Horas antes de que Rubius y Willy fueran al laboratorio.
-Es mi culpa Akira- sollozaba en los brazos de la rubia- Si no me hubieran capturado Rubius estaría con Vegetta- la pobre chica se sentía realmente culpable por lo que pasó.
-Nena no es tu culpa- acariciaba sus cabellos- nadie sabía que se idiota iba a hacer tal cosa- intento animarla.
-Es que ustedes no saben lo sádica que puede llegara a ser Amidala, me obligó a lastimar un bebe Aki, un bebe!- los sollozos se volvieron más fuertes pero estaba vez no salieron consuelos de la voz de la rubia.
-Y acaso llorando lo vas a salvar? Vaya mierda, tu misma me digiste que eres una de las mejores sicarios que pudo pisar este pueblo- la miró a los ojos- demuestralo.
Nieves solo miraba sorprendida a su pareja, pues no esperaba tal regaño por parte de esta pero ella tenía razón, llorando no podría salvar a Vegetta y ver a Ruben feliz de nuevo, tenía que hacer algo.
-Tienes razón- se seco las lágrimas- Tengo que salvarlo- con decisión se levanto de la cama donde se encontraba- Ire a ver a Ruben-
Akira solo asintió con la cabeza y le dio un tierno beso en los labios para despedirse.
Nieves estaba un poco nerviosa, hace mucho no miraba a su hermano y tenía miedo de la reacción que este tuviera sobre ella pues ni siquiera dejó que la viera en el hospital.
Tocó la puerta solo dos veces para que entendiera que era ella ya que nunca usaba el timbre, espero uno minutos y no esperaba que quien abriera fuera Guillermo y no su hermano.
-Nieves, que haces aqui?- preguntó sorprendido.
-Yo vivo aqui, cual es tu excusa?- regreso la pregunta igual de confundida.
-Temas de cocina, ya sabes- le explico- pasa- se hizo a un lado para dejar entrar a la chica.
Nieves observó la casa y parecía una sala de detectives, papeles en todos lados, hilos que se conectaban con otro y muchas pero muchas cajas de pizza y refrescos vacíos.
-Ni si quiera me tomaré la molestia de preguntar- dijo resignada- Y esta conexión esta mal, Amidala pasaba mas tiempo con Dulce que con Kristina- se acercó a la ventana para cambiar de lugar el hilo-
Willy iba a preguntar que hacía aquí luego de haber ignorado a Ruben tanto tiempo pero su voz fue remplazado por la del oso.
-Nieves?- la miró sorprendido- Mi niña!- dejo la pizza en el sofá y se acercó a abrazarla- Pensé que me odiabas- dijo algo triste.
-Yo pensé que me odiaba a mi- correspondió el abrazó- No creí que me quisieras ver luego de lo de Vegetta- agachó su cabeza.
-Pero que cosas dices? Si nada es tu culpa, eres mi hermana pequeña, jamás me enojaria contigo-