🐻¿Que Tú Eres Quien?🐻

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Ya había llegado la noche, la casa de Vegetta tenía una simple decoración para iluminar el lugar, algunas sillas y una mesa con bocadillos, los chicos iban llegando de a poco y al final estuvieron todos juntos

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Ya había llegado la noche, la casa de Vegetta tenía una simple decoración para iluminar el lugar, algunas sillas y una mesa con bocadillos, los chicos iban llegando de a poco y al final estuvieron todos juntos.

Entre charlas y risas iba pasando el tiempo, hasta ahora todo estaba tranquilo hasta que un albino grito

-¡Llegó el alcohol! Ahora si a ponerle salseo a la fiesta- todos gritaron emocionados apoyando al oso

Luego de unas horas y muchas, muchas botellas, una gran parte de los chicos ya estaban borrachos, algunos bailaban, otros simplente estaban tirados y otros se perdieron de la vista del resto.

-Vegettita~, ¿donde estas?- decía entre risillas

-Macho si que estas borracho, estoy a tu lado- rio el contrario también

-Yo estoy en perfecto estado- recriminó- Es más observa-

Ruben se levantó de su asiento e intentó caminar en línea recta pero terminó tropezando consigo mismo

-Si, si, se nota que estas en todos tus sentidos- le extendió la mano- Venga te ayudo.

Cabe recalcar que lo únicos aun con un juicio un tanto claro era Vegetta y Luzu, el primero solo quería evitar que destrozaran su casa y el segundo solo se encargaba de cuidar "lo que le pertenece".

Rubius y Vegetta siguieron hablando, bueno si es que se le podía llamar charla a las incoherencias que decía el oso.

-Te extraño mucho~ me acostumbre a cuidarte- sonrió

-¿Cuidarme?- preguntó confundido

-Ci, cuidarte- bostezo- podía pasar más tiempo contigo cuando uso la -dio un largo bostezo- Pasar mas tiempo con la persona que- Rubius fue cortado por un ronquido de el mismo

-¿La qué? Doblas, ¿De qué hablas? Ey, Ruben- intento sacudirlo- Joder, ya se quedó dormido- suspiro- vale, solo haré un excepción.

Vegetta tomo entre brazos al contrario y lo cargo dentro de la casa, debe admitir que fue difícil Ruben no es precisamente pequeño y liviano, su apariencia delgada era un engaño, pesaba demasiado.

Vegetta lo dejó sobre su cama como si fuera un niño cuando se duerme en una reunión familiar para luego salir de nuevo al jardín.

-¿Sera que el puede ser...? - negó instantáneamente con la cabeza- No, ese tontito no podría.

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Det lilla i øynene dineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora