Narra Kim Kami:
-tranquila Kami…- respire profundamente antes de bajar de la moto- no es tan difícil…- cerré mis ojos intentando creerme cada palabra que decía- ya estás aquí…- suspire pesadamente- solo debes ir a su casa, golpear la puerta, entregarle los collares eh irte….-asentí y mordí mi labio inferior- vamos…- gruñí- muévete maldición…- observe mis piernas que estaban prácticamente temblando como gelatina- nunca fuiste una cobarde y no lo serás ahora…- di el primer paso- solo es un maldito alfa estúpido, no tienes por qué preocuparte-rodé los ojos y mi omega por fin me dejo moverme-
Hace aproximadamente diez años que no vengo a este lugar, sentir la esencia del que una vez fue mi alfa provocaba que todo el control que decía poseer se esfume. Con los nervios que tuve al salir y dirigirme al lugar que una vez fue mi hogar y mi mas tortuosa condena, olvide por completo traer aquel amuleto que ocultaba mi olor eh imagen. Ahora él podría saber que estaba aquí, sentiría mi esencia y me reconocería. De tan solo imaginarlo mi omega se encogía con ganas de desaparecer, ella quería volver a sentir a su alfa y abrazarlo. Pero nos había dejado bien claro la última vez que no nos quería volver a ver y que ya nos había olvidado, sus palabras y acciones nos hirieron profundamente aquel día. Pero fuimos demasiado tercas para que él nos viera vulnerables, así es. Con la misma prepotencia y agresividad que él nos había demostrado, nosotras respondimos a sus ofensas haciendo más grande el problema. Recuerdo haber dicho palabras horribles y que realmente no sentía, incluso recuerdo haber menos preciado todos esos hermosos momentos que pasamos juntos. Estaba tan molesta y herida que sin esperar alguna respuesta cuando él ya no podía hablar más, tome aquella maleta y me fui, no sin antes repetirle lo arrepentida que me sentía de haberlo conocido y compartido aquel tiempo a su lado. Creo que eso fue lo que más le dolió por que mordió su labio y de sus ojos estaban a punto de escurrirse aquellas malditas lágrimas, por mi parte no llore hasta que estuve encerrada en mi habitación. Solté un gran suspiro nuevamente antes de que mi semblante se volviera totalmente serio, no debía perder el tiempo. No estoy aquí para hablar con él, tengo la misión de ayudar a salvar a mi sobrina y no permitiré que mis sentimientos se interpongan.
“Después de todo…”
“han min es solo mi pasado…”
Toque la puerta con fuerza y decidida a no dejarme intimidar, me prepare mentalmente para cualquier tipo de recibimiento. Pero nadie me abrió aquella gran puerta, fruncí mi ceño. Seguramente no estaba en casa, él nunca se demora en abrir y cuando no lo hace es porque está demasiado ocupado o no está. Levante mis hombros con resignación eh hice una mueca, tendría que ir a ver a su han en ese caso. Subí a mi moto y la encendí, di una última mirada pero realmente parecía no estar. Negué y me dispuse a dirigirme a la casa de mi cuñado, sin dudas él si debía estar en casa o al menos Taehyung. Fue un viaje de aproximadamente treinta minutos, con una gran sonrisa presione el timbre esperando a cualquiera de los dos. Una estruendosa carcajada me hizo ponerme alerta, de la nada comencé a temblar y emanar mis feromonas de nerviosismo. La puerta comenzó a abrirse y yo retrocedí, un sonriente tae se asomo con una grabadora en sus manos. El muy simpático me había tendido una trampa y yo había caído completamente en ella, suspire más calmada antes de abrazarlo.
-tú siempre tan bromista…- rodé los ojos- pero lograste tu cometido…- negué- realmente me lleve un gran susto- sonreí y rió-
-mi hermana me dijo que vendrías…- dijo inocentemente- y como hace mucho que no me visitas, mala tía. Pensé en hacerte una pequeña broma para estar a mano- asintió-
- conoces la razón de mi ausencia tae, no es para que te desquites así tampoco-revolví su cabello- puede que seas más alto, pero en el fondo sigues siendo aquel mismo niño que mi hermana crió... - sonreí-
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Mi omega rebelde OMEGAVERSE (jungkook y tu)
FanfictionDonde t/n odia a los alfas y jk a los betas.