Decisiones irreparables

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Habían pasado varios días y las cosas seguían iguales. Los problemas entre Lily y Marlene se habían solucionado, solo quedaban 2 días para la cita con James y Sirius parecía haber firmado un pacto de paz con Marlene por un tiempo, pero
Lily bien sabía que no podía durar mucho. Intentaron lo mismo cuando en segundo año, Sirius hizo llorar a la rubia en la sala común al ser muy grosero, se sintió tan mal que prometió no volver a meterse con ella pero, es obvio que ninguno cumplió la promesa. Aunque todo estuviera bien Lily estaba evitando a James, cada que se le acercaba sentía el anhelo en los ojos del chico y no le molestaba para nada. Al contrario, le agradaba bastante y eso la confunde demasiado.
Tenían un espacio libre entre la última clase antes del almuerzo y por alguna razón no habían decidido ir a la biblioteca como siempre quería Lily, las tres estaban en la habitación, el único espacio que compartían además del salón, la sala común y el gran comedor. Ninguna decía una palabra, Lily y Marlene juzgaban ajedrez en la cama de la pelirroja y Sasha leía un libro recostada en la suya. De vez en cuando echaba una mirada al juego de las chicas, notando que con solo dos movimiento Lily pudo haber ganado hace unos minutos, pero no se lo diría porque aunque no estuvieran peleadas, su amiga odia equivocarse y no quiere un motivo más para molestarla. Entonces, un toque en la puerta las sobresaltó.

Sasha decidió levantarse y al abrir uno vio a nadie, solo un pequeño paquete azul en el suelo y una nota escrita con un corazón.

"Para la chica más hermosa de todo Hogwarts"
De: TB

Sasha sonrió para sí misma y se sentó en su cama a abrir el paquete. Dentro de él reposaba una bella pulsera de oro con incrustaciones rojas, con una gran letra S en la mitad. A la chica se le llenaron los ojos de lágrimas, hace unos días (luego de la muerte de Anna Dewey) le contó a su novio que había perdido la pulsera que su hermano me había regalado cuando entró a Hogwarts, tenía la letra G de su apellido en el centro. No tenía idea de donde estaba pero al parecer Thomas quiso hacerla feliz con ese detalle.

-Es muy hermosa, Thomas es un gran chico- murmuró Marlene detrás de ella

Se asustó al tenerlas detrás y cerca luego de no hablar durante días, compuso una sonrisa y asintió.

-Seguramente notó que perdiste la de la letra G, sé que era muy importante para ti- continuó Lily- ¿No tienes idea de donde la perdiste?-

-¿Perder?- murmuró nerviosa

-Pues si, no está en el tocador y dudo que la tengas en la mesa de noche-

De repente todos los recuerdos de la última noche que vio esa pulsera volvieron a su cabeza.

Tú serás la primera en morir por esta causa

Anna Dewey

Avada Kedavra

¿Por qué ella entre tantas personas ella? Todos estaban en el Gran comedor pero justo ella tuvo que ser quien por casualidad del destino presenciara el asesinato de la niña. ¿Se supone que debió salvarla? Probablemente también pudo haber muerto, el tipo no se veía muy pacifico en ese momento. Era un Slytherin, pudo notarlo cuando se giró por un momento, pero no podía adivinar cuál de tantos y tampoco es que pudiera ponerse a investigar. El pensamiento de no haber hecho o dicho nada le carcome la mente todas las noches antes de dormir, y cualquier cosa, ya sea las banderas Hufflepuff en los pasillos o la mirada triste del hermano de Anna, le recuerdan que fue una cobarde y que no lo quiere aceptar.

-¿Sasha? Te preguntamos algo- dijeron las dos al tiempo

-Estoy algo distraída, ¿pueden repetirme?-

-Queremos saber si de verdad estás enamorada de Thomas, porque él daría todo por ti y es un gran chico- dijo Lily

No quería arruinar la charla que podría arreglarlo todo con sus amigas pero tampoco tenía ganas de hablar de ese tema. Lo que siente por Thomas es algo tan confuso, porque es cierto lo que dicen. Es el chico perfecto que daría todo por ella, si se casa con él al terminar Hogwarts sus problemas de acabarían. Lejos del maltrato de su familia, viviría con alguien que la amara y respetara de verdad sin necesidad de perder las comodidades con las que creció, y el sin duda era alguien a quien algún día podría llegar a amar mucho más. Por otro lado está su asunto con los chicos. Suena idiota, pero que la busquen y la miren la hace sentir que si es especial y que la anorexia no lo hecho a perder todo, piensa que entre mas chicos se sientan atraídos hacia ella, mucho más linda o atractiva luce.
Pero claro, ¿como podría decirle eso a sus amigas?

El Recuerdo De Mi Amor Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora