Sussesos

Capítulo 25

                Cuando Camile llegó a la habitación de Milen, esta no esperó para ofrecerle alcohol. Se notaba que estaba muy deprimida y que intentaba borrar todo con este.

- ¿Qué pasa? - le preguntó Camile tirándose en la cama a su lado y agarrando una botella de cerveza.

-Nada- contestó ella. Luego hizo una pausa larga -¿Sabes? Hay un lugar que me encanta a esta hora, sígueme.

Diciendo eso ambas jóvenes se dirigieron con paso suave hacia el exterior, dejando la puerta levemente abierta para luego poder volver a ingresar. Ya afuera, las amigas se sentaron dentro de la camioneta militar y se acomodaron para ver las estrellas. Milen comenzó a llorar.

-¿Qué te pasa?- volvió a preguntar Camile con un tono más comprensivo que la vez anterior.

-Es solo que ya estoy harta de fingir, me gustaría ser como el cielo que con el apocalipsis se puede ver mejor y más brillante. Sin embargo, yo sigo atrapada en una mini sociedad de lo más retrógrada-

-¿Cómo?

- ¿Te cuento un secreto? - Camile asintió -Soy lesbiana, pero no puedo decirlo. Cuando una persona admite ser homosexual se la manda al coliseo sola y sin armas, o solo desaparece "misteriosamente". La gobernadora dice que si no sirve para la fase dos, no sirve para nada y yo no puedo...-

Camile la interrumpió con un beso.

-Perdón- se disculpó ella. -Es solo que no podía seguir escuchándote decir eso. Que la gobernadora se vaya a la mierda junto a sus pensamientos. Estamos en el fin del mundo, importa preservar a la humanidad como símbolo de esperanza para todos, si ella no lo entiende es su problema. Además, sos una chica genial, si te vas a poner mal por seguir los prejuicios de la gente, te la vas a pasar llorando. Te lo digo porque también me ha pasado.

-Camile, aprecio el gesto. Pero la vida no es así. Yo tengo que tratar de proteger mi vida, eso es lo que más me importa ahora.

- ¿Qué te parece conservar tu vida amando a quien se te dé la gana? - Milen la miró extrañada. -Con los chicos vinimos para asegurarnos de que encontremos al presidente que está oculto en un bunker. Eso quiere decir que en unos pocos días seguiremos nuestro camino. ¿Nos querés acompañar? Te aseguro que con nosotros nadie te va a mirar raro por ser quien sos.

Milen estaba por contestar cuando notaron que las luces del bunker habían sido apagadas y se oían disparos. Asustadas por sus amigos decidieron entrar corriendo. Notaron que, si bien estaba oscuro, aún funcionaban las luces de emergencias. Fueron directo a la sala de juntas puesto que vieron la puerta abierta y entraron. Ahí vieron a un grupo de soldados amarrados, a la gobernadora también amarrada en una silla, al igual que varios científicos.

Lo primero en lo que pensaron fue en desatarlos, pero luego notaron quienes los habían amarrado. Ya estaba todo el equipo reunido y el plan había sido un éxito. Unos segundos más tardes se prendieron las luces y Axel habló por unos megáfonos en el pasillo de las habitaciones, diciendo "Tranquilos, tuvimos un leve inconveniente con la luz el cual ya fue arreglado. Mantengan la calma y mañana obtendrán mas información". Cuando este entró la gobernadora habló. 

- ¿Por qué me tienen así? - preguntó irritada - ¿No saben quién soy?

-Ese es el problema, gobernadora. Sabemos muy bien quién es usted. Y queremos respuestas a algunos temas que no nos quedaron bien claros- comenzó hablando Iñaki.

-No voy a tolerar que me traten así- gritó.

-Bien, pues nosotros les hacemos unas preguntas, unas críticas constructivas y nos vamos- sonrió Lucía.