Mi omega rebelde OMEGAVERSE (jungkook y tu)

Capitulo 46

(Mientras tanto)

Narra suga:

-suga hyung…- susurró acariciando mi cabello- suga hyung…- murmuró con una pequeña y melodiosa risa-suga hyung despierte…-

-que quieres…- dije tratando de sonar lo menos enfadado posible. No importa cuánto pase, sigo odiando que me despierten- ¿Qué es lo tan importante para que me despiertes tan temprano?- bufe observando la hora en mi celular- jimin…-solté un gran suspiro al no recibir respuesta- ¿jimin?- pregunte mirando a mi lado y dándome cuenta que él ya no estaba-seguro se molestó por cómo le contesté…-

Me senté en la cama tratando de con mi vista enfocar todo a mí alrededor, el sol era un maldito dolor en mis ojos que no me permitía centrarme. Maldiciendo por lo bajo me levanté y me estiré provocando que más de un hueso crujiera, el trabajo me estaba matando. Hace días que no dormía adecuadamente tan solo para tener aquel álbum adelantado, le había prometido a jimin que tendríamos un día juntos. Esa era la principal razón por la que me había estado matando en terminarlo lo antes posible, pero realmente había olvidado que ya teníamos una fecha programada y claro que para mi mala suerte era hoy. tanto tiempo esforzándome para que este día fuera el más especial para él y termino dejando que mi mal humor mañanero lo destruya. En momentos así me gustaría no ser tan imbécil y pensar antes de abrir la boca, esto solo significa una larga semana en la que jimin estará ignorándome olímpicamente. Aunque no lo parezca, el pequeño mochi tiene un gran carácter bajo esa dulce carita de ángel que posee. Cuando me di cuenta de lo que en realidad me estaba enfrentado quede absolutamente fascinando, jamás espere encontrar tanta seguridad y altanería en este dulce ser.

-buenos días mochi…- saludé  sentándome a la mesa mientras él  terminaba de preparar el desayuno- oye, lamento haberte hablado así…- fui interrumpido con un beso en mi mejilla mientras él con una gran sonrisa se sentaba a mi lado-

-tranquilo, no estoy molesto. Cambiando el tema ya sé dónde iremos a pasar el día-dijo mientras hacia sus ojos desaparecer-

-¿y donde tienes planeado ir bebé?- pregunte comenzando a comer-

-quiero ir al bosque, así que apresúrate- habló con un gran toque de emoción mientras terminaba de comer y se iba a cambiar-

-¿Por qué tienes tantas ansias de ir al bosque?- levanté una ceja mientras me recargaba en la puerta observando cómo se cambiaba, mordí mi labio al presenciar aquella escena-

-ya lo veras…- me sonrió de lado guiñándome un ojo y mordiendo su labio al final-

Negué divertido y comencé a vestirme, cuando estuve listo lo seguí a la salida y caminamos en dirección al bosque. Estuvimos unos veinte minutos caminando antes de poder llegar al fin, pero aquel hermoso brillo en sus ojos me hizo sentir que aquella larga caminata valiera la pena.  Antes de poder siquiera decir algo se convirtió en un lindo lobo blanco y comenzó a correr, sin esperar nada yo también me trasforme en mi forma de lobo y lo seguí. Nuestros lobos jugueteaban y se perseguían con una gran energía, cuando nos perdíamos de vista él solo aullaba para que yo lo encontrara. Seguimos así hasta que este lado del bosque comenzó a ser oscuro y tenebroso, mis sentidos se pusieron en alerta al darme cuenta que nuestro colorido escenario se había oscurecido de la nada. Mas comencé a desesperarme cuando por más que buscaba y aullaba no recibía respuesta de mi pequeño mochi, mis feromonas de nerviosismo y alerta no se hicieron esperar y comencé a correr frenéticamente tratando de seguir la sutil esencia de mi omega. El alma me volvió al cuerpo cuando lo encontré sobre un árbol con una gran sonrisa mientras balanceaba sus pies en el aire, cabe decir que estaba en su forma humana nuevamente. Me acerqué con cautela tratando de no aparecer de forma inesperada y asustarlo,  al percatarse de mi presencia bajo rápidamente y corrió a abrazarme. Tomé su mano eh intenté  salir lo antes posible de aquel lugar, todos mis instintos me advertían que no debíamos estar aquí. Pero borrando su sonrisa se detuvo y me observó con aquellos hermosos ojos que eliminaban todas mis defensas, hizo una mueca antes de soltar mi mano y comenzar a retroceder. Un poco extrañado me apresure a volver a tomar su mano pero este ya no me miraba, su vista estaba en el suelo como si lo hubiera regañado.