*El niño mimado del Jefe* (EndeHawks)

~Verdad~

No te conozco, tu sin fin de anécdotas y experiencias son ajenas a mí, tus pensamientos o tus recuerdos, no los conozco. Tu eres Enji, verdad? no te conozco, no del todo, pero no me interesa, todo lo contrario, la curiosidad de saber quién eres en realidad hace que mi corazón se acelere, que mis manos suden y mis palabras tiemble. No sé quién eres pero quiero conocerte y prometo que trataré de entenderte.

...

Se encontraba un poco mareado, si cabeza dolía pero era soportable, mientras con sus ojos recorría el lado derecho de la habitación de hospital en la que se encontraba, espaciosa y blanca, se sentía cómodo en aquella gran cama, volteó con cuidado su cabeza para seguir observando a su alrededor, su rostro ya no le dolía tanto y podía ver mejor, al parecer la hinchazón de su ojo izquierdo había bajado durante la noche. El rubio vio a su lado a un hombre mayor con el rostro posado al lado de su mano que se encontraba atrapada entre las del mayor, este había pasado toda la noche a su lado hasta quedar dormido en una posición bastante incómoda, el menor sonrió levemente para levantar con cuidado su mano y acariciar con delicadeza aquel cabello rojizo que era tan llamativo, era suave aunque a la vista no pareciera y ante esta acción el mayor despertó perezosamente con el ceño fruncido, algo molesto al parecer pero era como de costumbre.

- Buenos días cariño - Keigo dedicó una sonrisa enternecedora para su pelirrojo, quién solo se limitó a observarlo, recobró un poco de calma ante su hermosa sonrisa y la expresión tan calmada que este llevaba, pero no podía pasar por alto las heridas en su rostro, en su cuello y manos y en otros lugares que por la bata de paciente no podían verse. Enji se acomodó un poco mejor en su asiento mientras le dedicaba una especie de sonrisa haciendo que el menor se sonrojara levemente. 

Se sentía tranquilo, pero la furia dentro de él no podía ser controlada por mucho tiempo, cada que recorría con su vista la figura herida de su pequeño quería simplemente preparar a sus hombre y masacrar a aquellos que se atrevieron a atacar a su rubio, su especie de sonrisa se desvaneció en un instante para dar a ver su aura de seriedad y frialdad, no iba a quedarse de brazos cruzados.

- Dime quienes eran- Sus ojos de un brillante color turquesa se posaron en los ojos amielados del menor, dando a entender que era una pregunta seria que requería una respuesta seria.

- El idiota de pelo celeste es un tipo, bueno, un pandillero, ese maldito se llama Tomura, normalmente no se debería de meter con ellos pero hice enojar a uno que casualmente era de los suyos, sabes? Solo lo choqué dos veces y casi me matan- Hablaba tanto como siempre, de cierta forma le tranquilizaba que hablara a que quedara traumado o algo así, además parecer ser que Hawks sabía algo de aquel mocoso, quién sabe por que - Fue con dos más, una chica que se llama Toga, la vi un par de veces en mi universidad pero solo eso y un rubio con una extraña cicatriz en la frente y que era bastante extraño, mejor dicho, estaba loco!- Bueno, dio información bastante importante y seguía tan expresivo como siempre, un alivio -Bueno, ese tipo loco al parecer se llama Jin o Twice o Twice Jin, quien sabe esos bastardos no se decidían en cómo llamarlo!

Enji solo lo observaba un poco más tranquilo, pero sin perder la seriedad, Tomura? juraba haber visto al mismo mocoso con Shigaraki hace algunos años, en aquel entonces era un niñato más pequeño pero recordaba que su nombre era distinto, o a lo mejor solo cambió su nombre, mientras que a los otros dos no tenía idea de quienes eran, pero seguramente eran nuevos integrantes de Shigaraki.

- Muy bien, fue de ayuda, llamaré a los doctores para decirles que despertaste- Keigo sintió una gran satisfacción cuando el mayor lo felicitó, parecía un pequeño polluelo con el plumaje desordenado gritando por atención.

Pronto los doctores fueron a revisar el estado actual del rubio, a pesar de no haber pasado todo un día luego de lo sucedido, la hinchazón y la mayoría de las heridas fueron tratadas con éxito pero aún así si pierna enyesada era molesta, tenía algunas cortadas ya vendadas y algunos moretones, pero su estado era bastante decente.