Mi omega rebelde OMEGAVERSE (jungkook y tu)

Capitulo 32

Narra jungkook:

Es difícil imaginar lo que a uno puede llegar a pasarle,  en estos momentos me sentía realmente desorientado y perdido.  Mi cabeza dolía a demas de mi cuerpo,  no podía pensar con claridad ni recordar lo que habia ocurrido despues de que ryu me atravesó.  Tampoco sabia donde estaba ni como habia llegado,  aun asi estaba realmente preocupado.  Otra vez habia dejado a mi cachorrita peleando sola,  fui un tonto al ser tan impulsivo.  No me detuve a pensar en las consecuencias cuando abrí la boca,  seguramente mi cachorrita debe estar enojada conmigo. 

"Mi cachorrita..."

Pense,  temiendo por que algo malo te hubiera ocurrido. Estaba muy debil para levantarme y cuando intenté hacerlo me di cuenta que estaba atado,  sin comprender que diablos ocurria comence a tirar de la tela hasta poder soltarme.  Nuevamente trate de levantarme,  pero justo cuando iba a hacerlo llego el tio kim.

- veo que ya despertaste- me sonrió acercándose y desconectado algunas intravenosas- valla cachorro,  sanaste realmente rapido.  Tu herida era muy profunda-

- si,  lo sé- murmure tratando de atar aquellos cabos sueltos- ¿que ocurrió despues de que quedé inconsciente?-

- sinceramente no lo sé- hizo una mueca- cuando ibamos llegando tae ya te traía junto a los demas,  la unica que sabe lo que pasó es tu madre y todavia no ah vuelto- explicó-

-¿cree que algo les haya pasado?- pregunté poniéndome nervioso-

- tienes que calmarte cachorro y estar en reposo,  aun no te curas completamente aunque te sientas mucho mejor- suspiró pesadamente- y respondiendo a tu pregunta.  No,  no lo creo- sonrió- ellas dos se complementan bien y estoy seguro que supieron como arreglarse las...- iba a decir algo mas pero fue interrumpido por un agitado taehyung-

- papá ya llegaron- dijo tratando de recuperar el aliento-

- esta bien,  voy enseguida- hablo aliviado y me miró- descansa por ahora cachorro,  cuando despiertes te contaré como estan-

- esta bien...- suspiré y me acosté quedándome dormido de inmediato-

Narra t/n:

Cuando la señor jeon me dijo que mi cachorro no resistio sentí como todo mi mundo volvía a caerse,  no sabia como decirle a jeon.  No quería  romperle el corazón ni la ilusión de ser padre,  pero ya era hora de tomar aquella difícil desicion.  Negué todas las curaciones de la señora jeon, tuve que decirle un centenar de veces que estaba bien y que no me dolia nada.

"Pero era mentira... "

Claramente me dolia todo el cuerpo,  pero me dolia mas el haber perdido a mi cachorro.  Hace poco que sabía de su existencia y un maldito imbécil me lo arrebató,  ojala que se esté pudriendo en el infierno.  Ya estaba amaneciendo y el punto de reunión era en la casa del tio kim,  no nos costó mucho llegar.  Cuando lo hicimos nos esperaban impacientes por saber lo que habia sucedido,  le pedí a la señora jeon que se los contara mientras yo me iba a recostar en alguna de las habitaciones.

"Pero otra vez habia mentido..."

Con cautela segui la escencia de jeon y me acerqué a su cuarto,  despacio abri la puerta encontrandolo totalmente dormido.  Una pequeña sonrisa curvo mis labios y mis ojos se llenaron de lagrimas,  estaba aliviada de que siguiera con vida.  No sé que hubiera hecho si él moría,  era algo que de solo imaginarlo me daban unas ganas tremendas de llorar.  Mordi mi labio tratando de controlarme y caminé hasta llegar a su lado,  observe su relajado rostro y aspire su relajante aroma. Habia un gran espacio en la cama asi que me recoste a su lado observando lo dormir mientras acariciaba su mejilla,  no era un problema que despertara.  Ya que una vez que se duerme es muy difícil que despierte por estas cosas, es como si rapidamente llegara al tercer sueño y se quedara ahí hasta que su cuerpo lo despierta. Lo mas divertido que se me hacia era que él es mas difícil de despertar pero aun asi se levantaba antes que yo.  Acaricie su cabello con una boba sonrisa en mi rostro,  mientras me acercaba y depositaba un pequeño beso en su frente sintiendo ganas de llorar.  Esto iba a ser difícil,  no sé cuanto debe haberle costado decirme que ibamos a tener un cachorro.  Para que ahora yo venga y le diga "ya no lo vamos a tener" o llendo directo al punto "lo perdi".  Esta situación era realmente caótica en todo el sentido de la palabra,  no puedo ni imaginar el dolor que sentirá y la cara que pondrá cuando se lo diga.