𝐌𝐲 𝐂𝐥𝐮𝐛 ♡ 𝑱𝒊𝒏𝑻𝒂𝒆

𝐎𝐍𝐄↳ 𝐂𝐥𝐮𝐛 𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐥𝐥𝐲🍪

—Está bien Kim Tae Hyung. Si no logras incluir a una persona más en tu club para este mismo viernes antes de las dos de la tarde, no podrás abrir el club ¿Ha quedado claro?

—¡Prometo que tendrá muchos miembros! ¡Muchas gracias! —exclamó emocionado antes de salir corriendo del salón de administración de clubes del instituto.

Tae Hyung preparó toda la mañana carteles y panfletos para promocionar su nuevo club. Estaba ilusionado ya que por fin le habían permitido su petición para crear y ser líder de un club institucional. Tenía muchas ideas para ello, pero la idea principal era crear un club diferente a los otros. Ahora que estaba en tercer año, conseguir un club era importante, además de obligatorio, todos debían pertenecer a uno.

La meta sería conseguir dos integrantes para que el club sea oficial y debe conseguirlo antes de la dos de la tarde de ese mismo día, algo complejo e injusto, pero no se daría por vencido. Tomó sus carteles hechos a mano y sonrió —Kumamon es la cara del Eternally —asintió para sí mismo mirando su obra de arte.

Salió de la biblioteca muy contento con el rollo de cinta adhesiva y cinco hojas tamaño carta para colocar en las paredes del instituto junto a los demás afiches de los clubes existentes. Colocó la información de cómo encontrar el club, pero no de qué se trataba, esa era la magia de Eternally, aunque él no estaba del todo seguro sobre la temática.

Sus compañeros lo miraban en silencio. Decían que aquel muchacho era un genio para no decir que era un total lunático, no se juntaba con nadie desde primer año ya que de pronto comenzó a fascinarse más por las cosas que por las personas, además de otras situaciones por las que estaba pasando que prefirió desapegarse de la sociedad. Sus compañeros nunca fueron agradables.

—No queremos unirnos a tu club —le dijeron más de una vez. Incluso, ya era más de la mitad de sus compañeros que le decían esa respuesta al preguntarle, otros sólo podían evadir la pregunta, no entendía por qué no querían hacerlo. Él como líder del club daría todo de sí para que lo tomaran en serio.

—Vete con tus mariconadas a otra parte —lo empujó fuertemente y casi se deja caer hacia atrás, esa era su vida, no le daban respeto y él, simplemente no se defendía, no le veía caso hacerlo.

Le habían prestado un salón de clases para que formara su club solo después de las dos de la tarde. Había colocado cintas de colores, muchas fotografías de Kumamon y dibujos, compró galletas en paquetes y las colocó en el toper de su almuerzo junto a un zumo de manzana. Estaba muy emocionado y tenía la esperanza de que alguien se uniría al club.