Había llegado la hora de matemática, la hora que a casi nadie le gustaba, la hora en la que todos sentían el terror de tener que llenar una página con números y resolviendo problemas estúpidos que les carcomian el cerebro.
- De verdad, ¿para qué nos va a servir todo esto en nuestro futuro como héroes? - se quejó Kaminari tomando con fastidio su libro de matemática.
- No lo sé, pero a los profesores si que les gusta vernos sufrir - respondió Hagakure viendo (probablemente) su página del libro cuyos ejercicios estaban en blanco.
- ¿Alguien hizo la tarea?
- Yo no - dijo Midoriya - ¿Qué? ¿Esperaban que pudiese comprender todo esto?
- Yo tampoco - comentó Momo.
- ¿¡Momo!? - exclamaron todos.
- ¡Eso está mal! ¡Muy mal! ¡Deberían haber hecho la tarea! - gritó Iida desesperado.
- Ya, Iida, cállate - le ordenó Uraraka.
Mina parecía tener una buena idea para afrontar la situación.
- ¿Y si le decimos al profesor que no había tarea?
- ¡Si! - exclamaron todos, menos Iida.
- ¡Eso es inaceptable! ¡No pueden hacer eso!
- Vamos, Iida. Tampoco es para tanto. ¿No te gustaría descansar un poco de las clases? - intento convencerlo Kaminari, quien estaba ansioso por poder hacer aquello.
Iida se rindió al cabo de un rato. ¿Por qué siempre lo terminaban convenciendo?
En ese momento, Ectoplasm ingresó al aula y todos automáticamente se callaron sin que Iida tuviera que decir una palabra. Saludaron respetuosamente y vieron al profesor acercándose peligrosamente al escritorio.
- Bueno, comenzaremos con la clase de hoy...
- ¡Profesor, había tarea!
Toda la clase, incluido el mismísimo profesor Ectoplasm, se volvió para ver en silencio, con cara de pocos amigos y los ojos como platos, a aquella persona que les había arruinado los planes.
- ¡Toda esta maldita clase quería jugarle una mala pasada sin decir ni una palabra con respecto a la estúpida tarea que nos dejó la semana pasada!
Ectoplasm miró a sus alumnos, pero sus alumnos no lo estaban mirando.
Sus alumnos habían empezado a arrojarle cosas al rubio cenizo.
- ¡Bakugo! ¡Eres un idiota! - gritó Kaminari lanzándole su carpeta directamente a la cabeza.
- ¡Pensábamos que podíamos confiar en ti por una vez en la vida! - Sero le lanzó su lapicera.
- ¡Traicionar a tu clase no es nada masculino! - Kirishima no se resistió y le lanzó su cartuchera.
Así, mientras todos le lanzaban lo que tenían a mano, Bakugo se fue apegando a la pared como un ovillo evitando los golpes de los objetos y el Mineta volador. Sin embargo, Ectoplasm, (luego de tomar una fotografía del berrinche) decidió calmarlos rápidamente.
- ¡Basta ya! - todos dejaron de lanzarle cosas a Bakugo - De nada les hubiera servido decir que no había tarea... porque iba a darles más tarea. Pero ahora que no quisieron decirme que había dejado tarea, ¡les dejaré el triple de tarea!
Todos se quejaron y miraron a Mina a lo lejos, quien estaba evitando mirar a sus compañeros ya que había sido la que había ideado el plan fallido.
- Bueno, al menos no fui el que armó el desastre esta vez - Kaminari se reclino sobre la silla relajado.
Aunque en realidad todos tenían la culpa, como el buen curso que eran decidieron culpar a Mina. Cualquiera podría admitir que era el mejor curso de toda la U.A.
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𝘿í𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙐.𝘼. | 𝙈𝙮 𝙃𝙚𝙧𝙤 𝘼𝙘𝙖𝙙𝙚𝙢𝙞𝙖
Fanfiction- ♡;; libro de one-shots sobre My Hero Academia. - ♡ ;; no se permiten copias o adaptaciones. - ♡ ;; si deseas utilizar algún concepto para tu historia, por favor pídeme permiso antes. - ♡ ;; créditos a los creadores de My Hero Academia. /FINALIZADO...