Memorias • Lizkook

O2 장

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« L I S A »

Conduje en absoluto silencio hacia el estudio. Ni siquiera puse música, como acostumbraba a hacer. Esa mañana no me sentía de humor. Comezando por Sehun y su costumbre de dejarme sola.

A pesar de todas las molestias del día, sinceramente, no podía quejarme de la vida que llevaba. Nunca había imaginado que me casaría, tendría un trabajo bien pago de lo que me gustaba hacer y estaría esperando un bebé en tan poco tiempo.

Tampoco está bien decir que me llevó poco. Lo cierto es que fue un proceso largo y difícil, en el cual, por suerte, nunca estuve sola.

Mi cabeza por fin después de tanto tiempo se encontraba en condiciones y con todos sus recuerdos intactos; y eso incluye a Jungkook, claro.
Muchas veces me detuve a pensar qué sería de él, hacia dónde lo había llavado la vida y miles de cosas más... pero fue tanto el tiempo que pasó; que formé mi vida y dejé de soñar con un posible reencuentro.

Llegué al estudio y bajé con cuidado. El agua de la lluvia salpicaba la parte baja de mis piernas mientras caminaba hacia la puerta de entrada. Pocos creerían que esta mujer que usa tacones, camisas, faldas ajustadas y el pelo recogido, es la misma Lalisa Manoban que hacía un par de años solo era una chica perdida, que intentaba recuperar sus recuerdos.
Cambié mucho. Física y mentalmente.

-Señorita Lalisa, al fin llegó, no sabe lo impaciente que está el cliente. -suspiré.

-¿Le dijiste que tengo una vida también?

-Por supuesto. -sonrió. -Pero la gente es impaciente.

-Vamos a ver qué es lo que quiere..

Entré en la oficina en la que me estaban esperando. El muchacho levantó la cabeza y me miró. Creo que tardé a penas veinte segundos en reconocerlo. Era Kai. Sí, el mismo Kai que cuando iba a la secundaria engañó a una de mis mejores amigas; solo que ahora estaba más adulto, claro.

-Buenos días.. -murmuré, algo sorprendida.

-Buenos días, doctora Manoban.

-¿Su nombre?

-¿No me reconoces? Soy Kim Jong-in -suspiró. -¿Kai?

-Si, claro que te reconozco. Solo estaba respetando ciertas formalidades. -me senté. -¿Qué es lo que te trae por acá?

-Necesito que me ayudes a iniciarle un juicio a la madre mi hijo.

-Explicame el caso.

-Bien... eh.. yo me casé con Yeri.

-¿Yeri? -murmuré, sorprendida.

-Si, Jeon Yerim. Debes conocerla.

-Si.. claro.. -dije, medio aturdida.

-Tuvimos un bebé hace un año, y ahora estamos separados. El problema es que ella no me deja verlo, y hasta inventó que yo la golpeé para mantenerme lejos de él.

-No me sorprende. Siempre estuvo un poco loca... -asintió.

-Por favor, ayudame. Es ella la loca que no está en condiciones de cuidar de un bebé de un año. Quiero la tenencia completa de mi hijo.

-Bien, voy a necesitar más detalles y tiempo para armar un defensa, pero claro que voy a ayudarte. Va a ser difícil, porque no se puede quitarle la tenencia a una madre así como así, pero te prometo que voy a hacer todo lo posible.