—Londres —
-Tengo las piernas entumecidas Kara — Escucho a Zara quejarse — Han pasado dos años, deberías ser capaz de viajar en un avión-
-Imposible — Kara murmura, y sólo puedo pensar en que ocurrió para no querer usar un avión — Y deja tus quejas, despertarás a Lena-
-Ella está dormida desde que salimos de Oxford — Lo estaba pero su voz no me deja dormir — Y creo que está mentalizándose para convivir con nuestros padres, pude notar la poca motivación-
-Está molesta por su trabajo, tú y ahora mis padres han interferido en su itinerario-
-Lo siento pero ella necesita salir, no puedes mantenerla cautiva Kara-
-Claro que puedo, pero por sí no lo has notado, Lena no es una mujer que guste de salir y hacer compras, evita molestar por favor, no abuses de su amabilidad-
-Creí que no te importarían sus acciones o pensamientos, cuando mis padres mencionaron tu nuevo compromiso enfureciste, y ahora realmente pareces interesada — Puedo notar el tono divertido en Zara.
-Es mi esposa, tengo que ver por su bienestar-
-Claro, como digas, hermanita-
Ellas vuelven al silencio y no puedo evitar pensar en las palabras de Zara, aunque Kara ha dicho que lo hace por ser mi esposa. De cierto modo le agradezco que comprenda mi molestia al no trabajar según mis horarios, espero que la próxima vez Zara no sea tan inesperada al invitarme, prefiero que lo haga con días de antelación, entonces no tendría problemas como los de ahora. Media hora después el auto se detiene, entrecierro los mirando por la ventana del auto un enorme portón el cual se abre de par en par, y seguimos el camino, así que ya hemos llegado.
-Lena — Zara mueve mi hombro — Lena despierta-
-¿Ya llegamos? — Pregunto como si recién acabara de despertar.
-Sí — Muestra su amplia sonrisa — Te encantará la mansión de mis padres, a nuestra madre le encantan las flores así que verás muchas-
-Puedo notarlo — Bostezo mirando las distintas flores — ¿Qué hora es?-
-Las diez de la mañana — Kara responde mirando su reloj, sin dejar de mirar la carretera — Desperézate y acomoda tu cabello — Peina mi cabello con sus dedos.
-No asistiré a un almuerzo con reina — Bromeo haciéndola reír — Ellos ya saben de mi carente elegancia-
-Me agradas cuñada — Me abraza y en cuanto se detiene el auto, se aparta — Y por fin estiraré las piernas — Sale rápidamente del auto.
-A mí me duelen mis posaderas-
Me quejo y Kara arquea una ceja, así que sólo me encojo de hombros saliendo del auto al mismo que tiempo que ella. Zara es la primera en subir los escalones hasta la entrada, y en cuanto toca el timbre la señora Alura la recibe con un fuerte abrazo llenándola de besos. Siendo el turno de Kara hace exactamente lo mismo así que prefiero entrar eludiendo la escena siguiendo a mi cuñada hasta llegar a la estancia, donde el eminente Señor Emre espera sentado en un elegante sillón café, por supuesto saluda a su hija menor y en cuanto se percata de mi presencia, cambia de expresión.
-Lena, bienvenida — Puedo notar cierto tono despectivo.
-Sí lo dijera con sinceridad le diría gracias — Esbozo una falsa sonrisa desconcertándolo y Zara contiene una sonrisa — Descuide, no tiene que ser amable conmigo-
-¿Qué le has dicho? — Kara pregunta al llegar a mi lado, mirando de mala manera a su padre.
-Le di la bienvenida, no dije nada ofensivo-
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Game Won
RomansaTodo empezó mal, no había amor, sólo posesión y rencor, pero entonces el tiempo te demuestra una vez más, que todo puede cambiar, y a veces tienes que sufrir en el proceso para lograr ser feliz. Es justamente lo que viví, pero honestamente, volvería...