La indomable e incorregible señorita Diane

Capitulo XVII

"que hombre más irritable" pensó Diane ofuscada por el atrevimiento del duque, pero por otra parte le pareció un poco tierno que este le pidiera disculpa por todo lo ocurrido anteriormente, fue muy gratificante ver a semejante hombre haciéndolo, ya que ni a su padre ha visto disculparse no quería imaginar para el duque siendo tan orgulloso eso le de mostraba que quizás si había cambiado pero no se lo diría a nadie obviamente, así Diane sin percatarse comenzó a cambiar su parecer para con el duque.

- Espero que este arreglado todo el asunto con el duque Bedford – soltó una voz por detrás de la joven mientras se dirigía al salón

"sin duda se les hace costumbre sorprenderme cuando estoy perdida en mis pensamiento" pensó para darle la cara a su hermana mayor – bueno... solo un poco, digamos que parcialmente ya está arreglado-

- Ahora, ¿hay algo que necesites decirme? – pregunto la condesa mirando con reproche a su pequeña hermana por la información que le ocultaba

- Por su puesto que no hermana bella- trato de poner cara de inocente pero ya era demasiado tarde

- Claro, es por eso que el duque cuando te reconoció enseguida comenzó a aclarar cosas contigo Diane – la miro directo a los ojos al igual que su madre cuando ya sabia de sus travesuras – dime antes de que le mande una carta de carácter urgente a madre sobre tus huidas al lago en la casa de tía vera –

Ese fue el punto de quiebre para la joven – esta bien pero solo te diré si es que no te mortificas por lo que estas por escuchar –

- Esta bien hermana, vamos al jardín creo que para esta conversación necesitamos algo de aire fresco- se tomaron por el brazo para dirigirse a dicho lugar. Ya sentadas en la mesita de exterior las criadas comenzaron a preparar el té. – Diane comienza a hablar, no te hagas la muda, y que no se te pierda ni un solo detalle de como conociste al tan aclamado duque Bedford-

- Hermana no seas exagerada es solo un hombre común y corriente, nada del otro mundo-

- Como se nota que no tienes muchas amistades, ese hombre al cual llamas común es dueño de unas de las propiedades más extensas de Inglaterra y eso no lo es todo, tiene uno de los futuros más prometedores, además de ser muy inteligente y apuesto, aunque lo ultimo esta de sobre decirlo, con solo mirarlo a las jovencitas se les derrite el corazón, pero tiene fama de ser exageradamente frio con esas damisela, por eso me sorprendió verlo tan exaltado al tratarse de ti hermana –

Fue en ese momento que Diane supo su destino debía decirle como conoció a ese hombre el cual estaba en sus pensamientos más profundos – ¿no hay forma de escapar de este interrogatorio? –

- Sabes muy bien que no – sonrió de oreja a oreja la condesa mirando a los ojos de su hermana

- Bueno llegó de improvisto un día, yo estaba en mi dormitorio y las mucamas comentaron la repentina visita del duque-

- Bueno eso no nos ha de sorprender, hizo exactamente lo mismo, eso demuestra lo orgulloso que es y lo inusual de su personalidad -

- Bueno continuo – rio un poco al ver que su hermana al menos tomaba el asunto con soltura – no recuerdo mucho, pero desde que lo vi comenzamos discutiendo, creo que le dije algo muy molesto en la cena de presentación y el luego comento haber... visto a una doncella en un lago y recogiendo flores en la colina-

- Por Dios Diane te vio desnuda – comento la condesa subiendo su tono de voz

- Claro que no, solo me vio la espalda, aunque en ese momento yo no sabia que alguien me estaba espiando – se excusó, aunque era cierto – en ese momento me enteré de que me había visto media desnuda y con mis ropas de andar, pero no le dije que era yo luego el se dio cuenta al verme la cara en uno de esos a la laguna –