COLOR ESPERANZA... (TAEKOOK)

CAPITULO 24

Llegamos al hospital en un instante, nos dirigimos directamente hacia la sala de tratamientos, me senté en una silla al lado de la camilla en la que estaba sentado Jungkook, aún puedo ver un poco de ¿Miedo?, si eso es un poco de miedo por las agujas, mis ojos se humedecen cada vez que lo veo sollozar un poco por el dolor, pienso que si pudiera tomar su lugar lo haría, si tuviera que venderle mi alma al mismo demonio con tal de que se recupere lo haría.

-Tae ¿Por qué estás tan callado?-Preguntó Jungkook tomándome de la mano

-Por nada cariño, vamos debemos ir al consultorio de Choi...-Dije sonriendo

Entramos en el amplio consultorio y Choi tenía una gran sonrisa, espero que sean noticias buenas la que tenga para darnos.

-Buenas tardes doctor-Dijo Jungkook

-Buenas tarde...-Respondió indicando con la mano que tomáramos asiento.

-Bien, Jungkook debo decirte que el tratamiento funciona, estamos teniendo impactos positivos.

-Eso... quiere decir... que podrá superar esta enfermedad...-Pregunté conteniendo el aliento

-Eso quiere decir, que las quimioterapias funcionan, si su recuperación sigue creciendo de esta forma, podrá vencer esta enfermedad...-Dijo Choi haciendo más amplia su sonrisa

Escruté el rostro de mi novio, y unas pequeñas lágrimas brillaban junto con una sonrisa de conejo.

-¡Escuchaste eso Tae! Podré recuperarme...-Dijo soltando más lágrimas mientras sus brazos rodeaban mi cintura.

-Así es conejito...-Dije besando su frente, unas pequeñas lágrimas se deslizaron por mis pómulos.

-Bien, respecto a su estado emocional ¿Cómo va eso?-Preguntó Choi cambiando de tema

-Pues, va bien, ha mejorado mucho esa parte también, aunque esta mañana tuvimos una pequeña charla acerca de su aspecto físico.

-Les daré el nombre de una amiga, es Psicóloga, los ayudará mucho que tomen terapia juntos.

Tome la tarjeta que Choi me tendía, sin dudas iríamos a esas terapias, ambos la necesitamos.

-Bien, eso era todo, que pasen un bien día...-Dijo Choi saliendo de aquel consultorio

-Conejito, ¿Te parece si vamos por un helado?

Los ojitos de Jungkook brillaron cual niño chiquito, era un brillo inocente y tan puro, no entendía como aún podía conservar esa inocencia, pero eso es sin lugar a dudas lo más hermoso que jamás había visto.

-Pero que sea de chocolate...-Dijo

Salimos del hospital, caminamos hasta un pequeño parque, nos sentamos en una banca que se encontraba vacía bajo un árbol, desde allí podíamos admirar el parque, los niños corriendo y jugando.

-Esto es lindo...-Dijo Jungkook

-Sí que lo es...-Dije comiendo de mi helado

Siempre me han gustado los niños, siempre he soñado con formar una familia y poder ser feliz, me di cuenta de que una pequeña niña venía de la mano con su madre, la niña vestía un hermoso vestido rojo, pero en su cabeza llevaba un gorro de lana y bajo sus ojitos unas pequeñas ojeras resaltaban, la mujer lucía cansada pero aun así tenía una sonrisa en los labios al igual que la pequeña sonreía, miré a Jungkook quien también se había dado cuenta, de repente las lágrimas brotaron de sus ojos.

-No entiendo cómo una hermosa y pequeña niña tenga que lidiar con esta enfermedad...-Dijo sollozando

El helado en mi mano de pronto dejo de ser dulce transformándose en un sabor amargo de repente, no sabía que decirle, mi corazón se sentía estrujado.

-La vida es tan injusta...-Concluyó Jungkook dejando el helado a un lado, el alma me cayó a los pies

-Lo siento Jungkookie, no debí traerte aquí...-Dije abrazándolo para que calmara sus sollozos

-Está bien Tae, no sabías que esto pasaría, pero no puedo evitar sentirme frustrado e impotente, no puedo creer que estos seres tan puros tengan que lidiar con esta enfermedad que es letal.

-Lo sé, yo también quisiera cambiarlo todo, no me gustaría ver sufrir a nadie, también me duele que cosas como estas sucedan, pero cada ser tiene una función en la tierra, todo vinimos por un objetivo, es injusto, lo sé, pero no podemos cambiarlo...-Dije abrazándolo aún más fuerte que antes.

-Quiero ir a casa...-Dijo Jungkook

-Vamos conejito.

Llegamos al apartamento, Jungkook lucía un poco más calmado, me duele tanto verlo así, tan destrozado queriendo hacer algo más por todos sin lograr nada, me senté a su lado en el sofá permitiendo que se acurrucara en mi pecho.

-Sabes, quiero montar una fundación...-Dijo Jungkook

-¿Fundación?-Pregunté.

-Sí, una para personas con cáncer, quisiera poder hacer más, quiero que puedan recuperarse...-Dijo incorporándose para mirarme a los ojos...-¿Qué opinas?

-Opino, que tienes mi apoyo, y el de mis padres también, sabes que estamos para ti, porque eres lo más importante.

-Te amo Tae...-Dijo cubriendo su rostro con las manos para que no notara el rubor de sus mejillas, pero era tarde, lo había notado

-También te amo conejito.

Nuestros labios se unieron en un suave beso, abracé a Jungkook, pasamos toda la tarde viendo películas, cayó la noche y había llegado la hora de dormir, estaba en la cocina cerciorándome que todo se encontraba en orden, subí a la habitación, al entrar me encontré con un bollito en la cama, Jungkook ya estaba dormido, lucía sereno y muy hermoso, parecía un ángel, mi ángel.

-Descansa conejito, lo estás haciendo muy bien...-Susurre antes de plantarle un beso en la mejilla, me envolví en la sábanas y abracé el cuerpo de Jungkook, esté al instante posó su cabeza en mi pecho, y susurró algo entre sus sueños

-Te amo mucho Tae.

Hasta aquí mi reporte de hoy mis amoresss, quiero confesarles que deje mis sentimientos en este capítulo, espero que lo disfruten mucho, lamento si hay errores de ortografía...

Besos y cuídense mucho Taekukas, nos leemos pronto...