capitulo XVI

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Lorcan no podía creer lo que vieron sus ojos, "es ella" pensó, la mujer que le ha quitado el sueño en más de una ocasión, sin duda el mundo era demasiado pequeño.

- Lo lamento mi lord por las vestimentas de lady forest acaba de llegar ayer por la mañana- se escuso el mayordomo

- No tienes que preocuparte- soltó Lorcan relajado al ver el rostro de Diane tan deslumbrante como siempre.

La joven se dirigió directo al dormitorio de su hermana para darle las noticias de que ESE caballero estaba en su casa pero la mucama se le adelanto por mucho, la condesa estaba vestida lista para salir a recibir al invitado.

- Diane dime que el duque no te vio así, no es una buena impresión para un hombre del que nunca has visto- reprocho Adele al ver las fachas de la chica

- Hermana debo contarte algo de inmediato -

- ¿puede esperar? -

- No - necesitaba decirle los términos en los que estaba con Lorcan, obviando por supuesto los detalles mas escabrosos

- Bueno entonces adelante-

- Conozco al duque, es el amigo de Conrad ese del que siempre nos hablaban y digamos que nuestras personalidades no encajaron del todo-

- Por Dios Diane dime que no te vio haciendo alguna desfachatez, si es así no se como podré dirigirme al el -

- No del todo, solo que discutimos en todas la ocasiones en las que nos encontrábamos, el logra sacar lo peor de mi es un caballero de lo mas petulante y orgulloso-

- Vamos hermanita todos los hombres de grandes propiedades como títulos son orgulloso, lo que espero es que tu no dañaras ese orgullo -

- Por supuesto que no - negó tratando de creer en sus propias palabras y que su hermana lo hiciera de igual manera.

No sabia como se dirigirá a el luego de esa pelea, bueno luego de todas sus discusiones, lo único ventajoso era que estarían los tres y en la propiedad de su hermana así podrá ignorarlo con más frecuencia.

- Bueno hiciste menos de lo que esperaba, quizás has madurado hermana mía - bromeo Adele al ver el rostro preocupado de Diane, a lo cual la joven solo pudo sonreír recordando todas las fechorías ocurridas con el lord en cuestión

- Me iré a vestir, no hagas esperar mas al caballero-

- Te espero para el desayuno -

La menor se dirigió a su dormitorio abatida recordando con peso en su corazón las duras palabras del duque hacia su persona, seria un mes muy duro, sonrió con tristeza, atrás quedaron sus días soñados de tranquilidad, parecía casi una broma del destino que se encontraran nuevamente.

- Marion el duque Bedford esta acá - comento a su doncella la cual buscaba un vestido en su ausencia

- ¡es el destino señorita! - llevándose las manos en forma soñadora, la chica no era tonta en los ojos de ese hombre no había mas que amor para su dama y ella no se daba cuenta aún.

- O una maldita maldición - comento enojada mientras la vestían.

Una vez lista se dirigió donde estaba su hermana esperándola para su gran sorpresa el hombre no se encontraba por lo que sonrió de oreja a oreja sin importarle la mirada desaprobación de la mayor

- No eres para nada buena ocultando tu felicidad de que cierto caballero se escusara para disfrutar del desayuno hermanita-

- No es por eso - trato de ocultar un poco su mueca.

La indomable e incorregible señorita DianeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora