𝘿í𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙐.𝘼. | 𝙈𝙮 𝙃𝙚𝙧𝙤 𝘼𝙘𝙖𝙙𝙚𝙢𝙞𝙖

13 - Ira

Todos en la clase 1-A (y en los demás cursos del primer año) sabían que cuando Bakugo tenía ataques de ira, había que correr. Sucedía bastante a menudo, y en esos momentos todos estaban de acuerdo que había que esperar lejos de su presencia hasta que se calmase.

Habían optado por refugiarse en la habitación de Tokoyami, aunque luego se arrepintieron al notar lo oscura que esta era.

- ¿Creen que se le pasará? - preguntó Mina oculta detrás de la cama.

- Seguro, sólo hay que darle tiempo... y rogar para que no nos encuentre - replicó Deku.

Porque en realidad, ellos estaban jugando a las escondidas. Siempre lo hacían cuando Bakugo tenía ataques de ira e inconscientemente el rubio cenizo aceptaba con tal de matarlos a todos.

Sin embargo, en esos momentos notaron que alguien estaba sollozando por lo bajo.

- ¿Bro?

Kirishima estaba oculto detrás de la cama, abrazado a un peluche de tiburón mientras algunas lágrimas rebeldes caían por sus mejillas.

- ¿Qué sucede, bro? - le preguntó Kaminari preocupado.

- Bak... Bakugo... m-me da mied-do...

Todos se quedaron con los ojos como platos. No se habían esperado eso en absoluto. Kirishima era alguien fuerte y generalmente no lloraba, pero al parecer estaba muy asustado.

- Vamos, Kirishima. Hemos jugado a esto montones de veces - le dijo Jirou escondida detrás de un mueble.

- Pero... ¿y s-si en realidad n-no está jugando...? ¿Y si de verdad quiere matarnos...? - a las pocas luces que la habitación contenía, pudieron ver el rostro sonrojado de Kirishima por estar llorando.

El pelirrojo oculto su rostro sobre el peluche de tiburón, abrazandolo con más fuerza. A todos allí se les rompió el corazón al verlo llorando.

- Tarado, lo asustas - replicó Mina como si le estuviese hablando a Bakugo.

- Ya, bro - Kaminari lo abrazó, haciendo que Kirishima ocultara su rostro en su hombro - Si Bakugo quisiera matarte, ninguno de nosotros lo permitiria.

- Además, tampoco creo que sea para tanto, kero - comentó Tsuyu.

- Es que... es mi mejor amigo - dijo Kirishima calmandose poco a poco.

De pronto, antes de que pudieran seguir con la conversación, la puerta se abrió de golpe, sobresaltandolos a todos.

- ¡Los encontré! - gritó Bakugo con una sonrisa amenazante - ¡Mueran todos!

- Ya, de acuerdo, ganaste - reclamó Sero - Deja de gritar, asustaste a Kirishima.

Bakugo alzo la vista y distinguió a Kirishima limpiandose las lágrimas con el peluche de tiburón. Todo su aura de ira se esfumó poco a poco.

- Dejen de mirarme, esto es muy poco masculino - dijo Kirishima.

Bakugo rodó los ojos.