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[민윤기]
"-La ambición y el amor son las alas de las grandes acciones.
Asentí, recordando esa frase como el lema de mi padre. Una frase de Goethe. Me pregunté si él era capaz de darse cuenta de que sus acciones no eran buenas."
[강이슬]
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-P...
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"Sé que vas a florecer por completo a pesar de todas las dificultades". Las palabras de Iseul aún retumbaban en mi mente y parecían haberse alojado ahí para mantenerse durante un largo tiempo. Era lo más sincero que me habían dicho, con el tono y la mirada cargados de seguridad.
Sonreí como un tonto mientras miraba los teléfonos que vendían en el centro comercial. Busqué los mejores modelos y le pregunté a la trabajadora información sobre estos. Amaba la tecnología y estaba muy agradecido de haber nacido en el momento exacto para disfrutarla. Al final me decidí por comprar dos teléfonos iguales, uno para Iseul y otro para mí. Menos mal que había llevado otra tarjeta de repuesto al viaje, la otra, junto a los billetes, se había roto por el lago. Cuando volviera a Seúl tendría que solicitar otra tarjeta negra.
Metí las cajas de los móviles en la misma bolsa del regalo de Jungkook. Le había comprado unas pinturas acrílicas de la marca Van Gogh, había oído numerosas veces como Jungkook hablaba del talento de su padre y su hermano con la pintura, además de que le había visto varias veces dibujando a Gureum. Jungkook tenía talento y entusiasmo por la pintura, pensé que incentivar eso sería bueno.
Salí del centro comercial contento con las compras y caminé por las calles de Daegu para llegar al hotel. El ambiente de la ciudad era reconfortante, el aire estaba mucho más limpio que el de Seúl y de cierta forma me sentía como si pudiera vivir en el sitio.
Cuando llegué cerca del hotel busqué la calle donde había aparcado el coche. Este por suerte estaba bien, tan solo tenía los cristales empañados por el frío de la mañana, un frío que seguía resultándome curioso debido a la época.
Abrí el maletero y puse la bolsa de las compras ahí, sacando antes el regalo de Iseul. Mi bolso de viaje ya reposaba dentro, había abandonado la lujosa habitación del hotel hace unas horas. Me hubiera gustado disfrutar más de ella pero no era posible.
Cerré el maletero y me apoyé en el coche con la caja del móvil en la mano esperando a Iseul para irnos. Ella había ido a visitar a sus abuelos así que a lo mejor tardaba un poco más. Recordé a mi abuelo, la estatua que había de él en la entrada de Hyundai y a mi abuela que siempre estaba ahí cuando le necesitaba. Pero ambos murieron y yo nunca había conocido a mis abuelos maternos, al parecer mi madre se había peleado con ellos por razones que nunca me había contado y se había casado con mi padre. Sabía que mi madre también había sido rica pero nada más sobre su pasado. Era triste pero mi familia nunca había estado muy unida, tal vez por eso no me atreví a preguntarle a Geumjae el por qué se lanzó al río.
Un Peugeot algo antiguo estacionó justo al lado de mi coche, miré por encima del hombro sin entender porque aparcaba en doble fila cuando había más aparcamientos a su lado y vi a Iseul saliendo de él. Venía con sus padres que también salieron del coche, mirando el mío maravillados. Escondí la caja del móvil como pegándola a mi espalda, algo avergonzado. Hice una corta reverencia hacia ellos mientras Iseul me sonreía.
