ᴅᴏɴ'ᴛ ᴋɴᴏᴡ ʏᴏᴜ ¡! ᴡᴏɴʜᴇᴏɴ ғʀᴏᴍ ᴍᴏɴsᴛᴀ x

O12; ʜᴇᴀᴠᴇɴ

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HoSeok no tardó mucho en irse, una mucama tocó la puerta de la habitación para llamarle a atender algunos asuntos importantes, por lo que tuvo que dejar a la desnuda MinJi sola, igual, se encargó de que le llevaran una taza de té para que acompañara su pequeño pastel de chocolate, el que sería su desayuno por ahora. HoSeok ni siquiera se preocupó por ser formal y vestirse bien, le daba igual pues sabía de qué se trataba.

MinJi había pedido un cachorro desde hacía tiempo pero era torpe antes y querían que de verdad le cuidara. El rey pidió un bonito golden retriever.

La celebración comenzaría en dos horas entonces sólo entregó el dinero y tomó al bonito cachorro de tres meses en brazos, era muy tranquilo, se recostó en sus brazos al ser tomado.

-Qué lindo eres, espero que le gustes a MinJi.

Le dijo al cachorro y lo acarició un buen rato mientras iba a su alcoba para mostrarle el bonito cachorro a Audrey, quien estaba escogiendo su vestido, había pedido dos diseños completamente distintos entonces tenía los dos vestidos delante de ella.

-¿Qué vestido se parece menos al de MinJi? ¿Qué traje usarás tú? Quiero usar la corona de oro blanco.

-El azul marino se ve más lindo, es del mismo color del traje que usaré por si querías que fueran iguales.

-Bueno, ¿ya tienes al cachorro?

-Está detrás de ti.

Audrey volteó a verlo y vio al cachorro, se emocionó y fue corriendo para tomarlo en brazos, era muy tímido por lo que chilló queriendo irse de sus brazos, no parecía agradarle por lo que se lo devolvió al mayor y sólo hizo un puchero.

-No parezco agradarle... Dile a las mucamas que lo cepillen y le pongan su collar.

HoSeok hizo una leve mueca pero hizo caso y fue a los pasillos a decirle a una mucama que lo alistara pulcramente. Ni siquiera quiso regresar a su habitación, mejor fue directo a darse un baño. Tampoco era su gran pasión convivir con Audrey, había veces en las que se volvía insoportable pues comenzaba a cuestionar todas sus palabras aunque fueran tontas.

Y en ocasiones, prefería evadirla, MinJi tenía una personalidad distinta a todas las de sus familiares, era realmente especial.

Se dio un baño no demasiado extenso, pues tenía que arreglarse igualmente e ir con MinJi a regalarle la nueva corona que le había hecho, toda de oro rosa con diamantes blancos y pequeños rubíes para que la usara ese día con el bonito vestido que habían pedido también especialmente para ese día.

Aunque no terminaba de comprender por qué esa edad era tan importante entre las monarquías de Londres.

Al salir de su baño, fue a su habitación sólo a ponerse su traje por fin, no necesitaba mucho arreglo más que en su cabello. No le fue difícil arreglarse, Audrey ya ni siquiera estaba en la habitación por lo que se tomó su tiempo. Su traje era ajustado, incluso un poco molesto pero no había nada que pudiera hacer al respecto. Pantalones blancos exageradamente ajustados, botas negras y brillantes, una camisa blanca con pliegues en el centro y mangas con un encaje al final adorando sus muñecas. El saco era lo importante, era azul zafiro con botones dorados con silueta de hilo del mismo color, tenía insignias y broches y en sus hombros había dos hombreras de adorno del mismo dorado pero con cadenas que hacían una caída para finalizar con piedras brillantes como gotas de lluvia. El largo de ese saco iba en aumento, es decir, que de la parte delantera era corto hasta su cadera pero en la parte trasera terminaba un poco más abajo de la mitad de sus muslos.