Cuatro

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Doyoung toco la puerta de la habitación de Yedam, sé quedo ahí esperando unos segundos e incluso toco un par de veces más

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Doyoung toco la puerta de la habitación de Yedam, sé quedo ahí esperando unos segundos e incluso toco un par de veces más. Ya se lo esperaba, Yedam tenía el sueño muy pesado. Sabía que no debía entrar en las habitaciones de los demás sin permiso, pero cuando la perilla giro perfectamente sobre su mano, termino abriéndose la puerta y ya no había nada que lo detuviese. Doyoung empezaba a olvidar como era Yedam recién levantado, había pasado exactamente un año desde su última pi- jamada.

El azabache asomo su rostro dando un vistazo. La habitación estaba en total oscuridad, esto dificulto el avance de sus pasos. Doyoung se paró a un costado de la cama, un cuerpo entre las sabanas dormía profundamente. Se metió entre las sabanas topándose con un Yedam que seguía durmiendo. Debajo de las sabanas, realmente estaba oscuro, solo llegaba a sentir su calmada respiración, chocando contra su rostro.

Doyoung observo a Yedam mientras dormía, él mayor no había notado su presencia entre las sabanas, no respondía en absoluto. Doyoung llevo sus ojos desde su rostro hasta su cuerpo, escaneo con dificultad, enterándose de que Yedam dormía sin camiseta. Doyoung intento salir de entre las sabanas, pero unos brazos lo rodearon y termino con un Yedam durmiendo sobre su cuerpo.

Doyoung se queja en un sonido ahogado y Yedam ríe en una profunda voz de recién levantado. Yedam coloca su cara en el hueco del hombro del azabache, está seguro de que es Doyoung, porque nadie más se atrevería a entrar a su cuarto sin permiso. Doyoung mantiene sus manos lejos del cuerpo de Yedam, le pican las palmas de las manos por colocarlas en la amplia espalda del azabache, para poder sentir todo, quiere y tiene muchas ganas de hacerlo.

Las manos de Doyoung se motivan a moverse un poco hacia el objetivo, pero se detienen con tan solo rozar la piel, la punzada que siente su cuerpo lo hace detenerse de inmediato. Doyoung cierra los ojos en frustración, no podía hacerlo. Sin estar seguro de porque ya no podía tocarlo, simplemente se sentía ansioso, sus manos temblaban de a poco.

_Yedam. _ Salió de los labios de Doyoung en un susurro.

Yedam paso su nariz a lo largo del cuello de Doyoung y se volvió a acomodar como si nada. _ ¿Mmm? _

Doyoung palideció con las acciones de Yedam. Respiro profundamente esperando que su mente dejase de estar en un completo blanco. _Me estas aplastando. _ Su voz tembló.

_ ¿Desde cuándo mis almohadas hablan? _

Yedam hablo sobre el cuello de Doyoung, sus labios rozaban la piel intencionalmente. Doyoung podía escuchar los latidos de su corazón tumbando en sus oídos, se sentía débil. Estaba agradecido de que Yedam no pudiese ver su cara, estaba seguro de que estaba completamente roja.

_No soy tu almohada Yedam, solo vine a felicitarte porque es tu cumpleaños. _

Yedam se apoyó en sus brazos y miro a Doyoung. _ ¿Y tenías que meterte en mi cama para hacerlo? _Yedam seguía teniendo esa voz profunda.

Yellow Socks || DodamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora