Once

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Jihoon es despertado por el constante pitido de la alarma de su celular, sus reflejos lo hacen precipitarse a tomar el aparato, pero termina cayendo debido al reducido espacio del sillón en el que dormía

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Jihoon es despertado por el constante pitido de la alarma de su celular, sus reflejos lo hacen precipitarse a tomar el aparato, pero termina cayendo debido al reducido espacio del sillón en el que dormía. Suelta un leve quejido cuando su cara golpea contra el suelo, extiende su mano hasta la mesita de noche y finalmente consigue silenciar el infernal dispositivo.

Jihoon exhala pesadamente, se apoya de la mesita hasta que logra sentarse y termina dirigiendo su mirada hacia la persona que no lo dejo dormir bien en toda la maldita noche. Junkyu dormía plácidamente entre las sabanas, con su cuerpo extendido a lo largo y ancho del pequeño sillón. Jihoon lo miro mal, dormir con Junkyu seguía siendo una pesadilla. El chico tenia mil y un hábitos de sueño.

Jihoon se acercó más a su novio, dejo un beso en el hombro desnudo del chico y este apenas se dignó a moverse un poco. Jihoon esbozo una sonrisa absurda, ninguno de los dos ocupaba camiseta. Esas camisetas habían volado a alguna parte de la sala, mientras ambos se besaban en la oscuridad. Jihoon se palmeo el rostro con ambas manos, se había sonrojado al recordarlo todo y eso que solo eran unos simples e insignificantes besos.

Jihoon fue a la cocina para preparar algo de café y un par de tostadas con mantequilla. Mientras el agua hervía, miro su reflejo en la ventana de la cocina. Ahí estaban todos y cada uno de sus tatuajes. A Jihoon no le gustaba verlos en lo absoluto, cada tatuaje significaba un claro recordatorio de su pasado.

El violín, la viola y el bajo. Extendidos a lo largo de su brazo izquierdo; representaban a su familia, Jihoon extrañaba sus madres. El" Miss you "escrito en cursiva, escrito con su propio puño y letra. Se encontraba sobre la parte superior de su muñeca derecha, no era más que un recordatorio de cuando perdió a Junkyu.

El ultimo, era el peor de todos. El "Mischievous" en cursiva, estaba escrito por su ex. Desplazado alrededor de su rodilla derecha, era un recordatorio permanente, de toda la mierda que le hiso vivir su "Lo que sea que signifique amor" que alguna vez tuvo con Hyunsuk.

Reacciono cuando sintió el vapor del café, estaba a punto de quemarle la cara y él no lo había notado siquiera. Sirvió el café ignorando el fogaje en su rostro, se sintió aliviado cuando volvió a ocupar sus ojos en el azabache. Junkyu le había enseñado tantas cosas buenas sobre el amor, cosas que nunca creyó que fuesen ciertas, pero que ahora vivía día a día. Nunca pensó cambiar por una persona, Junkyu había sido su única excepción.

Jihoon finalmente se acerca a Junkyu, se baja hasta su altura, para pegar la taza de café tibio en el brazo del chico. Junkyu gime levemente, mueve el brazo lejos de la taza. Jihoon ríe con algo de sorna, vuelve a pegar la taza en la piel de Junkyu. El agredido aprieta los ojos, no hace sino cerrarlos lo más que puede. Una sonrisa empieza a resplandecer en su rostro y Jihoon la compara con el amanecer.

_ ¡Vamos Junkyu! _ Jihoon grito en el oído de Junkyu. _ Levántate ahora mismo. _ Desplazo la taza de café en la mesita. _ Tú tienes que ir a hospital y yo tengo que ir a la asociación. _ Bebió algo del café mientras miraba a Junkyu, esperando que regresase de visitar a Morfeo.

Yellow Socks || DodamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora