4 de Julio, 2019.
Filadelfia, Pensilvania.
10:30 PM.-911 ¿cual es su emergencia?
-Hay cinco hombres en mi casa, están armados- dije entre sollozos y murmuros.
-¿Donde se encuentra ahora señorita?
-Estoy oculta en la tina de mi baño- respondí -por favor, ayudenme- mi voz se quebró.
-Esta bien, quedese donde está y ahora digame su dirección- dijo el hombre al otro lado de la linea.
-Apartamento 7, en la calle...- fue lo único que pude decir antes de ser interrumpida por el estruendo que hizo la puerta -¡No por favor! ¡Por favor! ¡Por favor!- dije casi susurrando, mis lágrimas caían alrededor de mis mejillas.
-¡señorita! Su dirección por favor- dijo el hombre del teléfono.
-No me hagas daño por favor, te lo suplicó- dije entre llantos al ver que uno de los hombres se acercaba a mi poco a poco, llevaba puesta una chaqueta negra de cuero, guantes de látex y parte de su rostro estaba cubierto por una especie de antifaz negro que llegaba hasta el puente de su nariz.
-Ya es tarde preciosa- dijo el hombre arrebatando el celular de mi mano temblorosa, una sonrisa fría se dibujo en su rostro y colgó la llamada, acerco tanto su rostro al mio que pude notar el negro intenso de sus ojos y su cabello color castaño claro.
-Acaso crees que puedes pasearte por ahí con ese cuerpo perfecto y vestirte como zorra, provocandonos como si nada- su voz sonaba molesta pero fría simultáneamente.
-Por favor no te he hecho nada- dije con voz temblorosa, mi corazón latía tan rápido que casi podía sentir que se salia de mi pecho y me quedaría sin respiración en cuestión de segundos.
- El hombre soltó una risa sarcástica -Callate maldita zorra- dijo tomandome con fuerza entre sus brazos logrando sacarme de la tina y camino por el pasillo, por mas que lo pateaba y golpeaba no logre liberarme sabia que gritar no serviría de nada, los cinco hombres irían contra mi, finalmente llegamos a la habitación de enfrente y me aventó a la cama, los cuatro hombres restantes entraron a la habitación cerrándola con llave detrás de ellos.
Teniendolos frente a mi pude notar que los cinco hombres tenían el mismo antifaz y llevaban guantes de látex, uno de ellos puso su cuerpo sobre el mio ejerciendo presión, poniendo un pañuelo blanco con un liquido sobre mi nariz y boca, lágrimas gruesas caían constantes sobre mis mejillas, lo ultimo que vi antes de quedar inconsciente fueron sus ojos color azul y su cabello rubio, entre murmuros dijo -Bienvenida al infierno dulzura-.
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Lucy: Una Profecía Infernal [Sin Editar]
ParanormalLucy, una joven huérfana de 22 años que vive en un pequeño edificio de la ciudad de Filadelfia en Pensilvania, la noche del 4 de julio cinco hombres entran a su apartamento, desencadenando una serie de eventos violentos, sin recordar con claridad na...