La sabiduría del corazón

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Hogwarts, junto con sus estudiantes, apenas estaba despertando. La incomodidad de algunos por los sucesos del día anterior aún no terminaba, seguramente estaría allí por mucho tiempo. Como si la naturaleza supiera que no era un buen día, las nubes grises cubrían en cielo y el sol no se asomaba ni daba señales de hacerlo, aunque fueran las 6 de la mañana.
Los dormitorios no tenían el ruido usual de cada mañana, pues habían decidió cancelar las clases de la mañana por una junta de los profesores pero cada estudiante debía permanecer en su habitación. Lily Evans estaba muy intrigada por la extraña orden del día, la profesora McGonagall jamás hubiera permitido el cancelar las clases si no fuera realmente importante y eso es lo que más le preocupa.

- Lily, intenta dormir- le susurró Marlene acostada en su cama- ¿No crees que el clima está perfecto para descansar?- murmuró feliz por no tener que despertar temprano

- No puedo dormir- murmuró la pelirroja

Un golpe seco a una mesa las asustó un poco.

- Si van a hablar háganlo en voz baja, o solo cierren la boca- les espetó Sasha de mal humor

Lily estaba lista para devolverle su actitud grosera pero en señas Marlene le pidió que se relajara, acto que extraño a la chica pues la rubia no era conocida por su carácter tranquilo. Pasaron unos minutos intentando conciliar el sueño pero finalmente se rindió y decidió bajar a la Sala Común, no es como si McGonagall fuera a castigarla por pisar el lugar común de su casa.
Al bajar las escaleras, observó con nostalgia las banderas rojas y doradas que estaban en las paredes, ahora tenían un pequeño lazo amarillo en el centro.
Aún no podía creer como la vida de esa pequeña había terminado de esa forma tan repentina y dolorosa, no se imaginaba el dolor de su hermano al despereza y saber lo que había ocurrido. Si ella, que de por si no soportaba a Petunia, temía que a esta le pasara algo, el dolor de alguien que siempre procuro el bienestar de su hermanita debe ser mucho peor.
A pesar de tener un pijama de mangas largas y pantalón, el frío que entraba por una ventana la hizo tiritar así que se acercó a cerrarla antes de que el fuerte viento hiciera un desastre que despertara a todos. Se acercó a la ventana y notó que la corriente de aire era más fuerte de lo que parecía, por lo que tuvo que poner un esfuerzo suficiente para lograr su objetivo. Finalmente, algo la distrajo.

Los ojos verdes de Lily se centraron en una sombra alta junto a uno de los grandes árboles que estaban a frente al Lago Negro. La figura movía la varita de forma extraña, ningún hechizo que ella conociera tenía esa clase de técnicas. Sorprendentemente, nada cambio cerca de donde, el que ahora sabía era un chico, había aplicado el hechizo. La chica resopló de la molestia por no entender lo que hacía y cuando desvió la mirada, vió con horror que una lechuza muy torpe venía volando con gran rapidez hacia ella, como si no viera su dirección. Cuando el animal soltó un chillido Lily se asustó al pensar que el tipo notaría que lo estaban espiando si miraba en su dirección y justo cuando el animal iba a impactar contra su rostro, dos brazos fuertes y largos cerraron la ventana con una fuerza que la hizo pegar un brinco. La chica soltó el aire que había contenido por la adrenalina.

- No es correcto espiar a los extraños a través de la ventana, Lily- murmuró una voz grave

La chica, que aún subía y bajaba el pecho hasta tranquilizarse, se giró al reconocer a quien le hablaba.

- Potter- murmuró tocándose el corazón - ¿Qué haces aquí?-

- No podía dormir- le dijo- Y creo que ya somos dos- rió

Ella asintió y lo miró expectante. El chico no lo entendió hasta que notó la posición en la que se encontraban, ella pegada a la ventana con los brazos de él a cada lado de su cabeza. Se sonrojó un poco alejándose de ella. Fue el primero en sentarse en el sillón frente a la chimenea, ella lo imitó pero lo hablaron durante unos 4 minutos. James amagaba para decir alguna palabra pero se arrepentía a cada intento, hasta que por fin lo hizo.

El Recuerdo De Mi Amor Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora