Capítulo 4: Fuerte aroma

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Sasuke: Bien, señorita Hyuga (dijo este mientras se daba la vuelta y se posesionaba de nuevo sobre su asiento, ignorando así las ganas que tenía de abrazar a su omega) diríjase con la directora Yamanaka de planeación, ella le indicará todo lo que tendrá que hacer estos 6 meses (dijo ya sentado mientras cerraba sus ojos unos cortos segundos para luego dirigirlos hacia la aun firme ojiluna frente a él)

Hinata: Hai (respondió con simpleza aun con su inexpresiva expresión mientras daba una reverencia corta hacia este, para inmediatamente girar y emprender camino hacia la indicación de este)

El azabache en cambio solo dio una corta confirmación para que esta continuara su camino sin preocupación alguna, pero la verdad es que aún se sentía algo ansioso después de tenerla frente a él, mientras tomaba aquella mano tan delicada entra las suyas.

Maldición, se había sentido tan bien sentir cortamente su piel que pensaba que se estaba volviendo loco.

Después de que la ojiluna salió toda seria de aquella oficina, el azabache soltó un suspiro mientras desviaba su mirada a un lado y posaba una de sus manos sobre su frente, cuestionándose a sí mismo si había hecho bien en volver, pues claramente su reencuentro no les hacía bien a ninguno de los dos y no lo haría pues ahora la tendría 6 meses cerca de él, con esto, sabía que la idea de olvidarla en definitiva se había esfumado por completo.

Pero... de alguna manera estaba agradecido con esta obra estúpida del destino de jugar con ambos, porque quería saber un poco más de su omega, quería saber si ella había sido siempre aquella chica inexpresiva o si él y el suceso que pasó hace años habían sido el verdadero causante de ello, y si se había producido por lo último quería solucionarlo antes de no volverla a ver después de esos 6 meses.

Ya un poco cansado de atormentarse con esas ideas, el azabache se pone de pie nuevamente, pero esta vez para dirigirse hacia la azotea y fumar un cigarro.

La ojiluna, quien se derrumbó después de haber salido de aquella oficina del azabache, trató de recuperar el aire, porque la verdad es que aún estaba muy nerviosa y sorprendida, se había privado de mostrarlo porque no quería que ello le afectara más, ella necesitaba superar todo lo relacionado en cuanto a ese tema, porque la idea de dejarlo en el olvido es absurdo, porque el pequeño ser que creció dentro de su vientre por 9 meses si existió, el ser que tanto amó y aun ama siempre estará presente en sus recuerdos, porque a pesar de todo lo malo que vivió él fue su fortaleza todo este tiempo.

Un poco más tranquila, la ojiluna endereza su postura y toma camino hacia el departamento de planeación.

Un tanto torpe la ojiluna tocó la puerta de la oficina de esta al no ver a la secretaria en su puesto.

X: ¡¿Quién?! (Preguntó una voz energética del otro lado)

Hinata: Am, s-soy la pasante Hinata Hyuga, me mandaron aquí (dijo un tanto nerviosa)

X: ¡Pasa querida! (dijo aun con su tono enérgico y fuerte para que esta la escuchara)

Hinata: Con permiso (dijo la ojiluna mientras abría la puerta e ingresaba dando una reverencia hacia la otra persona)

Ino: Oh ¡eres tú ¡(dijo alegre mientras se acercaba y posesionándose frente a esta) te estaba esperando niña lista (dijo mientras extendía su mano hacia esta con una sonrisa)

Hinata: Mucho gusto directora Yamanaka (dijo con una voz baja y suave mientras aceptaba la mano de esta)

Ino: Mucho gusto Hinata-chan (dijo aun con su sonrisa brillante mientras estrechaba alegremente su mano) mmm pero creo que empezamos un poco mal (dijo mientras tomaba una pose pensativa pero anda seria)

[PAUSADA] Abrazame, por favor (SasuHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora