.RON Y VODKA.
El sol se iba asomando poco a poco en la ciudad de los santos, Gustabo bostezo lleno de cansancio saliendo de la comisaría, veía como algunos de sus compañeros entraban y le saludaban, este simplemente caminaba al aparcamiento en silencio, se sentó en las escaleras y espero mientras rezaba que Horacio no se hubiera quedado dormido, pues estos harían un relevo. Diez minutos después observó cómo el Audi amarillo aparco frente a él con la música a todo volumen, Horacio bajo con una sonrisa mientras tarareaba una canción que Gustabo desconocía, este se levantó del escalón y camino a su amigo.
—Buenos días Gustabo —saludo con una sonrisa, Gustabo solo hizo un movimiento de cabeza en modo de saludo —. ¿Vienes a por mi para ir a comer por ahí, no? —pregunto, Gustabo subió al asunto de copiloto y bajo la ventanilla, Horacio se acercó a la ventanilla y le observó.
—Buah no creo, luego te digo —dijo, Horacio asintió alejándose del coche, Gustabo subió las ventanillas y se.marchi a toda velocidad a su casa —. ¡Que asco da el puto turno de noche, joder!
El timbre era sonado con intensidad, Gustabo se levantó adormilado y miró el reloj, soltando un jadeo impresionado —. ¿Las seis de la tarde, enserio? —se quejo levantándose de la cama y caminando a la puerta principal —. ¡Que ya voy, hostia! —grito cabreado yendo ha abrir la puerta, una vez lo hizo encontró la mirada de Segismundo, este le sonreía con impaciencia, en cada mano traía dos botellas alcohólicas.
—Mira lo que traigo —levantó las botellas —. Vodka y Ron.
—¿Cómo? —pregunto confundió, Segismundo suspiro entrando a la casa sin permiso del propietario de esta y caminó a la cocina —. Oh claro Segismundo pasa, pasa, como si estuvieras en tu casa —dijo con sarcasmo cerrando la puerta y siguiendo al gallego. Este cogía unos vasos con tranquilidad y los dejaba sobre la encimera junto las dos botellas —. ¿Qué haces aquí?
El gallego se giró a mirarle —. Fui a la comisaría a las once de la mañana buscándote, pero el intendente me hecho a patadas, ¡Literalmente! Entonces decidí esperar sentado en los escalones de la puerta de comisaría esperando que aparecieras, me encontré a Horacio junto con el comisario Volkov, este me dijo que habías hecho turno de noche y que lo más seguro es que estarías durmiendo hasta tarde, entonces decidí venir más tarde a tu piso para dejarte dormir un rato, llegue a las cinco eh capullo, haber si nos compramos un sordotone o algo.
—Segismundo eso no respondió mi pregunta de qué haces aquí —dijo con tranquilidad sentándose sobre la encimera, Segismundo se apoyó en la nevera observado a Gustabo.
—Llevo días buscándote para hablar, enserio, ¡DÍAS! —exclamo lo último lleno de rabia —. ¿Ser poli no te deja ni vivir o cómo va la cosa? Bueno pues eso, llevo días queriendo hablar contigo sobre...
—¿Aún sigues con eso Segis? Yo... eh... yo... no...
Segismundo le interrumpió con una pequeña carcajada —. ¡Haber cabron no creas que me encoñado, ni na' de eso, eh!
Gustabo sonrió aliviado —. ¿Entonces?
—Venía ha decirte que esto que paso en una noche de borrachera no nos distancie, ni nos incomode, ni nada, ambos estábamos demasiado borrachos y llenos de frustración, necesitábamos desahogarnos, pero si ataduras ni mierdas.
Gustabo suspiro asintiendo —. Concuerdo —dijo Gustabo —. Tengo la cabeza hecho un lío, sin hablar del estrés que tengo en el cuerpo.
—Me imagino —dijo Segis caminando hasta las botellas —. Vístete —dijo Segis, pues Gustabo estaba en pijama.
—¿Para qué?
—Necesito hablar, necesita hablar, vamos a la montaña a beber y desahogarnos, como solíamos hacer antes, lo necesitamos.
A Gustabo le pareció un muy buen plan, ambos necesitaban beber, necesitaban aire libre, necesitaban hablar.
Gustabo cogió la botella de ron y la abrió seguido de observar las vistas, Segismundo copio su acción seguido de suspirar —. Realmente extraño cuando hacíamos el mal todos juntos, extraño esas risas y escapadas de la policía mientras los insultamos —la voz triste y aterciopelada de Segismundo hizo que le mirara —. Ahora lo más cerca que tengo de esos recuerdos son cuando vosotros me detenéis y os quedáis toda mi condena hablándome o haciéndome chistes —Segismundo abrió la botella y le dio un leve trago seguido de hacer cara de limón —. Realmente hecho de menos a Gustabo y Horacio.
—¿Cómo vas a extrañar a alguien que tienes enfrente?
—No es el mismo Gustabo, a este le tiene castrado. Te tienen cogido de los huevos y te impiden divertirte.
Gustabo negó con la cabeza —. No es divertirse, es hacer ilegalidades. Eso no está bien Segismundo, eso lo dejamos atrás.
El turno de negar con la cabeza fue de Segismundo —. Tu antes no decías esas mierdas, todo cambio desde que el superintermitente apareció —Gustabo miró las preciosas vistas con culpabilidad segundo de dar un largo trago al Ron —. No te estoy recriminando nada, nunca lo haría, al menos alguien me libra la condena, me la reduce o me la hace más amena, algo es algo, al menos tengo mi enchufe dentro de la policía —dijo con una sonrisa, Gustabo se rió junto con Segismundo —. Solo digo que ese... ese mierdas te ha cambiado y que lo más raro es que te has dejado cambiar.
Gustabo suspiro con una sonrisa triste —. Lo sé, y no se por que, como, ni cuando, pero lo he notado y no se qué coño hacer.
—¿Pero a ti te gusta ese? —pregunto seguido de volver a beber.
—Puede ser, pero no lo tengo seguro —Segismundo no se esperaba esa respuesta, cosa que le ocasionó que se atragantarse con el alcohol y comenzará a toser sacando una carcajada a Gustabo —. Deja de exagerar cojones —exclamo sin dejar de reír.
—Joder no me esperaba eso entiéndeme —dijo más tranquilo Segismundo.
Gustabo sonrió dando un trago más, le gustaba estos momentos con su amigo gallego —. Algún día haremos de las nuestras, lo prometo. Hace tiempo que extraño sentir ese sentimiento de adrenalina.
✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨
No os vayáis muy lejos, el capítulo 17 será publicado en breves, volkacio, o no, con eso lo digo todo.
¿Os gusta la portada? Joder es que no se si cambiarla.
¿La cambio?
--> SEP.
-->NOP.
Un beso.
—Nigga. (Ok no)
—N.G.A
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Moriría .1. INTENDENTEPLAY. VOLKACIO.
Fanfic-Ya le dije que lo daré todo, por la malla, por ti, daré mi vida, se lo jure Conway y sabes perfectamente que soy de palabra -tomo una pausa observándole -. Si tu hablas, yo hablo, si tú te caes, yo caigo, contigo, siempre contigo, tenlo claro. Por...