Actualmente(2 Años atrás)
5 de diciembre, 1962
Soho, Londres.Me encontraba bebiendo mi segunda copa de champagne mientras escuchaba a mi padre regodearse de sus logros con los colegas de trabajo a los que él suele llamar "Amigos".
Estábamos a mitad de semana, podría decirse con facilidad que era un miércoles cualquiera pero no lo era.
No cuando la casa estaba llena de personas elegantes y extravagantes derrochando perfume costoso por todo el lugar y, definitivamente no cuando se podía oler el aroma a tabaco combinado con alcohol.
Claro, eso sin olvidar las risas exageradas de las acompañantes o esposas de los amigos de mi padre cada vez que alguien contaba un mal chiste.
Creí que esto solamente sería una cena de negocios, una cena como cualquier otra con algunos invitados, muy pocos probablemente, que a estas alturas ya estarían hablando de lo bueno que es arrestar y capturar bandidos para hacer de Londres una ciudad segura.
Realmente estaba equivocada.
La música de fondo era un jazz contemporáneo que me hacía relajar a pesar de estar un poco tensa por la situación. Odiaba estar rodeada de tantas personas y que cada una de ellas estuvieran hablando constantemente de lo mismo.
¿Acaso nunca se aburren de contar y escuchar lo mismo una y otra vez?
En lo que a mi respecta ya me sabía todas las historias de memoria.
Comenzando con el arresto de James Jenson, un líder mafioso muy reconocido por casi todo Londres y terminando en Robert Johnson, no era un líder pero estaba como segundo en el mundo de los gángster.
— Entonces, Blair, —miré a Patrick, uno de los amigos de mi padre y le sonreí amablemente. No quería que se dieran cuenta de que no estaba escuchando absolutamente nada de lo que decían— ¿Qué se siente ser hija de el mejor agente federal de Londres?
Vaya pregunta..
No me sorprendió en lo absoluto porque ya me la habían hecho en más de una ocasión y siempre contestaba lo mismo sin vacilar.
— Me siento muy afortunada
—respondí mirando a mi padre— de ser la hija de un hombre que da la vida por esta hermosa ciudad. Es un verdadero honor llevar el apellido Zaccadelli. —levanté la copa con champán y miré a todos los que me rodeaban portando aquella sonrisa fingida— Un brindis por mi padre, Peter Zaccadelli el mejor agente federal en todo Londres. Salud por ti, papá. —finalice mirando fijamente a mi padre.Levantó la copa en mi dirección y sonrío con los ojos brillosos.
— ¡Salud por Peter!. —proclamó Patrick secundado por las demás personas quienes hicieron lo mismo.
Mi madre se unió a nosotros y no dudó en abrazar a mi padre, veinte años de casados y aún así se amaban como el primer día.
Dándole un sorbo a la bebida burbujeante en mi mano, me giré para apreciar todo lo que me rodeaba.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro seguida de un ligero calor en mis mejillas al ver en el segundo piso de la casa a Jude Harlow.
Me sonrió como nunca antes lo había hecho y levantó la copa que llevaba en sus manos en mi dirección.
Imite su gesto y le sonreí.
Jude, un chico guapo y rubio, portador de los ojos marrones más hermosos que fácilmente podrían enamorar a cualquier chica.
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Parkers ⏯ PAUSADA
RomantizmEn la Londres de 1962 los Gángster eran considerados reyes de la ciudad. Los Parkers eran una familia temida por todos. Tenían el poder suficiente para arruinar a quienes se interpusieran en su camino y bastante dinero para comprar la ciudad entera...