ESPECIAL: Salón de la fama

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Las cámaras estaban atentas a la llegada de los distintos héroes que iban desfilando por la alfombra roja con sus galas. Galas que se les hacían realmente incómodas tras estar tanto tiempo acostumbrados a llevar sus trajes de héroes.

Por el salón se escuchaban los gritos de los fanáticos, alzando sus pancartas y manteniendo sus cámaras encendidas a la espera de que sus héroes favoritos llegasen. Los periodistas, por su parte, también estaban ansiosos, esperando a que se asomaran y pudieran hacerles algunas cortas entrevistas antes de que pasaran al evento principal, que sería transmitido en televisión para miles de millones de personas.

Cuando los gritos aumentaron, los periodistas se dieron cuenta de que se debía a la presencia del primer héroe en la alfombra: Hawks, el héroe de las plumas, que vestía un traje con una abertura en su espalda para dejar que sus plumas se movieran con libertad. El joven héroe, sin embargo, no llegaba solo; a su lado estaba su compañero, Endeavor, el héroe del fuego, quien no parecía muy cómodo con la situación.

Hawks saludó al público con una sonrisa que hizo desmayar a más de una joven y se dedicó a la parte de autógrafos y fotos mientras que Endeavor entraba en pánico internamente. ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Sonreír? ¿Cómo se sonreía?

Una mujer se acercó a él con un micrófono, quitándolo de sus pensamientos.

- ¡Endeavor! ¿Puedo hacerle una pregunta?

Endeavor no respondió, pero la periodista lo tomó como un "si".

- ¿Qué se siente ser el héroe número uno?

Endeavor entró en crisis sin saber que responder.

- Eh, bueno, eh... se siente bien, supongo.

Se escucharon buchoneos de parte de los fanáticos, que parecían preferir más al amigable y apuesto Hawks, que incluso le regaló una pluma a un niño. Endeavor intentó no quemar su traje al sentir los celos ardiendo en su interior.

La periodista le hizo más preguntas, pero Endeavor se quedo en blanco, aturdido por tantas cámaras y gritos. Se mareo, pero su compañero Hawks llegó al rescate, apartandolo de las personas.

- Ya, suficientes preguntas. Si Endeavor no quiere contestarlas, no lo hará.

Al tratarse de alguien como Hawks, todos parecieron entenderlo. Hawks acompañó a Endeavor a la salida de la alfombra, mientras los gritos apasionados para Hawks se mezclaban con los buchoneos para Endeavor.

Una vez lejos del fanatismo y las cámaras, Hawks observó a su compañero preocupado.

- Descuida, ya pasó. Daremos el evento y nos iremos a casa - intentó tranquilizarlo Hawks, al verlo tan agitado.

- Hawks... - murmuró Endeavor, observando sus ojos que se encontraban maquillados con un delicado delineador - ¿cuál es tu secreto?

El rubio se quedó sorprendido.

- ¿M-mi secreto? Yo no tengo ningún secreto, ¿de qué secreto hablas?

- Tu secreto para que todos te quieran.

Hawks lo entendió e inmediatamente intentó abrazar a su compañero, pero estaba tan molesto que no pudo hacerlo. Podía sentir un pequeño olor a quemado que lo puso alerta.

- Ignoralos. Sólo son idiotas que no aprecian la clase de héroe que eres - le dijo mientras acomodaba sus plumas con cuidado.

- Pero, ¿acaso alguien me ve como un héroe? ¿O todos me ven como un villano?

- No eres un villano, Endeavor. No dejes que sus malos comentarios te derrumben - Hawks sonrió, pero detrás de esa sonrisa, había una gran preocupación. Hawks sabía mejor que nadie lo sensible que era su compañero ante las críticas, lo mal que se ponía al respecto y lo mucho que se enfurecia - Mira al frente y demuestrales quien manda. Demuestrales quien es el héroe número uno.

Endeavor asintió sin decir una palabra y ambos caminaron hacia el salón del evento principal, dejando lugar a los próximos héroes que llegarían. Hawks, mientras tanto, se dedicó a comer unas barritas de chocolate que sus fanáticos le habían regalado.



𝘿í𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙐.𝘼. | 𝙈𝙮 𝙃𝙚𝙧𝙤 𝘼𝙘𝙖𝙙𝙚𝙢𝙞𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora