Un chico que ama los calcetines amarillos, con muchísimas ganas de vivir. Así se puede definir a Doyoung, de tan solo dieciséis años. Un chico que padece de anemia falciforme, condición que ha tenido desde su nacimiento y que ha venido cambiando su...
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Yeongue estaba excesivamente estresado en esos momentos. Dramático por dos causas muy simples, pero para él no lo eran en lo absoluto. Causa número uno, sus padres creían que salía con Yoonbin. Es que el muy inteligente había dicho que ellos salían frente a sus padres e incluso había pedido permiso formalmente, permiso que ellos le concedieron. Yeongue ese día, se quería fumar una cajeta entera de cigarros, pero Yoonbin se quedó a dormir en su casa y lo abrazo toda lo noche para que no se escapase a fumar a la ventana.
Segunda razón, le dolía la cabeza un montón y la boca otro poco más. Su operación de la vista había salido de maravilla, pero sus ojos estaban lejos de cicatrizar. Le habían ajustado los aparatos de los dientes, sentía que estos se caerían en cualquier momento. En resumen de todo, quería fumar, aunque sea un cigarrillo, pero no podía. Yoonbin estaba ahí, viéndolo fijamente, como si leyese su mente, quizás lo hacía.
_Lárgate, por favor. _Yeongue patio a Yoonbin, quien estaba al otro lado del sillón.
_Te estas volviendo más amable. _
Yoonbin dejo de escribir en su libreta de composiciones y se mantuvo relajado ante las provocaciones de Yeongue. Prometió que sería paciente, que intentaría salir con el chico. Le costó tiempo admitirlo, pero Yeongue se le había metido por los ojos, se había colado en su piel, no salía de su cabeza. Yeongue parecía sentir lo mismo, pero solo cuando lo tocaba.
_Cierto..._ Yeongue parpadeo con incomodidad. _Lárgate estúpido. _
Yoonbin cerro la libreta y miro a Yeongue. _Soy tu novio ahora, a tu lado es donde debo estar. _
_Vamos a... _ Yeongue alzo la voz, pero esta se apagó de inmediato.
Yoonbin se acercó a Yeongue. _Termina. _ Lo alentó con un gesto. _ ¡Vamos dilo! _ Lo miro mientras lo acorralaba en la esquina del sillón. _Atrévete. _
Yeongue no se movió ante las provocaciones, solo miraba fijamente a Yoonbin. _Maldito Yoonbin. _
Yoonbin sonrió, miró fijamente esos labios. _ ¿Con esa boca besas a tu mamá? _
_También te beso a ti. _Yeongue guardo distancia, Yoonbin amenazaba con besarlo. Si lo terminaba besando, entonces ya no querría largarlo, sino hacerlo quedarse, por el mayor tiempo posible.
_Ven aquí y bésame. _ Yoonbin intento acercarse, pero Yeongue quito la cara de inmediato.
