10 - Bajo la lluvia ♡

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Contiene Eraserjoke (Aizawa x Emi)

Durante los días de lluvia, a Aizawa le gustaba salir y dejar que el agua lo empapase. Sus ojos se adormilaban aún más de lo normal y escuchar el sonido de las gotas cayendo contra el tejado era realmente placentero.

Aunque no era tan placentero escuchar a aquella mujer gritando.

- ¡De verdad, Ai, Eri me sonrió! - Emi estaba observando la lluvia junto a su amigo, mojandose sus cabellos aguamarina, sin dejar de sonreír.

Un suspiro se escapó de los labios de Aizawa.

- Primero, no me llames así. Segundo, desde el Festival Cultural es normal que Eri les sonría a todas las personas. No te creas especial por que lo haga contigo.

El azabache jamás entenderia como a pesar de sus comentarios que tenían la intención de hacer que cerrara el pico, Emi, también conocida como Ms. Joke, seguía sonriendo y largando carcajadas como si apenas le importara su opinión.

Se encontraban allí por una simple razón: Emi quería ver a Aizawa. Por supuesto, Aizawa no quería verla, pero sabía que si no lo hacía se llevaría una reprimenda de parte de Nezu. Y nadie quería eso. Por lo tanto, tomó uno de sus ratos libres en los que no tenía que cuidar a sus retoños de la clase 1-A y fue hacia la puerta principal del departamento de la U.A., donde ella lo esperaba, como siempre, con una reluciente sonrisa.

- Deja de reírte y respondeme: ¿por qué querías verme? - su tono cansado no se hizo esperar. Definitivamente sólo quería arroparse en su bolsa de dormir y desaparecer por unas horas.

Los ojos de la heroína profesional se posaron sobre él.

- Oh, Aizawa, ¿no quisieras casarte conmigo?

Al azabache le tembló el ojo. Otra vez Emi hablaba sobre aquel tema que lo sacaba de sus casillas.

- ¿Por qué sigues preguntándolo cuando ya sabes la respuesta?

- Vamos, algún día encontraré tu punto dulce y nos casaremos y tendremos muchos hijos que formarán una familia llena de sonrisas - rio Emi.

- ¡No! - Aizawa alzó la voz - Eso no va a pasar. Si viniste para hacer esa estúpida pregunta otra vez, has perdido tu tiempo.

Aizawa se volvió para regresar a la U.A., pero escuchó como Emi hablaba otra vez.

- ¿De verdad crees que todo esto se acabará algún día?

Sus pasos se detuvieron. Sintió como de repente el agua de la lluvia se hacía más fría.

- Sabes, puedes pensar que soy una estúpida, lo sé y lo soy, pero la razón por la que aún intento sonreír es porque así habrá un rayo de esperanza en la sociedad - continuó Emi, abrazandose a si misma bajo la lluvia - Hay que buscar siempre la felicidad, ¿no es asi?

Aizawa se volvió para ver como Emi parecía estar temblando mientras esbozaba una sonrisa ladina. Sonaba igual que Toshinori. Siempre se había preguntado por que le costaba sonreír. Probablemente la felicidad no era algo con lo que pensara seguido.

Se acercó a Emi hasta quedar frente a ella.

- Sólo quiero formar una familia contigo para que seas feliz, Aizawa - expresó Emi, haciendo un esfuerzo para mantener su sonrisa - Mereces sonreír aunque sea una vez.

- No es necesario que te metas con mi vida de esa forma, Fukukado. Yo sólo quiero cumplir con mi labor, y tu deberias hacer lo mismo en vez de intentar cosas que sólo nos distraeran - el tono de voz de Aizawa fue frío, distante. Emi ya estaba acostumbrada a él pero aún así sintió como su pecho le dolía.

Aunque ella no se rendía fácil, decidió dejar de insistir. Apretó los labios y bajó la mirada. ¿Por qué todo le era tan difícil?

Aizawa, notando que la mujer estaba temblando, largó un pesado suspiro, se quitó la chamarra y se la colocó en los hombros a Emi, haciendo que ella lo mirara a los ojos sorprendida por su gesto.

Emi se ajustó con las manos empapadas la chamarra, escuchando como un trueno resonaba por los alrededores. Y de pronto, sintió como su corazón daba un vuelco al sentir como unos brazos la rodeaban.

Maldito Aizawa.

El azabache decidió hacerlo. Aunque le pareciera insoportable comprendía lo mal que se sentía. La conocía desde hacía tiempo, sabía que sólo quería terminar con toda esa situación y ver a una sociedad sonriente, sin preocupaciones en cuanto a los villanos. Pero lo mejor que podía hacer en ese momento era abrazarla.

Sintió como Emi recostaba su cabeza en su pecho, sobre la remera que había comenzado a empaparse. Aizawa apoyó su mentón sobre ella y cerró los ojos, abrazandola con aún más fuerza, mientras la lluvia se encargaba de bañarlos.



𝘿í𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙐.𝘼. | 𝙈𝙮 𝙃𝙚𝙧𝙤 𝘼𝙘𝙖𝙙𝙚𝙢𝙞𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora