ᴅᴏɴ'ᴛ ᴋɴᴏᴡ ʏᴏᴜ ¡! ᴡᴏɴʜᴇᴏɴ ғʀᴏᴍ ᴍᴏɴsᴛᴀ x

O2O; ɪ'ᴍ ɴᴏᴛ sᴜʀᴇ

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Audrey había logrado distanciarlos lo suficiente y no sólo por apariencia, HoSeok habló con MinJi al respecto y por miedo y timidez, hicieron caso. Audrey estaba presente durante las clases de MinJi, la llevaba más seguido al pueblo para que no estuviera siempre en el palacio con el mayor y trataba de distraerla dando paseos o conversando por el palacio. Las nulas interacciones que tenían HoSeok y su hija eran las cortas palabras que podían dirigirse durante sus clases o las cenas.

A pesar de todo, ninguno podía deshacerse de sus sentimientos y toparse en los pasillos y tener que ignorarse era doloroso.

HoSeok y Audrey ya no dormían en la misma habitación, HoSeok se mudó a una del otro lado del palacio casi tan grande como la que compartía con su esposa. La familia comenzaba a caerse poco a poco, aunque intentaban comunicarse era incómodo, ya no era la misma calidez de antes en donde MinJi conversaba por horas en vez de terminar su comida o tener pequeños debates a la hora de la comida. Todos estaban en silencio y quien hacía todo más ameno, era HoSeok que preguntaba por sus días a la hora de la cena, recibiendo respuestas breves hasta que MinJi se iba a su habitación a lagrimear siendo consolada por su cachorro.

Estaba triste, no tenía más la confianza de su madre y no podía recibir nada de consuelo de su padre. Habían pasado dos meses desde que llevaban esa rutina pero lo sentía como una eternidad. A parte, la estaba pasando mal.

Lejos de todo su estado emocional, había comenzado a tener náuseas frecuentes, su vientre había crecido levemente y su periodo no llegó nunca. Estaba tan preocupada por ello y no poder decírselo a nadie la mantenía con angustia y estrés, nadie se había dado cuenta ya que sabía disimularlo. Sus náuseas las retenía si estaba con alguien, su vientre podía ser sólo que subió de peso y su periodo, nadie estaba realmente al pendiente de ello.

Tenía miedo, estaba asustada, era realmente joven para estar embarazada y no quería terminar aún peor con sus padres; ni siquiera estaba segura de que HoSeok fuera a apelar por ella.

Había pedido autorización para invitar a Dior al palacio para poder distraerse y poder contarle sobre todo ya que necesitaba desahogarse. Nadie se lo negó y su padre fue quien envió una carta a Francia para invitarla a ella y a su familia en sí ya que vendría bien algo de visitas para olvidarse un rato del gran problema familiar. Esa mañana, Dior llegó junto a su padre y madre al palacio, MinJi estaba feliz y aliviada por lo que saludó a todos con cortesía antes de ir todos a tomar el desayuno. Por primera vez en esos meses, la mesa no estaba callada y había una buena fluidez en sus conversaciones aunque MinJi no terminaba de encajar ya que estaba todavía angustiada, no podía ni mirar a sus padres y eso Dior lo notó.

Más tarde al atardecer, MinJi y Dior fueron a sentarse en el jardín de hortensias, ambas muy lindas con sus vestidos finos. MinJi de color rosado pastel y Dior de color verde claro opaco.
Dior fue la primera en hablar, estando segura de que MinJi tenía algo serio que contarle, estaba intrigada.

—Dime ya.

—... Dior, Audrey nos descubrió a mí y a Cedric teniendo sexo hace un par de meses.

Dior palideció, ahora comprendía por qué la vergüenza. En sí, pudo notar el distanciamiento de los tres durante el desayuno y la comida, Audrey no estaba contenta y se veía demacrada, HoSeok lucía cansado y MinJi enferma, claro que le preocupaba todo aquello.

—Nos separó por completo, ni siquiera he podido tener una conversación de más de diez palabras con papá y lo peor no es eso...

—¿Hay algo peor?

—Creo que estoy embarazada.

Ahí Dior calló y sintió que iba a desmayarse, eso fue totalmente inesperado y le cayó como balde de agua fría. Tragó en seco y MinJi solamente comenzó a llorar, se sentía tan sucia y culpable por ello, lo que menos deseaba era aquello, sería tan vergonzoso y sí, era su culpa por tanta insistencia, así lo sentía, el sexo no era una necesidad de primera.

—¿C-Crees? Joder MinJi eso está realmente mal, le dije a Cedric que no fuera tan imbécil.

Dior se golpeó la frente, comprendiendo la frustración de la menor. Se acercó a ella y la abrazó con fuerza dejando que llore en su hombro mientras acariciaba su espalda.

—¿No lo sabe nadie más, verdad? Debes haberla pasado muy mal estando totalmente sola. Oh, Blair.

La menor sollozó y comenzó a decir cosas incomprensibles para Dior, quien estaba perdida en sus propios pensamientos, estaba tan angustiada como su prima, no quería que terminara en desastre y querer ayudar la frustraba porque no sabía que hacer, por lo que se permitió soltar algunas lágrimas junto a la pelirroja.

—No sé qué hacer, Dior. No sé como vaya a reaccionar papá, no sé qué me vaya a hacer mamá. No quiero tener un hijo ahora, no lo quiero.

La castaña suspiró y se apartó tomando de los hombros a la ojiverde de manera demandante.

—Tienes que decirle primero a Cedric. Estaré presente junto a papá, él puede hablar con mi tío si llega a reaccionar mal.

A Dior no le importaba la privacidad del asunto, era algo serio e interino de la familia Lee que podía afectar a todos si nada se llevaba a cabo de manera indicada. Tal vez su padre sabría qué hacer y podían ayudar realmente sin estorbar.

—Después de la cena.