Moriría .1. INTENDENTEPLAY. VOLKACIO.

Capítulo 13.

.¡TORRENTE!.

—¡Esto es la comisaría no un puto parque! ¿¡Han escuchado!? ¡A nadie de aquí le importa una puta mierda con quien se acuesta Gustabo! ¿¡Me han escuchado o no!? —grito colérico, el intendente no sabía de donde le había salido ese carácter en tan poco tiempo, en teoría de había despertado con los cojones católicos y ahora sí le hablabas te daba un porrazo. El dúo mantuvo el silencio, el intendente suspiro sacando el teléfono de Horacio de su bolsillo y lo lanzó al montón de papeles que había en su escritorio —. Horacio coge el puto teléfono antas de que te lo rompa —Horacio no lo pensó y rápidamente cogió el teléfono y lo guardo —. Bien, como veis estamos en alerta roja desde hace un tiempo, así que partir de ahora irán con un superior ha hacer todo, van a patrullar el comisario va con ustedes, se van ha hacer una paja juntitas, y el pito comisario va con ustedes, ¿¡Bien!? Bien. Enciendan la radio, asignaré a su superior —el dúo escucharon las palabras del intendente mientras hacían lo que decía —. Bien, empezaré Horacio, Gustabo van con Torrente, vayan a patrullar... Leoni...

El dúo apagó la radio una vez escucho a quien habían asignado a su cargo, bajaron as escaleras encontrándose con Torrente —. Bien, escúchenme Gustabo saque un Z, yo iré a la armería a por una tec9, nos vemos en el garaje —dijo Torrente caminando a la armería. Gustabo camino justo con Horacio al garaje, ambos estaban incómodos.

—Gustabo yo...

—No es momento ahora Horacio.

—¡Suban a la puta furgoneta! —grito apuntando al patrulla, desconcertados bajaron del coche con las manos en alto, esposaron con bordado las manos de cada agente seguido de meterlos en la furgoneta.

—Usted Gustabo no se preocupe, ya verá como vienen por nosotros —dijo con seguridad Torrente.

El camino se resumió en amenazas de Torrente hacia sus secuestradores, no tenía ni pizca de miedo, solo quería que soltaran a sus alumnos a cargo, Torrente y Gustabo realmente tenían muy buena relación, Gustabo disfrutaba cuando era detenido por Torrente, ¿Pero quién no?

Una vez llegaron a la isla y fueron arrodillados observaron que estaban siendo apuntados por aquellos terroristas, el de la máscara reía maniacamente —. ¡Tu, levanta! —dijo señalado a Torrente —. Quitarle las bridas un segundo —una vez desataron a Torrente le dieron una pistola con una sola bala —. Te dejamos vivir si dispara a uno, a quien peor le caiga —Torrente observó el arma y luego al enmascarado, giró su rostro encontrándose con Horacio asustado y Gustabo lleno de seriedad, se planteó disparar al enmascarado pero eso solo Delia un fusilamiento a él junto sus alumnos —. ¡Vamos! —
Torrente lanzó la pistola al suelo y miró desafiante —. ¿No eres capaz de matarnos tu que nos haces matarnos entre nosotros? —exclamo enfurecido —. Jamás mataré a mis alumnos, ahora estoy cargo de ellos, en mi vida apuntaré a un compañero, ¡Jamás! ¡Prefiero morir!

—Que bonito el perro, es fiel —dijo con ironía —. Atarlo —dijo serio, las órdenes dieron cumplidas volviéndolo ha atar y arrodillándolo en medio del dúo —. Tu, levántate —dijo señalando a Gustabo, este fue levantado por dos y le quitaron las bridas que tanto apretaban sus muñecas —. Dispara a quien peor le caiga —dijo dándole la pistola, Gustabo observó la pistola y luego a Torrente y su hermano, sería buena manera de salvar a su hermano si mataba a... Estaba dispuesto de hacerlo cuando de repente recuerdos le azotaron.

—Le prometo, no, le juro que daré mi vida por el cuerpo, y por usted Conway, si muero quiero que al menos sea salvando a alguien que se lo merezca.

No podía coger el arma sería traicionar a Conway, sería traicionarse a él mismo —. No lo haré, matenme, pero dejé a mi superior y compañero irse —dijo Gustabo serio.
—¡No Gustabo! —grito Horacio.

Torrente se levantó como pudo y se puso delante del alumno —. ¡Mátenme a mi pero déjenlos!

—¡A callar gordo! —grito empujándolo de nuevo atrás arrodillándolo junto Horacio.

—¿Te sacrificas por tus compañeros? Bien, arrodíllate junto tus compañeros.

—¡No joda Gustabo! —grito Torrente —. ¡Parad! —grito levantándose observando a los enmascarados.

—Deja de hacerte el valiente.

Todos apuntaron al grupo y una lluvia de balas comenzó a caer sobre una persona.

—¡TORRENTE! —grito desgarradoramente Horacio soltando lágrimas como una cascada.
Gustabo estaba en shock observando el cuerpo de Torrente, le habían matado, le habían matado sin una pizca de confesión.

La ropa del dúo estaba salpicada de la sangre del superior con el que tantas risas compartieron.

Se escuchaban las carcajadas del grupo y los sollozos de Horacio, en cambio Gustabo estaba en completo silencio, no daba crédito a lo que había presenciado, todo había sido tan rápido, ¿Cómo...? ¿Por qué...? ¿Para qué...?

Gustabo solo sabía una cosa, le había fallado su promesa de dar su vida por el cuerpo. Le había fallado a Conway y eso lo mataba por dentro.

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TORRENTE TE AMO. /me llora con el corazón todo.

Os pongo un dibujo para que veías como está Gustabo y Horacio, suena cruel pero es mi dibujo favorito.

¡No jodas es arte! Para alegrar un poco os voy a poner un dibujo de Gustabo que he hecho con amor.

La chaqueta la e clabado, soy puta artista eh. Nadie me iguala.

Un beso.

—N.G.A