Con sus padres muertos y la inminente amenaza de que Voldemort gana terreno en el mundo mágico, a Annabelle ahora Black se le complican las cosas con la vida de las personas que ama en juego. Sus poderes siguen creciendo cada día y una nueva parte d...
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Pasaron un par de días para volverme a sentir mejor, hoy había partido de quidditch y no podría faltar. Blaise acabaría conmigo si lo dejaba plantado. Tomé una camisa negra de mangas y un par de jeans, unas botas de tacón bajo y un chaleco de lana. Todo este tiempo había estado evitando a Draco, de hecho había dejado de ir a ayudarlo con el armario, no tenía ganas de hablar con él y con nadie realmente. Pero no podía estar escondiendome siempre, ¿o sí?
Me encontré en la Sala Común con Astoria, la cual se ofreció a acompañarme al comedor. Había estado pensando también en lo de Blaise, y acepté con una sonrisa. En el camino estuvo diciendome sobre lo preocupada que estaba por el partido de hoy y como le iría a Blaise, me llenó de alegría ver como aquella rubia amaba a mi mejor amigo.
-Annabelle...¿Podemos hablar después del partido? -Preguntó de la nada, asentí dudosa -A solas...
-Claro, no veo por qué no -Ella junto sus manos nerviosa y se despidió en la puerta para ir corriendo a la mesa de los Slytherin y besar al moreno con emoción. Entré indecisa, buscando donde sentarme pero mis ojos se encontraron con los de cierto rubio que parecía estar enfermo. Suspiré, no lo dejaría solo. Me acerqué y me senté a su lado, tomando una tostada.
-Hola -Saludó intentando llamar mi atención.
-Hola -Respondí con el mismo tono, las ojeras decoraban su rostro, su piel era demasiado pálida y sus mejillas comenzaban a hundirse
-Oye, Annie...sobre lo del otro día, lo siento -Puse mi mano sobre la suya que descansaba sobre la mesa.
-Yo lo siento, no debí haberte hablado así. Es solo que...tengo tantas cosas en mente -confesé dejando caer el peso de mi cabeza sobre mi mano. Su mano acarició mi mejilla, era cálido sentir su piel contra la mia, cerré los ojos para disfrutar la sensación -Creo que algo está pasando -dije tomando su mano y alejandola de mi cara.
-Lo sé, lo noto...Y por eso no quería que te metieras en ésto -Su voz estaba quebrada, eso explicaba todo, ha estado culpandose de mis cambios.
-Draco, no es tu culpa -Sus puños estaban cerrados y sus nudillos comenzaban a tornarse de un color carmesí
-Debí alejarte de todo ésto cuando pude, y no lo hice. Annabelle no me perdonaría jamás que algo te pasara y lo sabes -reclamó. Pero antes de que pudiera continuar los vitoreos de los del equipo de quidditch nos interrumpieron.
-¡Perdedor! -Grito Crabbe a Ron que acababa de entrar al Gran Comedor
-¡Mira en qué estado viene Ron! -Y ciertamente había mucho para decir, estaba color papel, parecía que el pelirrojo iba a vomitar en cualquier momento, Blaise se reía de él, igual que el resto mientras que Draco se removía incómodo.