Capitulo 7 "No quiero morir"

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La hermana Mary nos despierta con los fuertes golpes en la puerta. Ambas nos despertamos y nos sentamos en la cama. Belén mira hacia abajo sin hacer ningún movimiento, como una estatua. En cambio yo soy todo lo contrario, me muevo para que la sangre vuelva a fluir por mi cuerpo, estoy echa un palo.

-Buen día.

Ella gira su cabeza y me mira, mueve un poco los labios como si no supiera si está segura de contestar.

-No tienes que decir nada si no quieres.

Y  bueno, al parecer no quiere, ya que volvió a mirar hacia abajo.

Ya pasa casi media hora y es momento de ir a desayunar. Las puertas se abren y yo me le levanto. Cuando salgo por la puerta, veo una gran cantidad de mujeres caminando. Están las rudas, las ancianas, las bobas, las tímidas y otras clases de mujeres. Veo que Alisson sale abrazada con una chica, pero mucha importancia no le doy. Alisson con rasguños y Adam ahogándose ¿Que fue eso? Fue todo parte de mi imaginación ¿Me estaré volviendo loca?

Ya saliendo del pasillo de los cuartos noto que se acercan los guardias, si no sales cuando te lo piden te dan un castigo por egocentrismo. Belén. No la veo por ningún lado, soy y seré su compañera el tiempo que me quede. No puedo ser mala con ella.

Me doy la vuelta y empiezo a correr. Ciento los fuertes pasos de los guardias que se acercan, debo  apresurarme. Cuando llego me resbalo y entro empujándome con la ayuda de las manos.

-¿Qué haces aquí? Tienes que salir.

-No quiero, no conozco a nadie. –Me dice suavemente.

-Te castigaran, ven.

-No, por favor.

-No he venido aquí por mí, te estoy ayudando. –Ella se queda mirándome un rato, y luego curva un poco sus labios. Gira para poder pararse pero ya es tarde, los guardias están muy cerca. –Solo sígueme el apunte.

Me tiro al suelo y empiezo a gritar.

-Pide ayuda. –Le ordeno y sigo gritando en el suelo con una mano en mi estomago. Ella se levanta y sale hacia la puerta.

-¡Necesito ayuda! No sé qué le pasa. –Le dice a los guardias y ellos entrar rápido.

-¿Le hiciste algo?

-No, se levantó y se cayó al piso. –Es excelente actuando. Yo lo único que hago es gemir. Pero de repente, siento algo, un cosquilleo, un dolor caliente, algo me pasa. Suelto un aire, algo no me deja respirar, me cuesta. El dolor retumba en mi estómago. Los guardias me agarran fuertemente, uno es Alan. El guardia que conocí el primer día. Uno de cada lado me sacan del cuarto y le ordenan a Belén que vaya al comedor.  El dolor cada vez es más tenso, yo apenas puedo respirar. La peor parte fueron las escaleras, apenas pudieron ayudarme a cruzarlas. Me están llevando a la sala de cirugías. Cuando llegamos, los guardias me bajan y Alan empieza a darme palmaditas en la mejilla, no reacciono pero lo veo.

-¿Está muerta? –Pregunta él mientras se acerca el doctor.

-Déjame ver. –Me pone la manos en el corazón, luego en el cuello y luego bajo mi nariz. –Algo le está pasando. Está viva, pero no responde.  Llama a la hermana Violeta.

Alan sale corriendo y el doctor le hace señas al otro para que se retire. Yo estoy en una silla. El doctor apunta el foco de una lampara hacia mí y el empieza a mirarme fijamente. Me abre los ojos, luego la boca. Se pone los lentes para ayudarse un poco más y sigue observando atentamente mi rostro, yo no me puedo mover.

De repente curva las cejas y empieza a pasar su dedo en mi mejilla. Hace un recorrido acariciándome hasta mis labios, los toca y los separa ¿Qué está haciendo?

La puerta se abre y alguien se acerca.

-¿Que ha pasado? –Pregunta, es la hermana Violeta.

-Creo que se encuentra en un estado vegetativo. –Le dice él. –Podriamos darle la inyección. – ¡Inyección! ¿Qué inyección? –Pero tendríamos que avisarle a la hermana Tifa.

-Oh no, estas equivocado, lo haremos por nuestra cuenta, ella no es la que manda aquí y no nos dejara, ella no es la que manda aquí.

-En realidad si, ella es la hermana ejecutiva de este lugar.

-Pues no me importa, tú me seguirás a mí.

-¿Qué te hace pensar eso?

-Muchas cosas. –Se ríe ella.

-Está bien.

Ambos me agarran y me llevan a una camilla en otra sala, trato con todas mis fuerzas moverme pero es imposible, no comí nada que me caiga mal, simplemente fingí para ayudar a Belén.

La inyección ¿De qué se trata? ¿Me mataran?

El doctor carga la jeringa con un líquido y le pide ayuda a Violeta para que me levante el camisón ya que tiene que ser inyectado en el trasero.

Está bien, me mataran si es lo que quieren, no puedo moverme, esto es muy estúpido. No hice nada, no tiene ningún sentido, solo me dejo llevar. Rafael se saldrá con la suya, los chicos no podrán hacer nada, tampoco iba a pasar algo, pero James confiaba en mí. ¿Cómo hace alguien para ser importante en un lugar donde nada es importante? No me gusta defraudar a nadie, pero que opción tengo, si no muero ahora, en algún momento lo hare, Rafael se saldrá con la suya y matara a Ana, los chicos no saldrán más. Pero no. Yo sé que puedo ayudarlos a todos, quizás no soy nadie, pero seré una gran ayuda. No, no es eso. No quiero morir, eso es. Tengo salida, puedo salvar a Ana, puedo ayudar a los chicos, pero lo principal es que no quiero morir ¡NO QUIERO MORIR!

Me muevo y caigo de la camilla, Violeta intenta agarrarme pero yo salgo corriendo. Intento abrir una puerta pero con los nervios me cuesta estar estable. Salgo corriendo por los pasillos y los guardias se quedan mirándome confundidos ¿Si me metí en problemas de nuevo? No tengo solución. Si, si la tengo. Tifa. Pero tengo que escapar de todos para llegar a la primera planta. Ella dijo que me iba ayudar.

Bajo los escalones a golpes, para llegar más rápido doy saltos. Me volteo y veo que cuatro guardias que me siguen. Si me atrapan me harán algo ya que Violeta y el doctor no le dijeron nada sobre la “inyección” a Tifa y eso es un gran problema. Corro con toda la prisa que puedo, pero me tropiezo al bajar los escalones, es tarde para levantarme, los guardias están muy cerca mío. Gateando intento salir pero hago un intento fallido y me caigo. Ellos me agarran de los hombros y me llevan de nuevo hacia arriba. En el camino nos encontramos con la hermana Violeta y el doctor.

-Llévenla a la sala de cirugías. –Ordena Violeta.

 -De ninguna manera. –Dice atrás mío la Hermana Tifa con los brazos cruzados. 

Noel no está loca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora