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Te amo... oye! ¿Me amas? Miénteme un poco. Di que me amas por encima de todo, di que soy tuyo y que eres mía, dilo...oye! ¿Planeabas escapar?

...

Martes 1:30 p.m

- Toma, come pequeño - Era...extraño. Hawks se encontraba aún en la misma oficina, había dormido en el mismo sofá donde lo había dejado Shigaraki luego de haber hecho cosas demasiado raras, viniendo de él, con su cuerpo, sin embargo el rubio no durmió ¿Cómo podría? Toda clases de cosas estaban pasando como para que él durmiera tranquilamente, además, estaba lo suficientemente a la defensiva como para tener sueño.

Nadie había entrado a la habitación para su suerte, a lo mejor Shigaraki habría cerrado el lugar con llave o algo así pero se equivocó, de un momento a otro la puerta se abrió y el solo pudo observar aquella acción mientras se aferraba al saco que aún conservaba del mayor, hacía frío y no iba a rechazar aquella manta improvisada. No quitó la vista de encima aquel tipo, tenía una ira inmensa y solo quería matarlo en ese preciso momento, pero era obvio que no podía si es que quería volver con vida con su pelirrojo. Vio como se acercaba con una bandeja en sus manos y un ... ¿Desayuno? ¿Era una especie de broma?.

Lo trataba exageradamente bien para haber intentado hacer las cosas que quería con él hace un día.. o quizá menos, como tenía las manos esposadas solo se limitaba a comer aquellos pastelitos de la mano del mayor, era, definitivamente, demasiado raro. Lo ayudó a almorzar, un raro almuerzo la verdad, acarició su cabello y su mejilla cuando se retiró y todo aquello fue tan extraño que hasta causó repulsión. Shigaraki volvió unos minutos después y se sentó a su lado, lo observaba sin ninguna pizca de vergüenza mientras que la incomodidad desbordaba del pequeño rubio quien rogaba que se fuera de una maldita vez.

- Eres jodidamente lindo, ¿sabes? Igual a tu madre - gracias a lo dicho el le dirigió una mirada que emanaba sorpresa, ¿Su madre? No la veía hace algunos años, ¿A caso este tipo la conocía? 

- ¿Cómo conoces a mi madre? - Era cierto que sentía una cierta preocupación por su madre, ella en sí nunca había sido mala con él pero no demostraba mucho, nunca lo ayudó por lo que no creía que lo quisiera, pero no la comparaba en absoluto con su padre o su tía, a lo mejor era diferente.

- Ella es mi esposa, niño - se acomoda más en el sofá mientras pasa su brazo por detrás del rubio quien ante la noticia no se había percatado de eso. Su madre era la esposa de este tipo ¿Era una broma? ¿Y su...agh Padre? pensaba preguntar, tenía muchas dudas al respecto pero solo sintió su brazo envolverlo y ahí fue cuando despertó de sus pensamientos y dudas, respondió a sus preguntas, además, como si hubiera leído sus pensamientos - Si te preguntas esto, pues tu padre murió junto a su hermana, creo que es evidente la causa de muerte si es que tu madre está conmigo, no? - Le miró el rostro impactado analizando nuevamente sus labios, nariz, ojos, todo lo que pudiera ¿Por qué? No lo sabía, solo sentía profunda atracción a aquellos rasgos tan similares a los de su esposa. Enfermo ¿No?

Hawks trató de zafarse pero era absolutamente imposible, ¿Cuánta fuerza tenía este tipo? No entendía aún el repentino cambio de humor que poseía pero podía agradecer que aún no intentara matarlo, pero después de entender las intenciones que tenía al acariciar poco a poco su cintura e ir bajando progresivamente pensaba que no era tan mala la opción anterior.

Pero, por suerte, el ruido del teléfono lo salvó como nunca antes, Shigaraki quedó quieto un momento mientras suspiraba y dejaba en su lugar al pequeño rubio, su cuerpo se veía tan frágil en aquel momento, se paró y fue donde el ruido y sin más atendió mientras seguía viendo a Hawks en el sofá. Shigaraki sabía perfectamente quien era, no era sorpresa.

*El niño mimado del Jefe* (EndeHawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora