ESPECIAL: Clases en línea

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Midoriya suspiró, sin muchas ganas de tener aquella clase virtual con su profesor de matemáticas. No le agradaba en absoluto esa materia, pero hacia lo posible para esforzarse y tener buenas calificaciones de las que su madre pudiera sentirse orgullosa.

Tras ingresar los datos requeridos, entró a la susodicha reunión.

Estaba solo, o al menos eso parecía. Sólo podía verse a si mismo frente a la cámara, despeinado, con los ojos entrecerrados siendo apenas las siete de la mañana. El profesor no había llegado a la reunión, y eran las siete en punto.

Pronto llegaron Uraraka, Iida y Momo. Notaron lo mismo que el peliverde y se quedaron esperando a que Ectoplasm hiciera acto de presencia.

- Y luego nos dicen que lleguemos temprano a clase - suspiró la castaña refiriéndose a la tardanza de su profesor.

- Yo... si, debo darte la razón - comentó Iida - Es frustrante que los profesores no cumplan con el horario cuando nosotros lo hacemos.

- Bueno, si el profesor no llega, entonces no vale la pena estar esperando. Si no estamos, es su culpa por no cumplir con la clase - dijo Sero, quien había apenas llegado.

Mientras el resto de la clase 1-A llegaba, el reloj se iba moviendo y el profesor no aparecía. Pasaron cinco minutos y ya casi todos estaban allí.

- Maldito profesor idiota, nos hace levantarnos a las siete de la mañana para nada - casi gritó Bakugo.

- ¡Entonces yo seré su profesor! - Denki se aclaró la voz para imitar un tono más grave - Buenos días, alumnos.

La clase estalló en risas.

- ¿Acaso soy un chiste? Dije, "buenos días alumnos", ustedes tienen que responder. Es una falta de respeto.

- Buenos días - respondió la clase, o al menos la parte que estaba dispuesta a seguirle el juego.

- Espero que no hayan descansado y que hayan terminado los ejercicios - continuó Kaminari con un semblante serio - señor Katsuki, ¿puede decirme que puso en el punto a del primer ejercicio?

- ¿Y tu piensas que hice algo?

La clase hizo un sonoro "uuh".

- Señor Katsuki, no le falte el respeto a su profesor de esa manera - Kaminari simuló enojarse, aunque en el fondo, disfrutaba sentirse superior a su amigo - ¿Por qué no hizo la tarea?

- ¡PORQUE NO ENTIENDO NADA DE SU CLASE! Nos da ejercicios más complicados que los ejemplos que nos muestra, ¡no entiendo que demonios tengo que hacer en las ecuaciones para despejar la x! Y ahora me vengo a enterar de que no sólo es una x, ¡también está la maldita m junto con la estúpida y!

- Vocabulario - le interrumpió Iida.

- ¡AL DEMONIO EL VOCABULARIO! - volvió a centrar la atención en Kaminari. La clase comenzó a preocuparse, se veía a Bakugo bastante enojado, por no decir muy enojado. Más bien al borde de la desesperación - Yo estudio, yo hago mis apuntes y toda la cosa, ¿¡PERO COMO QUIERES QUE ENTIENDA CUANDO HABLA COMO ALEMÁN!? ¡No quiero llevarme la materia por un profesor idiota como usted! ¡No entiendo! ¡Simplemente no entiendo...!

Su voz se apagó repentinamente. A esa altura ya la situación había dejado de ser un chiste, no podía serlo cuando Bakugo estaba tapándose el rostro con ambas manos.

- Kacchan... - Midoriya no podía creer lo que le sucedía.

Kaminari, realmente incómodo, no sabía si lo estaba insultando a él o a Ectoplasm, pero se sintió muy mal.

- Descuida, Blasty. No es tu culpa que no entiendas... - le dijo Kirishima en la voz más suave que pudo - Además, creo que nadie entendió.

- Si te hace sentir mejor, no pude entender bien los conceptos.

La clase entera miró a Iida con sorpresa.

- No me lo creo... ¿¡el más inteligente del salón no entendió!? - dijo Mineta.

- Si, tal y como lo oyes - Iida se sentía algo avergonzado de si mismo, por lo que utilizó un tono más serio para darle a entender que no volviera a tocar el tema.

- ¿Lo ves? Hasta Iida no pudo - respondió Kirishima, viendo como Bakugo se limpiaba disimuladamente algunas lágrimas de sus ojos.

- Sólo quiero aprobar, y para aprobar debo entender - dijo Bakugo con una voz ronca - Si no entiendo, no voy a aprobar, y si no apruebo me mataran...

- Tranquilizate. En cuanto aparezca el profesor, le diremos que no entendimos nada para que lo vuelva a explicar, ¡y listo!

Al parecer la actitud positiva y la sonrisa de Kirishima fueron capaces de calmar el estado de Bakugo. Sin embargo, Kaminari estaba algo apenado.

- Lo siento, Bakugo - hizo un puchero con la boca y la mirada baja - no quería provocarte.

- Ya, esta bien, Pikachu - Bakugo respondió en su habitual tono, lo que le dio a entender al rubio eléctrico que estaba bien.

Finalmente, el profesor apareció diez minutos después para iniciar así la clase. Midoriya suspiró. ¿Quien podría haber pensado que Bakugo podía desesperarse tanto con el estudio?



𝘿í𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙐.𝘼. | 𝙈𝙮 𝙃𝙚𝙧𝙤 𝘼𝙘𝙖𝙙𝙚𝙢𝙞𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora