Charlas incómodas

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Parecía que sólo lograba arrastrar problemas: Primero lo de su hermano, luego el golpe en su rostro y ahora estaba de pelea con Lily. Odiaba estar así con ella, pero de verdad era algo que tenía que decir y su amiga tendía a ser algo testaruda cuando se trataba de aceptar algo que no le gustaba.

Pero había algo mucho más grande que los problemas entre ella y su amiga. No es sólo por su hermano, es por lo que está pasando en general. Cuando Lucius Malfoy la golpeó lo hizo con tanta seguridad que pareciera como si el supiera que no tendría ninguna consecuencia, o que alguien lo estaba protegiendo. Así mismo, que el desnutrido de Snape haya enfrentado a su hermano le había saber a ella que no se equivocaba, que había algo mucho más grande que ella detrás de todo eso.
También le dolía que no tenía a quien decirle, era la última persona a la que Lily querría ver y la verdad no era de hablar mucho con Sasha porque ella nunca estaba en la habitación.

Estaba sentada en una ventana de Hogwarts, con sus pies al aire y el cabello revuelto por el viento. Esta era una de las veces en que se sentía sola, recordaba que al volver a su casa que jamás podría llamar hogar, sólo le lloverian críticas, torturas y consejos de como ser una buena sangre pura. Le dolía saber eso, que no tenía una familia grande en la que apoyarse.

- Rubia- le llamaron

Al bajar su cabeza, vió a Sasha mirandola con una sonrisa de comprensión y aliento.

- ¿Hay algo de lo que desees hablar?- le preguntó con calma

Marlene lo pensó. Por supuesto que había de que hablar, muchísimo. Pero no sabía si quería hacerlo.

Negó - No, no es nada- dijo segura- Sólo estoy tomando un poco de aire-

La cara de Sasha se endureció un poco.

- ¿Sabes? También puedes hablar de cosas conmigo. No soy diferente a ti Marlene- dijo molesta

-¿ De qué hablas?- preguntó confundida

Río amargamente -¿Crees que no me he dado cuenta? Piensas que soy de lo peor, desde que regresamos a Hogwarts ha sido así... Escucha, el hecho de que yo este con muchos chicos no me hace menos que tu Y menos que nadie, parece que tu has creído que mi comportamiento es suficiente como para que no sea capaz de comprenderte y ayudarte- Marlene la miraba negando- No puedes negar algo tan evidente. No eres sólo tu, las personas creen que pueden juzgar a todos por lo que hacen, pero nunca se preguntan el porque...- fue interrumpida

- Con un porque o no, las personas que hacen cosas malas siguen siendo una mierda. O Dime ¿Un asesino es bueno y debe ser comprendido sólo porque tuvo un pasado difícil?- replicó

- Si, lo sé. Pero yo no lo soy Marlene ¿Has olvidado las tardes que pasábamos las tres juntas? Entonces ¿eso ha cambiado porque ahora estoy con quien quiero? Por favor, amiga, es mi vida y aunque duela decirlo yo decido como manejarla- contraatacó

-¡¿Manejarla?! Sólo te estás dañando por algo que no has superado- dijo sin pensar

- ¡Y no puedes sólo separar las cosas!- afirmó- Tienes que mezclar mi vida con mi capacidad para hacer parte de la tuya ¿Por qué?-

- Porque no quiero en mi vida una persona que no se quiere a si misma. Sasha, lo que estás haciendo evidentemente no te llena, sólo te daña muchísimo más- dijo con los ojos aguados

- ¡¿Y?!- gritó-¡¿ Qué han hecho ustedes?! ¡Nada!- soltó unas cuantas lágrimas- ¡Sólo han visto a la Sasha que se acuesta con muchos chicos, la que Ya no es tan dulce y que no supera su anorexia, pero no se han tomado el trabajo de escucharme!-

Para estos momentos, Marlene había bajado de la ventana y tenía los ojos aguados y las mejillas rojas. Sasha ya estaba llorando y muy enojada, estaba diciendo todo lo que llevaba guardado hace mucho.

El Recuerdo De Mi Amor Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora