Capítulo 9

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No sabía por cuanto tiempo había estado durmiendo pero cuando me desperté Iseul ya no estaba a mi lado

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No sabía por cuanto tiempo había estado durmiendo pero cuando me desperté Iseul ya no estaba a mi lado. Oí un ruido procedente de la cocina y creí que estaría allí, cocinando algo para desayunar. Me quedé sentado en el colchón amarillento, con los párpados aún pegados por el sueño. Iseul y yo nos habíamos quedado hablando hasta el amanecer así que no dormí mucho. Busqué mi móvil en la mesa del salón y miré la hora. Eran casi las nueve de la mañana del día veintiocho de marzo. Recordé el mes, lleno de momentos horribles y me alegré de que fuera a acabar.

Me levanté de la cama poniéndome la primera camiseta que vi. Tenía toda mi ropa esparcida por las sillas del salón así que pensé en la posibilidad de comprar un pequeño armario. Caminé hacia el baño, donde me lavé la cara y vi mis grandes ojeras. Agradecí no tener que ir a trabajar esa mañana, eso significaba que podría seguir durmiendo hasta que me tuviera que ir por la tarde.

Sin embargo, mis esperanzas de seguir durmiendo se desvanecieron al cruzar el umbral de la cocina y ver a Jungkook llorando. Iseul estaba a su lado, con la mano en su hombro de una forma reconfortante. Ambos se giraron para mirarme y vi con más claridad los ojos rojos de Jungkook y como su cuerpo temblaba levemente.

—¿Qué ha pasado?—pregunté, sentándome en una de las sillas que había alrededor de la mesa de la cocina. Jungkook negó con la cabeza, dándome a entender que no era capaz de hablar en esos momentos. Iseul me contestó en su lugar.

—Se ha peleado con Lisa porque anoche él no quiso quedarse a dormir en su casa. Después Jungkook acabó cediendo y se quedó allí con ella.

Sinceramente no me sorprendió, sabía que esto volvería a pasar. Recordé que Lisa le dijo a Jungkook que cambiaría su actitud. Al parecer esa promesa duró unas semanas, menos de lo que yo predije.

—Rompe con ella—le dije. Iseul me miró, poniendo los ojos en blanco.

—No es tan fácil Yoongi—me dijo esta frunciendo el ceño. Me encogí de hombros, ya sabía que no era fácil pero era lo que tenía que hacer.

—Jungkook no es feliz, Iseul—repliqué, siendo consciente de que yo también hacía muchas cosas que no me hacían feliz.—Están todo el tiempo peleando.

—Dejad de hablar como si yo no estuviera aquí—soltó Jungkook. Su voz sonó quebrada y vi como su labio inferior temblaba.—Yoongi lleva razón, deberíamos romper la relación. Pero...

Hice una mueca al ver como mi amigo lloraba aún más y nos decía lo mucho que quería a Lisa. El amor nos hacía débiles, era una regla general. Jungkook era débil siempre que se trataba de Lisa, cedía ante todo lo que ella le pedía sin importar que él no estuviera de acuerdo con ello. También había quienes comparaban el amor con el miedo y pensaba que llevaban razón. Yo mismo sentía ese miedo cada vez que veía a Iseul, ese miedo a la pérdida.

—A veces el amor no es suficiente...—le dijo Iseul, aún abrazándole.

—¿Y cómo se lo digo?—nos preguntó Jungkook y noté ese miedo en el que había estado pensando antes en sus ojos. Un montón de ideas pasaron por mi mente, pero estaba claro que si decía alguna de ellas Jungkook me echaría de su casa

Jet Black Heart↬Min Yoongi (LIBRO II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora