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❝Preocupación❞

Pasó la mañana de forma totalmente amarga. Rubius se quedó para ayudar a los pueblerinos, en lo que se disculpaba por sus dos amigos Alfas y su combate sorpresivo. También aprovechó el suceso para pensar todo lo que había pasado, desde la montaña con Vegetta hasta la última palabra de Willy.

«Rompí mi vínculo con Vegetta.»

Eso lo hacía removerse, con las telas de las destrozadas tiendas en mano. ¿Quién podría cortar un vínculo tan increíble, con un Alfa cómo Vegetta? Un completo idiota. También cabía la posibilidad de un Alfariego.
Suspiró por quinteaba vez en ese día. No puede hacerse de ideas si tiene las respuestas correctas con Willy o con... Vegetta.

—¡Rabis!

Se dió vuelta con sorpresa por aquél apodo, encontrándose con un castaño portador de un gorro al igual que él y de ojos azules, pertenecientes de su gran amigo y Alfa; Luzu. Sonrió de forma leve e inconsciente, Luzu siempre estuvo allí para todos los de la manada.

—Hombre, ¡mami Luzu!—se acercó al Alfa mientras Luzu bajaba de su chocobo.

—¿Pero qué pasó aquí?—inquirió, mirando para todas partes con su típica preocupación a flote.

Con Luzu, su altura está a su favor al decir que es un Alfa, pero por sus actitudes podrías decir que es un Omega. Confunde completamente cuándo lo ves y cuándo lo conoces, las dos cosas te rebelan cuestiones absolutamente distintas.

Luzu hizo una mueca mientras sacudió su cabeza con brusquedad.
—. Tío ¿por qué huele tanto a menta y nueses agrias? Que sofocante, por los Dioses.

El cura asintió exhausto, ahora mismo estaba pensando si decirle sobre la pelea de Vegetta y Fargan. Conociendolo, iría con ellos y haría el trabajo de Alexby y Fargan en un solo instante con sus insistentes e inquietantes preguntas, haciéndolas parecer un interrogatorio incómodo.

Ehm... Pues, verás...—empezaba de a poco su relato. O mejor dicho, excusa.

—Vegetta y Fargan se pelearon, ¿no?

Ah, sí. Se le olvidaba la gran sabiduría materna que portaba el Alfa con sus amigos.
Suspiró y asintió con lástima.

—¿Por qué?

—Ni yo sé, tío. Ni yo sé...

Oh, claro que lo sabía. Ahora la nueva pareja de Willy es Fargan, y Vegetta es un buen Alfa en todas sus letras; protector, posesivo, imponente y celoso. El Omega albino tendría que aguantar el fantasma del Alfa amatista, por lo menos un par de semanas más.

Para Rubius, el pensar que Vegetta iba a estar encerrado en su gran casa flotante y completamente solo en esas cuatro paredes de piedra, lo deprimian. No podría verlo y no podría ir a verlo por aquellas torretas infernales que siempre trata de mantener encendidas.

Luzu bufó, sacando de sus pensamientos al teñido.

—Pues que más dá. Puedes irte, Rabis. Yo me voy a encargar del resto con Lanita y Alex.—le mostró una sonrisa amplia de comprensión, poniendo una de sus manos en el hombro del teñido.

I will replace himDonde viven las historias. Descúbrelo ahora