, debe estar cerca porque no podemos arriesgarnos de que nos vean. Pero lejos para que no puedan olerlo - recopiló Camile.
-La sala de entrenamiento- propuso Axel. -Está cerca, es muy espaciosa, nadie la usa y de hecho está prohibida la entrada.
-Me habías dicho que podía usarla esta noche, no sé si convenga guardar el cuerpo ahí- cuestionó Alexa.
-Alex, no hay otra opción. De todos modos podrás usarla, se supone que tampoco deben verte. Además, soy el único con la llave para ingresar- le explicó Axel.
- ¿Alex? ¿Ya hay tanta confianza entre ustedes? - preguntó sonriendo Camile.
-Bien, entonces hay que envolverlo en sabánas y llevarlo cuando el pasillo esté vacío. Lo colocaremos en el fondo para que el olor sea más difícil de detectar. Eso nos dará algo de tiempo. Una semana o menos. Debemos asegurarnos de que el clima en esa sala sea frío- indicó Valentín ignorando la pregunta de Camile.
Y así hicieron. Camile fue la primera en levantarse para buscar en los muebles una sabana. La tendió en el suelo y Axel con Iñaki pusieron el cadáver en ella. Milen salió al pasillo, y al ver que no había nadie Axel salió con unas llaves para el candado que cerraba la puerta de la sala de entrenamiento. Quitó el candado y le dio la señal a los chicos de que ya podían salir con el cuerpo de Tao. Alexa y Valentín lo llevaron hasta la sala de entrenamiento, donde lo dejaron en un rincón y salieron rápidamente.
Luego de eso Axel aseguró que se encargaría de la temperatura para que estuviese lo más fría posible. Mientras que Camile, Milen e Iñaki se asegurarían de limpiar la sangre del suelo. No fue tan sencillo como parecía ya que había ropa, madera y cerámico manchado. Muchas de esas cosas tuvieron que lavarlas reiteradas veces.
Al finalizar todo ya había pasado una hora. Sin embargo, todos tenían tanta adrenalina que no querían ir a sus cuartos a dormir. Lucía volvió con las mujeres para seguir ayudándolas. Camile y Milen se quedaron en la habitación para hablar. Valentín fue a la sala de juegos con Axel. Mientras que Alexa e Iñaki fueron a la sala de entrenamiento a escondidas.
-Te dije que no me siguieras. ¿No fui clara? - preguntó ella irritada.
-Alex, discúlpame, pero en serio necesito que me enseñes a usar el arco. ¿Qué voy a hacer cuando me quede sin balas allá afuera? No sabemos qué puede pasar. Las flechas se pueden recuperar, las balas no.-
-Puedo intentar de enseñarte. Lo intentaremos hoy y mañana, no es suficiente pero servirá para sacarte de un aprieto.
- ¿Por qué no por más tiempo?
-Algo me dice que no duraremos más tiempo en este lugar.
Comenzaron sus prácticas sin usar el arco. Primero debía mejor la postura, la concentración y la respiración. Luego de lo que parecía clase de yoga, le dio el arco. Siguieron con ejercicios de respiración y de postura, pero esta vez con un blanco al cual dar.
-Si no te concentras será imposible que le logres acertar- dijo ella.
-Sabes que lo intento, pero no sabía que sería tan complicado.
-¿Qué esperabas? He estado toda mi vida practicando, no solo un par de horas.- Luego del comentario de Alexa, Iñaki tomó una nueva flecha. -Respira hondo, sé que vas a conseguirlo-
Él le hizo caso, respiró hondo, el blanco se encontraba a unos 15 metros de él. Se paró derecho, observó fijamente el objetivo, tensó la cuerda y soltó. No dio en el centro del blanco, pero estuvo muy cerca, lo suficiente como para que le subiera el ánimo.
-Volvé a intentarlo- dijo ella decidida.
Él le hizo caso. Tomó otra flecha y repitió el proceso, pero solo escuchaba una y otra y otra vez lo mismo "Volvé a intentarlo". Hizo lo mismo unas diez o veinte veces, pero no lograba dar en el centro del blanco. Estaba frustrado y enojado consigo mismo, pero sabía que era su primer día intentando dar en el blanco, tan solo llevaba dos horas haciendo lo mismo, era normal.
-Progresas rápido- aseguró ella. -Pero te va a hacer falta mucho mas cuando estés al borde de la muerte allá afuera, y lo sabes.
Él asintió. Sabía que lo que decía era verdad, pero con esas palabras se le cayó la torre de falsa autoestima. Tomó una nueva flecha, pero disparó sin gusto ni ganas, pero con fuerza. Dio en el centro. No del blanco al que debía darle, sino de la pared que había atrás. Ambos se preguntaron por qué en una pared sería tan fácil clavar una flecha si se trataba de un bunker seguro, así que se dirigieron a esta.
Retiraron la flecha de la pared y se notó un agujero. Alexa lo agrandó un poco con mucho cuidado. Iñaki asomó su ojo para tratar de observar que podría haber adentro y lo que encontró fue de lo más aterrador. Él podía esperar muchas cosas, pero jamás algo así. Del otro lado de esa fina pared había tres zombis encadenados con sus bocas tapadas.
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Sussesos
Science FictionLa noche del 17 de marzo unos extraños fuegos artificiales explotan sobre todo el país provocando una cadena de sucesos que incluyen muerte, zombies, traición y llevar la amistad hasta el limite. Tras una juntada con amigos, Camile e Iñaki deberán...