𝘿í𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙐.𝘼. | 𝙈𝙮 𝙃𝙚𝙧𝙤 𝘼𝙘𝙖𝙙𝙚𝙢𝙞𝙖

ESPECIAL: Clases en línea

- Buenos días a todos - instó Kan.

Todos respondieron con mala gana.

Cuando se trataba de reuniones con otros cursos todos en la U.A sabían que las cosas no resultaban bien, pero claro, lo seguían haciendo. Ese fue el caso de aquel día en el que la clase 1-A y la clase 1-B se encontraban reunidos por Zoom al mismo tiempo con sus respectivos tutores, Aizawa y Kan, para una clase práctica.

- Bueno, al parecer todos están presentes... - comentó Kan - Sero, ¿por qué no tiene la cámara encendida?

Se escuchó un grito. Aizawa arqueo una ceja.

- ¡No puedo asistir! ¡Se está quemando mi casa! - gritó Sero por el micrófono.

- ¿Cómo que se le está quemando la casa en media pandemia? - interrogó Kan.

Allí todos vieron como Sero tenía detrás de él una imagen con una casa en llamas, mientras que él se encontraba desesperado agitando los brazos.

Todos tuvieron que hacer esfuerzos para que los profesores no escucharan sus risas. Kan le envió un mensaje privado a Aizawa.

¿De verdad ese es tu alumno?

Si.

- Ya, muy gracioso, Sero. Pero tenemos que iniciar con la clase - suspiro Aizawa.

- Profesor...

- ¿Tokoyami?

Tokoyami se encontraba cabeza abajo con un fondo de una cueva, con los brazos puestos como si estuviera en una posición similar a la de un murciélago.

- No creo poder realizar ninguna actividad hoy... lamento decir que fui capturado por los batibichos en la baticueva... lo siento.

- Miren, al próximo que se le ocurra hacer una broma asi, se va de nuestra clase - amenazó Kan de brazos cruzados.

Nadie articulo nada al respecto.

- Bien, la idea era reunirnos como el curso de héroes para continuar con las clases prácticas - explicó Aizawa - Deben mantenerse en forma aunque no tengan que salir a hacer su labor como héroes, así que haremos algo de ejercicio.

De mala gana todos se pusieron de pie. Mineta tuvo que colocar un tablón para que la cámara lograra enfocarlo mientras hacía los ejercicios.

- Quince abdominales, ahora - ordenó Kan.

Se tiraron al suelo y obedecieron entre muchos quejidos, pero por suerte, Aizawa se encargó de apagar todos los micrófonos y así tener un momento de paz mientras disfrutaba de ver a ambas clases sufriendo.

Lo que nadie sabría es que Monoma estaba tirado en el suelo sin mover ni un músculo.

- Ahora, trote ligero.

Todos se pusieron de pie y trotaron en el lugar. Sin embargo, alguien se interpuso en la cámara del héroe de las explosiones.

- Buenos días, profesores, ¿cómo le está yendo a mi hijo? - dijo Mitsuki abrazando con un brazo a su hijo, quien intentaba liberarse de su fuerte agarre.

Los dos profesores en un inicio no supieron que hacer, pero luego Aizawa tomó el control mientras acariciaba al gatito que se le había puesto encima.