Mentiría si digiera que estaba tranquilo, por un lado estaban sus amigos que se habían quedado en el laboratorio y por el otro estaba Guillermo que había sido llevado a la sala de urgencias.
No sabía cuánto tiempo llevaba en ese lugar, ni cuento tiempo llevaba dando vueltas en el mismo lugar, tal vez por eso lo miraban raro o también el hecho de que estaba cubierto de sangre, tierra y que una de sus alas estaba rota y no podía cerrarla.
-¿Seguro no quieres ser atendido mientras esperas? Eso se ve grave- era la séptima vez que una enferme se acercaba a preguntar si quería ayuda.
-Estoy seguro, gracias- respondió con simplesa- quiero esperar a que me digan que él está bien-
La mujer solo asintió y se marchó, Fargan no dejaba de pensar en como estaría Willy, maldecia el momento en donde dejó que corriera, pero se sentía tan débil que no pudo detenerlo.
Había pasado ya cuatro horas que fueron eternas para el Búho hasta que un médico salió y preguntó.
-¿Familiares del señor Guillermo Díaz?-
-¡Yo!- se acercó rápidamente- ¿Como esta? ¿Esta bien? ¿Puedo pasar a verlo?- empezó a disparar muchas preguntas.
-Sere sincero, está bastante débil, perdió mucha sangre y tiene las cosillas rotas y una pierna- explico el señor mientras leía sus notas- justo ahora está en un estado de coma y no sabemos cuando despertará o si sobrevivirán pero estamos haciendo todo lo posible-
David simplemente no sabia que responder, una parte de el estaba feliz pues sabía que aun seguía vivo pero la otra seguía preocupada pues aun estaba en peligro.
Estaba apuntó de preguntar otra cosa pero un estruendo interrumpio todo, eran los chicos, habían vuelto.
-¡Necesitamos camillas, ahora!- grito una enfermera mientras se acercaba a los guerreros.
Vegetta, Rubius y Frank fueron llevados a la sala de emergencia, estaban inconscientes.
Luego de tanta insistencia por parte de un médico de turno Nieves y Auron se dejaron llevar a una habitación para curarlos y realizarles radiografías.
Los demás se quedaron en la sala de espera y les atendieron en ese lugar, les desinfectaron las heridas y colocaron una que otra venda.
Estaban agotados así que los llevaron a una habitación única y exclusivamente para los héroes, esta contaba con camas para cada uno y bastante comida.
-¿Es era Staxx?- preguntó sorprendido Fargan.
-Larga historia- respondió Lolito- O bueno, Alex lo encontró-
-¿Encontraste?- aun no podía procesar esa la información.
-Si, estaba en una especia de capsula- respondió- En el laboratorio-
-¿Y Amidala?-
-Muerta, Ruben la mato- esta vez respondió Mangel- Me tomará tiempo borrar eso de mi mente- dijo con un poco de asco.
-Le estrujo el corazón- Explicó Luzu al notar la mirada de confusión de su compañero- Aún seguimos sin creer que el tierno e inofensivo Rubius hizo eso, de todas formas se lo merecería-
Los demás solo asintieron a lo que dijo su amigo e iban a seguir en una charla hasta que la puerta se abrió.
-Perdón la interrupción- hablo un chico desde la entrada- Pero necesito que ahora si te dejes curar Fargan-
A regaña dientes acepto y el enfermero empezó a hacer su trabajo y en solo minutos su heridas habían sido tratadas y su ala vendada, el muchacho se retiro del lugar.