Capítulo 8.

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.AY HORACIO.

Tranquilidad, eso se respiraba en la caótica ciudad.

La puerta del vehículo fue azotada con algo de fuerza creando un leve estruendo.

—¡Dos días! ¡Solo dos putos días de baja! ¡Que vergüenza! —bramo el mayor realmente indignado.

Horacio suspiro —. Deja de quejarte cabron, para mi es maravilloso que vuelvas, fue muy incómodo estar cerca de Volkov, no hago más que evitarle y el me sigue, no se por que me confesé... —decía culpable.

Gustabo rodo los ojos —. ¡Lo hecho, hecho está Horacio! ¡Superalo! Si el comisario bombón no te quiere en su vida sácale, recuerda un clavo saca otro clavo.

—O el clavo se atasca más —dijo alguien a sus espaldas, estos se giraron encontrando a Torrente —. ¿Qué? No me miren así estaban detrás mientras hablaban, y como éste de aquí da consejos de mierda pensé que quitarte esa absurda idea de la cabeza le ayudaría más —dijo Torrente.

—Yo creo que mi idea es mejor —dijo encogiéndose de hombros.

—Usted ha tenido pocas parejas, eh

—No te importa.

—Que antipático es el cabron —comentó para sí mismo el agente.

Horacio camino a los vestidores, estos estaban vacíos a excepción de Gustabo que se cambiaba con tranquilidad.

—¿Qué plan hay? —preguntó

—¿Patrullar te parece bien? —el de la cresta asintió —. Voy a la armería, no tardes —dijo saliendo de los vestuarios, Horacio se comenzó a cambiar cuando segundos después la puerta fue abierta, el comisario Volkov entraba con tranquilidad.

Horacio se incómodo al instante más intento hacer como que no sabía de su existencia, una vez se cambió se dirigió a la puerta —. ¿Eh... Horacio por qué estos días... no para de evitarme? —pregunto con la seriedad que le caracterizaba.

Horacio se giró observándole nervioso —. ¡No le evitó! ¡Ni mucho menos!

¿Pero como no evitarle después de la vergüenza que sintió el pobre Horacio?

Este recordó la nefasta cena y las respuestas que, el ruso le regaló.

Horacio trago duro.

—No le creo en lo absoluto, ¿Es por la conversación que tuvimos? ¿Es por...? —Volkov fue interrumpido por el chirrido de la puerta y un grito.

—¡Joder Horacio te estás haciendo una puta paja o que...! —Gustabo dejo de gritar al percatarse de la presencia del comisario, apretó sus labios con fuerza evitando reír —. Hombre comisario —dijo con voz ahogada al evitar soltar una risotada.

Volkov gruñó —. Está trabajando no está en un bar de fiesta, evite el jaleo que está armando.

Seguido de eso el comisario se marchó —. ¿Qué...?

—Solo me preguntaba que por qué le evitaba —dijo una vez ya tenía sus armas y se encontrará saliendo de la comisaria.

—¿Y que le dijiste? —pregunto Gustabo bajando las escaleras que daban a la entrada de la puerta principal de la comisaría.

Horacio apretó sus labios —. Le dije que no le estaba evitando.

Gustabo arrancó una carcajada de los más profundo de su ser —. Ay Horacio... —suspiro una vez dejo de reír.

Moriría .1. INTENDENTEPLAY. VOLKACIO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora