17. El "ofendido"

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Después de llamar más de 30 veces y comprobar que en efecto, el celular de Naim estaba prendido, y si no le contestaba era porque el no quería, me enoje, pero me puse un poco en su lugar, pero no podia permitir que Naim estuviera enojado, en estos dias, era una de las cosas mas lindas que tenia. Era de madrugada y yo no paraba de darle vueltas al asunto,unas lagrimas rebeldes amenazaban con salir de mis ojos, me decidi a ir a hablar con el. Tome mi celular, las llaves, y mis zapatos, por Ava no me preopucaba, se habia quedado con los muchachos en su casa. Sali en pijama y rápidamente el frio caló en mis huesos. Me subi al carro y lo encendi, mire mi teléfono para ver la hora, 2:15 am, me meti a whatsapp y vi a Naim en linea, ignorando el montón de mensajes que le habia dejado. Mi orgullo era tanto que no me permitió ir a buscarlo por una semana entera, pero después reflexione y pensé, con la ayuda de Libardo, que me hizo entender que si yo no lo hacia, el tampoco lo haria. Llegue a la casa del español, donde vivia solo. Estacione mi carro enfrente de su casa y me quede pensando en el volante. Estuve a punto de irme pero recorde las palabras de Libardo: "Si no lo haces tu, el no lo hara". Me baje volviendo a sentir frio, asi que me apresure a tocar la puerta de Naim un poco fuerte para que me abriera rápido, sabia que estaba despierto, seguía en línea. Toque una vez más la puerta,mire mi teléfono y Naim se desconecto. Me di por vencida, lo habia perdido. Me di la vuelta,y esas lágrimas volvieron a llenar mis ojos, y aunque trate de impedirlo, salieron sin pausa. Camine unos cuantos pasos al carro, cuando senti que alguien me tomo de la mano y me volteó abrazandome. Su cuerpo era todo lo que necesitaba, estaba tan calentito que me queria quedar asi todo el tiempo. Me hizo pasar y me dejo sentarme en un sillón, intentando verme con seriedad y frío, pero al ver sus ojos, te transmitian las ganas que el tenia de venir hacia mi y llenarme la cara de besos.

Valeria: Se que te estas preguntando que hago aqui de madrugada, pero es que esto me estaba comiendo la mente, por las noches no me dejaba dormir, aunque Libardo me advirtió, no quise hacerlo de primera, queria que tu vinieras hasta mi a disculparte, pero entendi que quien mas la regó fui yo, y créeme que no pasaba un dia que no pensara que te habias alejado de mi para siempre, que me habias dejado, y no podia con eso en mi cabeza, pensando que lo lindo que habia creado lo habia arruinado por mis tontos celos, me comporte súper mal con el beso, aunque no significo nada, se que a ti te molestó -Decía rapido y con los ojos inundados de lágrimas.

Naim: A ver, tranquila -Dijo sentándose a mi lado -En ningun momento pensé en alejarme de ti, si sale no te habia buscado es porque estaba preparando algo para pedirte perdón por lo de que extraño a mi ex, perdoname en serio, estaba confundido, no se que me paso, y ver como alejabas tu mano de la mia, me destruyó por dentro. -Suspira- No vuelvas a pensar que me alejare de ti, te hice una promesa, y esto -dijo señalando mi dedo, donde se encontraba el anillo -lo simboliza e inmortaliza.

Le di un abrazó, sus brazos eran tan protectores y cómodos que te hacían querer quedarte todo el tiempo en ellos. Yo estaba tranquilizandome, intentando que mis lagrimas cesarán, mientras Naim dejaba besos en mi cabeza.

Naim: Te quedas a dormir?

Asenti y me llevo a su habitacion, la cual nunca habia entrado. La mire un poco y me senté en su cama. Naim imito mi acción y se sentó a mi lado acariciando mi pierna como la vez que lo hizo por debajo de la mesa. Sonreí y le deje un beso en el cachete. Me acosté boca-arriba y después vino Naim y se posicionó encima de mi, era tan sexy y lindo a la vez. Empezó a dejarme besos en toda la cara, y uno que otro en los labios, pero era un piquito pequeño. Cuando se cansó de hacerlo, se volteo y se recosto a un lado mio. Era mi turno, aunque yo tenia sueño, no le daría besos como el. Me acerque a sus labios, ilusionandolo con un beso, imite la acción de subirse uno encima del otro, y lo abrace, literalmente parecia un koala, Naim era muy alto a comparación de mi 1.63, asi que puse mi cabeza en su pecho, pase mis manos pon su espalda y me dormí abrazada de el "como un koala" El igual paso sus brazos por encima de mi, haciendo que el frío que habia desapareciera, asi, nos dormimos profundamente, no saben la paz que sentía en mi al saber que Naim me habia perdonado, y que ahora volviamos a estar juntos.

"Mi historia entre tus dedos" Naim DarrechiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora