2. Fotografía

4K 439 115
                                    

Cuando terminé de pagar la compra, esperé a ellos que terminaran y nos fuimos los tres juntos hacia mi casa. Mirio iba hablando en medio de Tamaki y de mí a falta de nuestro interés por continuar la conversación.

— ¡Qué emoción! Pronto será nuestra graduación y ya estaremos trabajando en empresas y salvando a las personas.

— Mirio... - Hablé por primera vez en todo el camino y ambos chicos me miraron. - ¿Qué harás cuando salgas? Bueno... con lo de perder tu quirk.

— Al parecer Nigheye en su testamento me adjuntaba el 70% del control de su agencia y el otro 30% iba destinado a All Might. Así que All Might llevará todo el tema que ganancias, del que no controlo mucho, y yo me encargaré de dirigir a todo el personal y de la sección de rescate en la medida de lo que pueda hasta que recupere mi quirk. - Sonrió nostálgico seguramente al recordar la figura de su antiguo maestro.

— Ya veo... - Se formó un silencio incomodo a partir de eso hasta que Mirio habló finalmente.

— ¡Oye! ____, vendrás a la fiesta después de la graduación, ¿no?

— Esto... No sé, no creo. — Respondí un tanto avergonzada. Normalmente no estaría tan cortada con él, pues nos conocíamos desde los 3 años. El caso era que estaba Tamaki y eso era lo que hacía que estuviese tan nerviosa.

Mirio me echó una bronca diciendo que tenía que ir, que era su graduación y por nada del mundo me la podía perder. Al parecer también había invitado a Midoriya, Tamaki a Kirishima y Nejire a Tsuyu y Uraraka. Los 4 de mi clase. Al final acabé aceptando solo para que dejara de insistir, Mirio podía ser muy cabezota cuando se lo proponía y siempre acababa consiguiendo todo lo que quería.

Acabamos llegando a mi casa y me despedí de Mirio, a Tamaki ni me digné a mirarlo. Entre cansada una vez los chicos se habían ido dirigiéndose a la casa del rubio y yo me apoyé en la puerta. Más tarde, dejé los recados encima de la encimera de la cocina. Escuché a mí madre tendiendo arriba en la azotea por lo que me dispuse a encerrarme en mi cuarto como buena antisocial que soy y dejarme caer en las redes de internet.

Tenía un mensaje de Mirio el cual decía:

"Tendrás que hablarle algún día"

Él sabía de mi "obsesión" con su amigo de pelo moreno pero no le había dicho nada a Tamaki por respeto a mí y con la esperanza de que algún día me lanzara y le pidiera salir, cosa que jamás ocurriría.

"No mientras pueda" — Nos lo tomábamos un poco cachondeo a decir verdad, pues ya la situación se había vuelto un tanto ridícula.

En fin, él era el mejor amigo de Mirio y yo era su mejor amiga. Casi nunca coincidíamos los tres y cuando lo hacíamos era por dos minutos y no siquiera cruzábamos una frase. Éramos menos que conocidos.

Los días dieron paso a las semanas y con ello la graduación de Mirio, Tamaki y en resumen de todo el 3° grado.

Todos los alumnos de la UA debíamos asistir a la ceremonia y solo aquellos a quien invitaran sus senpais tendrían la oportunidad de asistir a la fiesta final de curso, y yo era una de esas afortunadas.

Ya era por la tarde y apenas faltaban unas horas para que la graduación comience. Me puse enfrente del espejo y me miré. Llevaba un vestido negro con escote de corona y encaje en las mangas, estrecho hasta el pecho y luego suelto. Me puse unos zapatos negros de plataforma estilo deportivo con un bolso plateado. No llevaba un maquillaje agresivo ni mucho menos, apenas y se podía notar la sombra de ojos tonos marrones que contrastaban con mis ojos, un poco de rímel y colorete y llevaba brillo labial en el bolso debido a que iba a estar toda la noche fuera.

Colgado en el hombro contrario en el que llevaba el bolso estaba mi cámara de fotos, pues era sabido por toda la academia que me encantaba el mundo de la fotografía y le hacía retratos a todo el mundo — a algunos más que a otros, a decir verdad.

Salí de mi casa despidiéndome de mi madre quien se encontraba en el salón frente al televisor y me despidió sin decirme nada más, actuando como la no madre que era. Nuestra relación siempre había sido así, estrecha y cuidadosa. Sin decirnos muchas palabras pues ninguna necesitábamos de ese apoyo extra que formaban y daban la mayoría de familia a sus hijos y viceversa. Las frases que nos intercambiábamos eran cortas y precisas, directas al grano.

Finalmente llegué a la academia donde todos venían vestidos de gala. Las graduaciones de la UA era uno de los eventos más prestigiosos y populares de todo el país, al que solo los alumnos y familiares de la escuela junto con algunos de los mejores héroes que ya habían estudiado ahí podían ir.

No era desconocido mi fanatismo por la fotografía en la academia y dado que llevaba la cámara colgando se creerían que iba allí para hacer el reportaje y héroes no paraban de pararme — por muy enrevesado que sea — para pedirme que les sacará algunas fotos. Todas estas después irían hacia el director y allí a cada unos de los respectivos modelos.

Me dirigí hacia el patio trasero mientras esperaba a que la ceremonia comenzase. Allí había una fuente donde se podían hacer fotografías muy buenas y era un lugar tranquilo por lo que me pasaba bastante tiempo allí.

Normalmente no solía haber nadie y estaba bastante tranquilo, en cambio está vez me encontré con Todoroki quien veía embobado el agua.
Yo aproveche para agacharme sin que se me viera nada debajo del vestido y sacarle una foto en contrapicado.

Pese a lo que pudiese parecer, él y yo nos llevamos bastante bien. Los dos éramos personas de pocas palabras y que no demostrábamos nuestros sentimientos con facilidad y era ese mismo miedo al rechazo por los demás lo que nos unía a los dos y la razón por la que empecé a hablarle.

También están los del bando contrario que dicen que parecemos pareja y nada menos de la realidad. No era conocido por muchos pero Todoroki había comenzado una relación en secreto con Momo, a la no le hablé hablado más de 4 veces en todo el curso y dos de ellas para pedirle un lápiz. Ambos querían ir despacio para ver cómo salían las cosas y coger confianza pues la inexpresividad en el chico y la falta de seguridad en la chica hacían una pareja un tanto inestable, pero oye, no seré yo, la soltera número uno, quién los critique.

Shoto y yo éramos algo así como mejores amigos pero ambos sabíamos que esa palabra nos venía grande a los dos.

Justo cuando sonó el flash de la cámara el heterocromatico se dio la vuelta descubriéndome.

— ¿Cuántas veces te habré dicho que no me saques fotos cuando no me doy cuenta? — Me preguntó con una sonrisa ladina. Yo solo me levanté y me senté a su lado.



"Cause' someone stole my car radio and now I just stay in silence"

You | Tamaki Amajiki × Lectora [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora