9. Porque cuando me vaya...

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YoonGi

La abrazo.

Ella no se sorprende ante mi acción. Al contrario, recibe mi abrazo con urgencia y apoya su frente sobre mi hombro. Trato de hacer lo mismo que ella hizo conmigo para tranquilizarme, pero, es un muy penoso mi intento. Apenas puedo colocar mi mano sobre su espalda y no puedo hacer más.

Soy terrible en esto.

En eso, cuando creo que la situación no puede ser más estresante, ella toma sus cabellos y los hala, inclinando su cabeza violentamente hacia delante.

-Ahora no... Ahora no...

- ¿Qué sucede...?

-Me duele la cabeza... mucho.

Supongo que es tanto el dolor, que hace que se doble hasta que su cabeza termina pesadamente en mi regazo, su frente sobre mi muslo izquierdo. Y comienza a temblar. Como nunca antes había visto a una persona hacerlo.

-Mierda... ¡No me iré, no me quiero ir!

Entro en estado de alarma y lo primero que se me ocurre es llamar a SeokJin. Cuando hago el intento de levantarme, ella se aferra del borde de mi camisa en el instante en que siente mi movimiento.

-No... No te vayas.

- ¿Qué es lo que sientes? - intento replicar las preguntas que tanto le ha dicho SeokJin a sus pacientes y a mí, en sus terapias.

-Siento que me estoy yendo... No quiero irme- Mierda, es Nana- y yo...- suelta un gemido lastimero- no me quiero ir Suga, no me quiero ir...- repite- porque cuando me vaya... no sabré cuando pueda volver a verte y.... no quiero...

Niega con la cabeza tan bruscamente que me veo en la necesidad de detenerla tomando su rostro entre mis manos y haciendo que me mire. Sus ojos están rojos, siento la humedad de sus mejillas debajo de la palma de mis manos y como su cuerpo sigue en un turbio temblor contra el mío.

Nana, quiere volver y está haciendo que SunHee se vaya en contra de su voluntad, dolorosamente.

Y yo no quiero que se vaya.

SunHee

Mi cuerpo poco a poco se va debilitando. Los temblores no cesan y una gran fatiga se apodera de mí.

-Estoy cansada...-apenas logro decir, algo soñolienta- quiero dormir...

-Mierda, no- Suga me da suaves palmadas en mis mejillas y sostiene mi cuerpo cuando, no pude mantenerme más erguida- SunHee, despierta.

Nana es más fuerte de lo que pensé. Me está sacando a la fuerza y no me siento con la suficiente fuerza de hacer algún contraataque. Cierro los ojos.

- ¡SunHee, despierta!

Mi nombre suena lindo viniendo de él....

- ¡SunHee, no te vayas! - Sus gritos suenan lejanos. En esas siento como toman de mi cabeza inclinándola hacia atrás- mierda...

Y siento sus labios sobre los míos. Un beso, chocante, casi desesperado. Su beso no es para nada suave ni romántico. Me besa como si quisiera devorarme y se siente muy bien. Él afianza el agarre de mi rostro y sin pensar- porque no pensaba en ese momento- le respondo el beso. Nuestros labios moviéndose a la par, su lengua rozando la mía. Nuestras respiraciones se vuelven algo frenéticas y puedo sentir como estoy a punto de desmayarme, pero del gusto. Un calor trepa por mi vientre, la tensión presionando mis muslos en una tortura deliciosa.

Luego, paso de no pensar en nada, a solo pensar en él. Mi mente se llena de él, de su beso, de su agarre firme sobre mí, de él diciendo mi nombre.

-SunHee-rompe el beso, gimiendo mi nombre por lo bajo.

Ay madre, que así se oye muchísimo mejor.

Abro los ojos lentamente como puedo, no sé de donde saco el poder, pero lo logro y me encuentro con algo que nunca había visto antes. Me encuentro a Suga, mirándome tan intensamente, una mirada tan urgente. El calor vuelve a torturarme y cuando menos me doy cuenta, ya lo estoy besando de nuevo. Al principio, lo toma por sorpresa. Sin embargo, en cuestión de segundos, retoma el ritmo. Sus labios se mueven impetuosos sobre los míos enviando una sensación tan placentera por todo mi cuerpo. Misma sensación que me impulsa a colocarme sobre él, sin romper el beso. Empiezo a moverme sobre él y en respuesta, me toma de las caderas, con la intención de detenerme. Pero no puedo. Siento que algo toma control de mí en ese momento. Como si algo estuviese manejando mi cuerpo a su antojo, para luego pasar a mi cabeza. Mi cabeza...

-Por favor, di mi nombre otra vez- le ruego con urgencia, mi voz suena temblorosa sobre sus labios.

YoonGi

Su nombre... ella está pidiendo que diga su nombre. Admito que se me es algo desconocida la razón, pero, igualmente cedo.

-SunHee- digo en voz ronca y agitada, por el beso.

No sé qué me impulsó a besarla en primera instancia. Pienso en esas películas en las que el protagonista siente la desesperación apoderarse de él cuando está viendo a su amada morir lentamente y la besa en un último intento de retenerla... aunque ese no fue el caso.

Ella no estaba muriéndose, solo... desvaneciéndose. Muchos menos, era mi amada.

Dejo caer mis manos, hasta que chocan contra sus piernas. Aún estamos en el suelo, ella sobre las mías y yo de rodillas. Mierda, ¿cuándo pasó esto?

La empujo suavemente para alejarla, pero parece que solo logro hacer que se aferre más a mí. Se abalanza sobre mi cuerpo. Yo, tomándola de las caderas por instinto. Su boca se presiona en la mía, tan experta, en busca de un beso por el que era capaz de matar... Mierda, nadie me había besado de esa forma. No había besado nunca en realidad. Asoma la lengua y lame mis labios posesivamente, como queriendo dejar alguna huella impresa por el interior de mi boca. Agarra la parte de atrás de cabeza, y hala de mis cabellos.

-SunHee...- la llamo muy sorprendido de sus tan repentinas acciones.

-No, no- dice en un tono cantarín mientras mueve su dedo índice de un lado al otro y sonríe. Su sonrisa me paraliza. Una sonrisa guasona, rozando a lo demente. Una mirada oscura e inquietante, como si pudiese ver a través de ti. Su dedo empieza a trazar líneas a lo largo de mi mandíbula y la otra mano me sostiene del cuello. La situación ya se me está tornado algo peligrosa... Me separo un poco de ella, lo más disimulado posible, pero lo nota, y encierra con su cuerpo el mío haciendo que mi espalda diese contra el suelo- ¿A dónde vas? Si apenas acabo de llegar, querido.

-SunHee- trago en seco-... pero que- coloca su dedo sobre mis labios.

- ¿SunHee? - ladea la cabeza- la monja puritana no está, cariño- abro los ojos, alarmado.

- ¿Y tú quién eres? - enseguida me lamento por preguntar.

-Tu más grande pesadilla. 

Precious mind - |YoonGi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora