~Libre~

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Bueno, solo soy yo, sé que cualquier cosa puede pasar pero de todas formas no puedo ir en contra de mí, no pertenezco a una jaula y aunque así fuera ninguna llama mi atención. La vida es muy corta para preocuparme por donde ir, por donde estoy o por donde debo estar y es raro, pero solo sé que nada me importa, nada a excepción de él.

...

Eran las 5:30 a.m cuando una ave de color negro empezaba a soltar unos chirridos bastante molestos y es que a esa hora  no era normal que Tokoyami hiciera ruidos, Keigo cerró con un poco de fuerza los ojos y frunciendo el entrecejo en forma de molestia, era demasiado temprano y debía ir a la universidad en una hora y media. Se levanta con dificultad y se dirige hacia la sala para notar que Tokoyami lo miraba, este también lo miró, formando una guerra de miradas, no entendía que carajos quería el animal hasta que nota que el animal no tenía comida, era una molestia.

Hawks no pudo retomar el sueño, se había despertado en su totalidad así que decidió tomarse un café, muy fan de este no era pero desde que Enji iba de vez en cuando a su apartamento se aseguraba de tener lo necesario para que su amado se sintiera cómodo, debía admitirlo, su hogar cambió bastante desde que metió a la fuerza al mayor en su vida, todo estaba más en orden y tenía más cosas que decoraban con decencia el lugar, miró el reloj que apuntaba a las 5:40 y es que el tiempo pasaba tan lento, debía estar en la universidad a eso de las 7:15 pero no lograba concebir el sueño. Pronto se quedó solo mirando a un punto fijo en su café, sin notarlo, se había sumergido en sus pensamientos como si nada, recostándose poco a poco en el sofá y derramándose un poco de café de paso.

...

Hawks se encontraba en la antigua casa de su familia, era pequeño, alrededor de 6 años debía tener, este estaba jugando tranquilamente y con una expresión seria en su cuarto sin hacer ruido y sin escucharlo por ningún lugar de la casa, todo era silencio.

Su familia era de una buena posición económica, su padre y madre trabajaban en conjunto en una empresa de negocios y por ende estos siempre se encontraban de viaje dejando a su hijo al cuidado de su tía.

-Puedo salir a jugar?

-No, silencio, ya va a empezar mi programa- 

Esta mujer era su tía por parte de su madre, quien solo lo cuidaba porque así recibía estadía en la lujosa casa de su hermana y no era nada difícil su trabajo, ya que el niño que cuidaba era bastante sumiso, esta se había encargado de que lo fuera. Desde que tiene uso de memoria, Hawks nunca pudo salir a jugar con otros niños, recibía educación en su casa y se veía sometido a gritos y retos por parte de su tía quien era una persona egoísta e impaciente. Sus rutina diaria era prepararse para recibir a su maestro por la mañana, hacer su tarea en la tarde y desocuparse para solamente jugar con su imaginación encerrado en su cuarto. 

-Tía, quiero salir- aprieta con fuerza sus puño y la cabeza baja, sabía que recibiría un reto pero estaba cansado, harto de estar metido en esa habitación, solo le quedaba esperar la obvia respuesta.

- Te dije que te calles, niñato- sin despegar la vista de la pantalla y con desagrado en su voz.

El pequeño niño se encontraba parado en la puerta de la sala viendo como la mayor lo ignoraba, apretando más fuerte sus puños y sus dientes, con la mirada en el suelo mientras contenía las ganas de llorar, no le gustaba hacerlo y menos en frente de alguien.

- Dije que quiero salir!- soltó, su voz se sintió fuerte incluso para él, nunca había alzado la voz y no sabía como reaccionar ante lo que había hecho. Miró hacia la mujer que estaba en frente de él y que poco a poco se levantaba de su lugar con un gesto de repugnancia en la cara, sabía lo que haría y no tenía duda, solo debía esperar y así fue, esta lo golpeó en el rostro dejándolo tirado en la puerta, mientras que este se encontraba sollozando, otra vez no había logrado nada.

*El niño mimado del Jefe* (EndeHawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora