11. ¿Compañeros de estudio?

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¿Que es un sueño? ¿Qué es lo que representa? ¿Es algo que ya conocemos? ¿Es algo que vamos a conocer? ¿Es solo nuestra imaginación? ¿Son nuestros sentimientos en forma de imagen? En todo caso, hoy estoy aquí para contaros un sueño. Un sueño de esos que no tienen sentido para ti. En mi sueño estaba yo, a oscuras, en un parking subterráneo. Tenía la sensación de que no había ninguna salida del, y estaba muy asustada, no sabría decirte porque (en realidad si, pero las interpretaciones las dejamos para el final) Gritaba y gritaba por ayuda desgarrando me la voz, pero nadie venía, estaba completamente sola en la oscuridad. Completamente sola en la nada. No desistía, gritaba y corría por todo el establecimiento como si fuera a venir alguien a salvarme, como en una de esas películas en las que te persigue un secuestrador pero tú héroe aparece en el último momento.

En mi caso, el secuestrador era la soledad, o esa es a la conclusión a la que he llegado, y mi héroe había desaparecido. Había muestro en guerra dejándome con aquello que tan atemorizada me tenia. Había desaparecido dejándome con lo que luchaba desde hacía años. Mentiría si dijera que el sueño acabo de buena forma, porque sinceramente no me acuerdo, pues en mi mente se va borroneando conforme avanza esos 5 minutos en los que se te olvida todo lo que has soñado.

Y mi interpretación de esto es que quizás simplemente tenga miedo a quedarme sola en la ansiedad y que nadie sepa que estoy en ella. Quizás estoy forzando demasiado el intentar ser social para no ser un bicho raro y tachado por la humanidad.

Quizás solo estoy intentando complacer a los demás olvidándome de mi propio placer. Quizás solo sea un sueño sin pies ni cabeza Porque al fin y al cabo, los sueños son, pero, ¿qué quieren decir estos?

(...)

Me desperté en mi habitación teniendo la sensación de haber tenido una pesadilla. Estaba sudando y mi corazón latía desenfrenado, de pronto apareció esa sensación de soledad que venía cada mañana. Esa sensación que me arrollaba una y otra vez al ver como mi padre caía de un edificio desolado.

Me levante y sentada al borde de la cama tomé un vaso de agua tranquilizándome.

Me dirigí a la cocina para desayunar. Hoy era sábado, sin embargo me había despertado bastante temprano, mi organismo así lo quiso. Desayuné en la calma, tranquilidad y silencio de mi comedor.

Hacía como 3 días que no veía mi madre. A lo mejor me había abandonado y me había dejado sola, que no me importaría mucho a decir verdad.

Cuando terminé dejé los cubiertos en el fregadero, el cual ya se empezaban a acumular algunos platos y vasos. Me dirigí a mi cuarto y me vestí, no iba a ir a ningún lado, pero prefería quitarme el pijama porque sabía que si no lo hacía no aprovecharía el día.

Me dispuse a ponerme un poco de música y limpiar la casa, empezando por mi cuarto. Entre canción y canción iba de habitación a otra, hasta llegar a la última: el despacho de mi padre.

Sabía que mi madre no había entrado aquí desde su muerte, sin embargo, yo entraba cada vez que me sentía sola. Era un lugar que me reconfortaba, pese siempre estar lleno de polvo, pues mi padre no era muy limpio que digamos.

Entré y, como lo pensé, estaba completamente a oscuras y lleno de polvo. Los libros amontonados en las estanterías destacaban por ser lo único que estaba ordenado en la habitación. Ni mi madre ni yo movimos un solo papel desde su ida. Aunque yo hubiese estado aquí, me hacía bolita en un rincón y me dedicaba a observar.

Me agaché para ver los papeles: facturas, contratos, impresos de subcontratantes... Toda la vida de un héroe hecho en papeles. Los recogí y dejé encima del escritorio, pues ya los ordenaría y los metería en una carpeta. Después vi el único libro que se encontraba a la misma altura que antes los papeles.

Lo abrí para saber donde debía colocarlo en la estantería. Había un montón de nombres con sus direcciones y números de teléfono. Había desde héroes hasta magnates de la política o financieros. No sabía que mi padre tuviera está clase de influencias.

Todos tenían sus datos, menos uno.

Shigaraki Tomura. - No contactar

¿No era ese el villano que tantas veces había atacado a la UA? ¿Porque mi padre tenía su número? ¿Había posibilidad de que fuera otro Shigaraki?

Seguí mirando páginas y páginas hasta que un papel se cayó de una de estas. Estaba doblado muy bien. Cuando lo leí y lo abrí parecía un contrato de confidencialidad.

Art. 1: Los involucrados no dirán ni filtran ninguna conversación en la mesa de reuniones.

Art. 2: Estad reuniones solo se realizarán presenciales en caso de máxima urgencia.

Art. 3: Mediante este acuerdo queda sellado un trato de protección mutua.

Art. 4: Ante la ruptura de algunas de las clausulas acordadas su castigo será la muerte

No entendía nada. ¿Acaso mi padre tenía una especia de acuerdo con la liga de villanos? ¿Y que tenía que ver el con ellos?

El ruido de mi teléfono sonando en la otra punta de la casa me alarmó y salí de la habitación un poco aturdida.

Llegué a mi habitación donde se encontraba mi teléfono y vi la llamada entrante de Tamaki. Me pareció extraño ya que él apenas llamaba nunca ni a sus mejores amigos. Decidí cogerla.

- ¿Diga?

- ¿____? Esto... Buenas tardes. Perdona por molestarte pero me preguntaba que... bueno... si quieres... o si tienes dudas respecto a algo... Te podría ayudar con la UA. - Se quedó en silencio esperando a que le diera una respuesta supongo. Yo estaba un poco anonadada con su proposición. - ¡No quiero decir que seas mala estudiante o que vayas a necesitara ayuda de seguro! Solo te lo pregunto porque... bueno, 2º fue uno de los cursos mas difíciles y sé que con las sesiones de terapia te tendrás que saltar algunas clases. Solo era por eso... - Me mantuve en silencio - Bueno, si no quieres da igual, siento haberte...

- ¡No espera! - Reaccioné antes de que colgara. - Lo siento estaba un poco en trance. ¿No te importaría ayudarme? Digo, con la agencia y tal...

- No, normalmente por las tardes Fut solo me manda a rellenar informes o a patrullar, a no ser que haya una emergencia claro. - Asentí aunque no me estuviera viendo. - ¿Que dices?

- ¡Claro! La verdad que me vendría muy bien que me ayudaras.

- Pues... ¿mañana en mi agencia? 


"El escritor quiere escribir una mentira y escribe su verdad"

You | Tamaki Amajiki × Lectora [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora