Decimocuarto día: Tengo un millón de razones para amarte.

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Sinb y Yerin se encontraban echadas juntas en la cama mientras veían una película juntas. Frozen II para ser más exactos. 

─Sinb. ─Llamó Yerin. 

─Dime, linda. 

─Se acabaron las palomitas. 

─No te preocupes, iré por más.

Sinb se levantó dejando la cómoda posición que antes tenían. Se demoró unos minutos antes de volver con Yerin para seguir viendo la película. 

─La parte donde canta Kristoff es demasiado relleno. ─Comentó Sinb.

─ ¿Tú crees? Yo digo lo mismo, para mí que los guionistas se quedaron sin ideas y dijeron: A la verga todo, hagamos que el chico y su reno canten. 

─Estoy de acuerdo. Suena divertido con tus palabras. 

─Todo suena divertido si es de mí. 

─Confirmo. ─Sinb tomó un poco de palomitas y se las llevó a la boca. ─Esa escena donde salen todos los renos es realmente horrible. Se nota que solo hicieron el típico "copy and page" 

─Disney ya no sabe como hacer buenas películas. ─Era cierto, aquella escena era demasiado innecesaria para la película. 

─Voy a pedir pizza. ¿Americana? 

─Hawaiana. 

─ ¡¿Qué!? A ti no te gustan esas. 

─Comencé a tomarle gusto. ─Yerin sonrió. 

─No, ni loca pido eso. ¿Acaso es bonito combinar fruta con harina, queso y tomate? 

─Y no te olvides del orégano. En mi defensa solo he probado en pocas ocasiones; a Yuju en cambio le encantaba esa pizza. Era su favorita y quizás por eso le tome gusto. 

─Ya ordené una americana. 

─Te lo perdonare solo si me dices que viene con doble porción de queso. 

─Conozco tus gustos.

Ambas asintieron y siguieron viendo la película que dejaron de tomar atención por estar besándose. Besos leves sin segundas intenciones, algo que toda persona soltera anhela. 

El timbre del departamento sonó a los veinte minutos. 

─Sigo esperando que se demoren más de media hora para no pagar la pizza. ─Sinb se quejó antes de salir y abrir la puerta. 

Sorpresa suya fue al encontrarse a Sowon y Eunha paradas con las dos pizzas en mano. 

─ ¡Sorpresa! ─Dijo al mismo tiempo la pareja esperando una reacción de asombro ante el rostro inexpresivo de Sinb.

─ ¿Ahora reparten pizza? ─Fue lo único que salió de la boca de Sinb. ─¿O tienen una pizzeria? Que yo sepa, llame a Source'Pizza, no a su nueva pizzeria suya. 

Sowon resoplo borrando su rostro animado. 

─Casualmente encontramos al repartidor en el ascensor y vaya que nos sorprendimos al saber que iba a tu departamento. Por cierto, me debes diez dolares. ─Sowon habló entrando al departamento sin esperar alguna invitación. 

─Oh, pasa. ─Sinb dijo con sarcasmo. ─Espera, yo pague por la aplicación. ¿Porqué le diste diez dolares? 

─Supongo que propina. 

─Sinb, vinimos a embriagarnos juntas. Trajimos vodka y- 

Eunha fue interrumpida por la repentina presencia de Yerin. Ambas se llevaban muy bien, pero temía por su esposa Sowon.

Treinta días para recuperarte | SinrinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora