Ocho

739 95 47
                                    

A todo el mundo le había parecido genial ir a la playa, a todo el mundo menos a Yedam

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A todo el mundo le había parecido genial ir a la playa, a todo el mundo menos a Yedam. El azabache tenía sus razones, razones que solo había sido capaz de decirle a Doyoung. No obstante, también creía que un pacífico fin de semana en la playa, no iba a ser tan pacifico, con el equipo de soccer incluido. El equipo había ganado un campeonato entre las escuelas del pueblo y Jihoon amablemente les había prestado su casa de playa para celebrar.

Jihoon era un ángel o le gustaba mucho la fiesta. Nadie con dos dedos de frente, le confiaría su casa por todo un fin de semana, a cierta cantidad de chicos revoltosos. Entonces ahí estaba Yedam, quejándose con gestos adorables, mientras fingía dormir en el hombro de Doyoung. Acepto ir a la playa con el resto, solo porque Doyoung lo había convencido, pero eso no lo hacía mejorar su actitud al respecto.

Le tenía miedo al mar, les tenía miedo a las tormentas eléctricas. Si esas dos cosas se combinaban, ni los mismísimos abrazos de Doyoung, ni los de su madre, iban a ser capaces de calmarlo. Tenía miedo, miedo de hacer el ridículo frente al resto del equipo. Era el sub- capitán por algo y no iba a dejar que viesen ninguna debilidad de su parte.

_Deja esa cara. _Doyoung susurro tratando de reconfortar al azabache. Con su mano aparto el cabello de los ojos de Yedam, sus ojos eran realmente rasgados.

_No debí dejarme convencer por ti. _Yedam llevo sus ojos hasta Doyoung, paso su nariz por la muñeca del azabache.

Doyoung tomo la barbilla de Yedam, haciendo que lo mirase con aun más atención. _Te deje morderme las mejillas y no eres para nada delicado. _

Yedam sonrió aflojando el agarre que Doyoung ejercía en su cara. _Eso fue divertido. _ Yedam se acercó al rostro de Doyoung. _ ¿Puedo hacerlo otra vez? _

_Habla más bajo. _ Doyoung esquivo un intento de mordida por parte de Yedam. _ ¿Acaso quieres que todos te escuchen? _

_ ¿Qué tiene de malo? _ Yedam se le quedo mirando a las mejillas de Doyoung, se relamió los labios.

_No lo sé, no me mires así, no te acerques demasiado. _Doyoung trataba de alejar a Yedam, pero este ni siquiera se movía debido a su fuerza. Doyoung podía sentir su pecho atraves de la tela, su imaginación ya había hecho un dibujo detallado del torso del mayor.

_Eres lindo cuando te pones nervioso. _Yedam desordeno el cabello ondulado de Doyoung, este se encogió avergonzado. Yedam sintió ganas de llenarlo de besos, pero Doyoung apenas y aguantaba tales cursilerías.

El autobús en el que iban se detuvo abruptamente, entonces Doyoung recordó lo mal que manejaba Junkyu. El chico no había olvidado ni un bache durante el camino, lo que hizo que más de dos se mareasen. La primera de las víctimas fue Junghwan, quien ahora dormía en el regazo de Yoshinori, después de haber vomitado todo lo que había comido en el camino. Doyoung obviamente había sido la segunda de las víctimas, pero tenía mucha experiencia en disimular síntomas como el mareo, eso no significaba que se sintiese de maravilla, pero por lo menos no había vomitado lo poco que consiguió desayunar durante el viaje.

Yellow Socks || DodamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora